Seguridad: Evitar la politización y fortalecer las policías, los retos

“México atraviesa su peor momento de violencia”. Los expertos en temas de seguridad pública no titubean al hacer esta aseveración y basan su argumento en las más de 89,000 víctimas de homicidio doloso que se han registrado en el país entre el 2019 y el 2021, el mismo periodo de tiempo en el que se ha habido 22,628 víctimas de extorsión, 18,779 desapariciones de personas y 2,526 feminicidios, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).

“Hoy estamos viviendo el peor momento de violencia en la historia de nuestro país”, dice Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC). Con él coincide Ricardo Márquez Blas, consultor independiente en temas de seguridad, quien señala: “Con los 34 meses de estadísticas que nosotros tenemos de incidencia delictiva está claro que este es el sexenio con los niveles más altos en general”.

La politización de la seguridad pública, la falta de coordinación entre autoridades, la disminución de recursos económicos para atender el problema y la penetración de grupos del crimen organizado en instituciones públicas son algunos de los factores que pudieron haber detonado la violencia en el país, señalan ambos especialistas.

En entrevista con La-Lista, también apuntan cuáles son las acciones que autoridades de los tres niveles de gobierno podrían llevar a cabo para atender la inseguridad que asola a miles de ciudadanos.

No politizar la seguridad pública

La política y la seguridad pública no deben mezclarse. Bajo ese precepto, Rivas Rodríguez y Márquez Blas cuestionan que en el actual sexenio el gobierno federal ha emprendido una “persecución” contra exfuncionarios públicos y ha intentado controlar las instituciones de seguridad de los estados.

Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex); Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda y Crédito Público, y Ricardo Anaya, excandidato presidencial, son algunas de las personalidades políticas de más alto perfil investigadas por la Fiscalía General de la República (FGR), aunque por ahora se encuentran en libertad porque no se han encontrado suficientes elementos para encarcelarlos.

El primer paso para mejorar las condiciones de seguridad en el país es que las instituciones de procuración e impartición de justicia se ocupen menos de perseguir a personajes como estos sin tener pruebas y que dediquen la mayor parte de su esfuerzo a combatir los delitos del fuero común y federal, coinciden los expertos.

“Este gobierno ha politizado como nadie las políticas de seguridad, ha apoyado como nunca a amigos y ha sancionado a adversarios políticos de una manera muy evidente”, lamenta el director del ONC.

Por otra parte, el consultor de temas de seguridad recordó que en 2018, previo a tomar posesión como presidente, Andrés Manuel López Obrador había propuesto que sus coordinadores de programas sociales en los estados, conocidos como “superdelegados”, tomaran decisiones de seguridad pública en las entidades federativas, pero esto fue rechazado por los gobernadores.

El control de la seguridad en los estados por parte del gobierno federal “se ha intentado de manera distinta a lo largo de estos últimos tres años y se va a seguir intentando. Ahora que el partido Morena tenga más gobernadores, se va a intentar hacer que los cuerpos de seguridad federales tengan el control de las corporaciones estatales y municipales, aunque no creo que resulte”, señala el analista.

Fortalecer las policías locales y mejorar la coordinación

La creación de la Guardia Nacional, junto con la dispersión de dinero a través de programas sociales, fueron las principales apuestas del presidente López Obrador para disminuir los niveles de inseguridad; sin embargo, en la primera mitad de su mandato esto no se ha cumplido.

Las policías municipales y estatales han quedado de lado en la actual estrategia de seguridad y esto se ha reflejado en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, donde no se asignó ni un peso al Subsidio para el Fortalecimiento del desempeño en materia de Seguridad Pública (FORTASEG) que servía para dotar de recursos económicos a las instituciones de seguridad en las entidades federativas.

Los expertos cuestionan esta determinación, ya que las policías locales son las que tienen un mayor contacto con la población y pueden tener un mayor entendimiento de los fenómenos sociales que han desatado la violencia.

“Hay un abandono de lo local por la falta de apoyos federales en términos de presencia y capacidad de colaboración entre autoridades”, dice el director del Observatorio. “También hay un problema en materia de recursos federales para la seguridad, hoy las instituciones de seguridad tienen menos dinero que en el sexenio del presidente Vicente Fox (2000-2006), es decir, estamos en el peor nivel de gasto de los últimos 25 años“.

Pero la falta de dinero para las policías locales no es el único problema. Desde la perspectiva de Márquez Blas, también debe haber una mayor coordinación entre autoridades federales, estatales y municipales para combatir a los grupos de la delincuencia organizada y también frenar los delitos del fuero común, como el robo y las extorsiones.

“El Sistema Nacional de Seguridad Pública, donde se supone que convergen los esfuerzos de los tres órdenes de gobierno, tienen un nivel de desarticulación y descoordinación sin precedentes”, cuestiona el experto. “Esto se debe no solamente a la intención por concentrar los recursos, por centralizar las decisiones, sino también por la intención de politizar la seguridad pública y tratar centralizar el control de las corporaciones estatales y municipales en las federales”.

Apostar por la calidad en lugar de cantidad

Los especialistas consultados urgen replantear la estrategia de seguridad en el país, empezando por el despliegue de la Guardia Nacional. Los expertos se refieren a un problema que ya fue detectado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en la tercera entrega de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019, donde se deja ver que los elementos de seguridad no fueron distribuidos en los lugares donde hay más incidencia delictiva y eso podría afectar su funcionamiento.

“Se tiene que apostar más por la calidad que por la cantidad, hasta ahora el gobierno federal ha apostado por tener una Guardia Nacional que triplica el tamaño de la anterior Policía Federal, pero lo que sabemos ahora es que esto no ha tenido un impacto favorable en los índices delictivos y la violencia letal”, asevera Márquez Blas.

Añade que la calidad no solo está relacionada con una mayor preparación de los activos de la Guardia Nacional, sino en el fortalecimiento de las policías locales.

Según la última cifra que el general Luis Rodríguez Bucio, titular de la Guardia Nacional, dio a conocer en una conferencia de prensa en Palacio Nacional, esta dependencia de seguridad está conformada por alrededor de 99,000 elementos.

Sin embargo, esto no se ha traducido en mejores resultados de seguridad. “Se hizo un ejercicio terrible de desaparecer una de las mejores policías del hemisferio para la construcción de una institución que ha sido un error y un fracaso rotundo”, concluye Rivas.

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