Coatepec Harinas, geografía de una masacre

“Pido apoyo de parte del Carmen, nos están balaceando. ¡Son rojos, por favor! ¡Nos están disparando a lo grande en Puerta del Carmen!”. Aquellas fueron las últimas palabras de uno de los 13 policías asesinados el 18 de marzo en Coatepec Harinas, al sur del Estado de México. Dicho municipio se encuentra enclavado entre los estados de Michoacán, Guerrero y Morelos, donde organizaciones delictivas trasiegan con goma de opio.

Coatepec Harinas se encuentra a tan sólo 22 kilómetros del centro vacacional de Ixtapan de la Sal, lugar que durante los últimos años ha sido escenario de diversos hechos sangrientos. Pese a todo, la región mantiene un gran abandono federal. Las tres regiones operativas de la Guardia Nacional en el Estado de México más cercanas a Coatepec se encuentran en los municipios de Tenancingo de Gollado (a 40.6 kilómetros de distancia), Toluca (con 73.7 kilómetros) y Tejupilco de Hidalgo (90.6).  

Tres en un radio mayor a los 40 kilómetros, según el esquema de distribución propuesto en 2019 por Alfonso Durazno Montaño, entonces secretario de Seguridad Pública (SSP) y actualmente candidato de Morena por el estado de Sonora. Pero un número relativamente pequeño para una entidad en la que mantiene 22 regiones operativas.

La Fiscalía General de Justicia en el Estado de México (FGJ-Edomex) sostiene que el convoy fue atacado cuando patrullaba en el “combate a grupos delictivos” que opera el sur de la entidad. Si bien el gobierno de Alfredo del Mazo atrajo las indagatorias del sangriento asalto, y recientemente ofreció una recompensa de 500,000 pesos, no existe claridad sobre el papel que desempeñará la federación, ya que en zonas cercanas existen grandes volúmenes de trasiego de droga.

“Hasta el momento se tiene el reporte del fallecimiento de ocho elementos de la Secretaría de Seguridad y de cinco elementos de la Fiscalía General de Justicia. Esta acción es una afrenta contra el Estado mexicano. Responderemos con toda la fuerza y con el respaldo a la ley”, respondió Rodrigo Matínez Celis Wogaou, secretario de Seguridad Pública (SSP) local, quien estuvo acompañado de Alejandro Gómez Sánchez, fiscal de la entidad.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde el estado de Veracruz, condenó los hechos a la mañana siguiente y prometió que “habrá castigo” a los responsables. Aunque en el mismo mensaje encargó la responsabilidad de perseguir los delitos al gobierno local. “Lo que podemos decir con certeza es que no hay impunidad en el gobierno que represento”, dijo durante su conferencia de prensa matutina. “El que comete un delito es castigado y sancionado, no existe impunidad para nadie”.

Pueblo tranquilo

La comunidad de Puerta del Carmen dentro de Coatepec Harinas, según el portal DataMéxico elaborado por la Secretaría de Economía (SE), afirma que los ingresos económicos de dicho municipio se concentran en la agricultura: la producción y venta de higos, piñas, aguacates, guayabas, mangos, frutos y tomates. Pero la fecundidad de su tierra contrasta con la escasez en que vive la mitad de sus habitantes. Poco más del 51.4% de la población se encuentra en situación de pobreza moderada y 12.4% en situación de pobreza extrema.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) desagregados a nivel municipal advierten que durante 2020 fueron asesinadas 20 personas en Coatepec Harinas. Un número pequeño en comparación con otros municipios de dicha entidad, una de las más letales a nivel nacional.

El 50% de los homicidios en Coatepec se registró como intencionales, de los cuales siete fueron con arma de fuego, dos con arma blanca y uno más “no identificado”. La mayoría, según las autoridades, sucedió en la categoría de accidentes de tránsito: un 50%. En dicho municipio, otro de los delitos que mayor incidencia delictiva registró durante ese año fue el narcomenudeo. Los ministerios públicos locales levantaron 16 carpetas de investigación, sólo por detrás de las lesiones (27) y el daño a la propiedad (18).

¿Malos vecinos?

Recientemente la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reportó que las incautaciones de fentanilo, una droga sintética derivada de la goma de opio, rebasaron en casi 500% los decomisos del 2019. Aunque no existen noticias de la siembra de amapola, planta de la cual se extrae la resina base para elaborar esta droga, en los estados vecinos al sur del Estado de México se levanta una de las mayores industrias de opiáceos.

Desde el año 2015, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), adscrito a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señaló a Iguala de la Independencia, en el estado de Guerrero, a sólo 130 kilómetros de Coatepec Harinas, como uno de los centros de distribución de goma de opio más grandes e importantes a nivel nacional e internacional.

Dicho organismo le señaló como un punto neurálgico para una de sus líneas de investigación sobre el caso Ayotzinapa: “Algunos autobuses son utilizados para transportar heroína y cocaína y el dinero obtenido de este tráfico, entre Iguala y Chicago”. El esquema de operación, supuestamente, era encabezado por el cártel local de Guerreros Unidos, y usaba como uno de sus puntos de conexión a la capital de Morelos: Cuernavaca.

Otra comunidad cercana es el centro vacacional de Ixtapan de la Sal: a sólo 22 kilómetros de distancia. Aunque relativamente tranquilo, dicho municipio colinda con la zona norte del estado de Guerrero, que a su vez mantiene vecindad con la Costa Grande y Tierra Caliente en el estado de Guerrero. Este triángulo, según informes de la Oficina de Asuntos de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC, por sus siglas en inglés), encabeza la siembra de amapola y goma de opio a nivel nacional e internacional.

En 2017, los hechos de violencia se apoderaron de Ixtapan. Entre el 19 y 20 de septiembre de ese año en el lugar se cometieron dos feminicidios: una joven fue brutalmente asesinada a golpes y su cuerpo encontrado en la vía pública; un día después, los habitantes del lugar hallaron un vehículo con los cuerpos de una mujer y un hombre, envueltos en bolsas de plástico.

Por su ubicación geográfica, Coatepec también se encuentra relativamente cerca del municipio de Tejupilco, al sur del Estado de México: 90.6 kilómetros. En dicho municipio, cercano al estado de Michoacán, se encuentra la comunidad de Tlatlaya, donde el 30 de junio de 2014, 22 civiles fueron asesinados a manos de ocho militares del 102° Batallón de Infantería. La masacre ocurrió cuando los soldados efectuaban un reconocimiento de ruta a bordo de un vehículo oficial sobre la carretera Federal Número 2.

A decir de los primeros reportes, las personas ejecutadas fueron confundidas por miembros del crimen organizado, específicamente con integrantes de La Familia Michoacana. Pero dicha zona también tiene presencia Los Rojos.

Recientemente, la Administración de Control de Drogas (DEA) en Estados Unidos publicó el informe Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas 2020. Afirmó que la agrupación criminal Los Rojos “está involucrado en el tráfico de heroína” e infunde terror entre Guerrero, Puebla, Estado de México y Morelos, mediante asesinatos, secuestros y extorsiones. Dicha organización fundada por Santiago Mazari Hernández, “El Carrete”, controla el mercado de drogas en la ciudad de Oklahoma, comparte territorio con el poderoso Cartel de Sinaloa en la ciudad de Jackson (Mississippi) y se suman a otros narcotraficantes que operan en Dallas (Texas).

Los Rojos es el grupo criminal que nombró uno de los policías asesinados el pasado 18 de marzo, cuando su equipo recibía varias ráfagas de balas.