¿Vacunas por migrantes? La ‘nueva’ relación de México con Biden
El presidente de Estados Unidos Joe Biden, el secretario de Estado Antony Blinken y el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas participaron de la reunión virtual con el presidente Andrés Manuel López Obrador at en la Casa Blanca. (Foto de JIM WATSON / AFP)

Joseph Biden está a punto de cumplir tres meses en la Casa Blanca. La relación bilateral parece atravesar una luna de miel. En poco tiempo México ganó algunas concesiones, impensables hace meses: más vacunas contra el Covid-19, una reforma para legalizar a dreamers, y mejoras en la comunicación con su homólogo Andrés Manuel López Obrador. No obstante, coinciden los académicos Lorenzo Meyer y Roberto Zepeda, el gobierno mexicano deberá de pagar un precio: mantener lejos a los migrantes centroamericanos.

Ser vecinos de un país cercano y distante, que luego se fue convirtiendo en una comunidad, y que ahora es –dentro de todo– la principal potencia mundial, siempre tiene consecuencias para  nuestro país. No hay forma de tener una soberanía completa. Es una soberanía limitada la nuestra, nos guste o no. Así surgió el país, con esa condicionante”, advierte Meyer, profesor del Colegio de México (Colmex) y estudioso de las relaciones bilaterales.

Durante la mañana del jueves, el canciller Marcelo Ebrard confirmó que, gracias a sus gestiones, logró un acuerdo con Estados Unidos para el envío de 2.5 millones de dosis vacunas AstraZeneca. Minutos después, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) anunció la restricción terrestre para actividades no esenciales en su frontera norte y sur. “Las restricciones al tránsito no esencial y las medidas sanitarias se mantendrán vigentes hasta las 23:59 hrs. del 21 de abril de 2021”.

En entrevista para Radio Fórmula, Roberto Velasco, subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, negó que los dos comunicados tuvieran algún tipo de relación, incluso descartó que hubiera sido una especie de intercambio: vacunas a cambio de frenar el flujo migratorio. Aunque la sospecha crece.

Yo sí creo que formó parte del acuerdo al que llegó México en la reunión que sostuvieron los presidentes Joseph Biden y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Si bien Biden quiso hacer un corte de caja en relación a la administración de Trump en ese punto, no quiere decir que hay una política de fronteras abiertas. México es muy reactivo en lo económico desde dos frentes: el Covid y la reactivación de cadenas productivas”, señala Roberto Zepeda, académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN-UNAM).

En ese contexto, el senado de Estados Unidos aprobó este jueves una ley para regularizar a los dreamers por 228 votos a favor y 197 dentro de la Cámara. Espacio en el que los demócratas tienen mayoría. Nueve legisladores republicanos votaron a favor.

Trump era un actor muy brutal. No jugaba con las reglas tradicionales“, matiza Meyer. “Él tomaba las decisiones frente a México en función de sus posibles o reales apoyos electorales. Veía mucho hacia adentro. Y Biden es muy tradicionalista en ese sentido. Quién sabe qué piense, pero veo que Biden va a tener límites que Trump a veces no tenía. Biden no considera que esa sea la forma de conseguir apoyo de sus bases electorales (atemorizar a sus vecinos). Esa es una diferencia muy importante”.

Durante la administración del republicano, el gobierno del presidente López Obrador se comprometió a enviar elementos de la Guardia Nacional para contener a los migrantes en la frontera con Guatemala. Hecho que cumplió cabalmente en los últimos dos años. La medida implicó evitar que el gobierno estadounidese impusiera un arancel del 5% a las importaciones, luego de que Trump señalara “no hacer nada” para detener a las caravanas procedentes de Guatemala, El Salvador y Honduras.

Pero los problemas de fondo persisten, incluso para el demócrata. En las últimas semanas miles de migrantes, muchos de ellos menores de edad, que viajan solos y atraviesan por México, saturan las estructuras de acogida. Pese a los llamados del gobierno estadunidenses para frenar sus arribo, el flujo persiste. En tanto, los senadores republicanos, Ted Cruz y John Cornyn, anunciaron que visitarán la frontera sur para atender lo que consideran una “crisis humanitaria”. Su presión, advierte Zepeda, podrá jugar en contra de México.

Era obvio que en algún momento les iba a pedir el apoyo al gobierno mexicano”, añade el académico de la UNAM. La administración de Biden, explica, si bien mantiene un estilo diferente de conducir su política exterior, se enfrentará al problema migratorio como parte de la inercia. Explica: “A Estados Unidos no le conviene este flujo (migratorio), le conviene detenerlos desde Guatemala. Yo veo sí un buen entendimiento entre ambas partes: el hecho de que estén mandando vacunas, por ejemplo, forma parte de ello”.

La otra agenda: el narcotráfico

Un día antes de los anuncios realizados por el canciller Ebrard y la SRE, el general Glen VanHerk, jefe del Comando Norte, señaló que el 30 y 35% del territorio mexicano se encuentra bajo el control del crimen organizado. VanHerk acusó que la violencia que se vive en esas regiones precipita a que miles de ciudadanos busquen emigrar precipitadamente y de forma irregular.

Para Lorenzo Meyer, la seguridad interior de México volverá a convertirse en una obsesión en la medida que problemas concretos salten encima de agendas políticas. Aunque por el momento existe una buena relación entre los mandatarios, a la larga resurgirán dificultades “estructurales” que enfrenta nuestra vecindad.

Por ejemplo, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) publicó hace unas semanas su informe anual National Drug Threat Assesment 2020. Ahí señaló a las organizaciones delictivas mexicanas como las principales amenazas para su misión. “Las organizaciones criminales transnacionales mexicanas son la mayor amenaza del narcotráfico para Estados Unidos“, alertó. “Controlan la mayor parte del mercado de drogas de EU y han establecido rutas de transporte variadas, tienen capacidades de comunicación avanzadas y fuertes afiliaciones con grupos criminales y pandillas”.

Las buenas relaciones bilaterales de hoy, darán lugar a la “presión” política del mañana: “Lo asuntos domésticos mexicanos, no todos –matiza Meyer–, son tomados como un aspecto muy importante para los norteamericanos. Uno de ellos, por ejemplo, es el control del crimen organizado. Yo no sé si es exagerado por parte del Comando Norte, o no. Pero es un hecho de que hay zonas donde el Estado Mexicano no tiene el control”.

Los norteamericanos ven al crimen organizado como un problema de seguridad nacional y nosotros vemos la falta de vacunas, de la misma forma”.

Síguenos en

Google News
Flipboard