¿Cuántas posadas son y cuándo empiezan?
Posadas en México. Foto: Pixabay

Ya estamos en diciembre y con este mes llegan las posadas, lo que implica convivencia, rica comida y bebida, así como la repartición de aguinaldo y piñatas.

Esta temporada de fiesta es de las más esperadas pues culminan con la Nochebuena y la Navidad, en la que nos damos un tiempo especial de convivir con la familia, amigos y/o vecinos.

Te contamos lo básico que debes saber de las posadas.

¿Cuál es el origen de las posadas?

Ana Silvia Rabago Cordero, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe UNAM, explica que las posadas llegaron a México después de la Conquista, en las misas de aguinaldo de la orden religiosa de los agustinos, en las que se leían pasajes y se realizaban representaciones y se daban pequeños regalos a los asistentes.

La maestra en Estudios Latinoamericanos explica que luego de la Independencia se incorporaron elementos como la piñata y regalar los dulces.

¿Qué se hace en una posada?

La forma de celebrar las posadas ha cambiando con el tiempo y se le agregan elementos propios en cada región, pero lo que las caracteriza es que una parte de quienes se reúnen piden posada, mientras otra parte se las niega hasta que los convencen.

Posteriormente se reparten buñuelos, el ponche, los aguinaldos y/o se rompen las piñatas.

La imagen de María y José se queda en la noche en la casa de quien dio posada hasta el siguiente día en la que se busca una nueva.

¿Cuántas posadas son y cuándo empiezan?

Comienzan el jueves 16 de diciembre y terminan el viernes 24 de diciembre. Son 9 posadas porque es el tiempo que duro el peregrinaje de María y José antes del nacimiento del niño Jesús.

Canto para la posada

Peregrinos:     Hosteleros:

—En nombre del cielo,
pedimos posada,
pues no puede andar,
mi esposa amada.
  —Aquí no es mesón,
sigan adelante,
yo no puedo abrir,
no sea algún tunante.
—No sean inhumanos,
tennos caridad
que el Dios de los cielos
se los premiará.
  —Ya se pueden ir,
y no molestar
porque si me enfado
los voy a apalear.
—Venimos rendidos
desde Nazaret,
yo soy carpintero
de nombre José.
  —No me importa el nombre,
déjennos dormir
pues yo ya les digo
que no hemos de abrir.
—Posada te pido,
amado casero,
pues madre va a ser,
la reina del cielo.
  —Pues si es una reina,
quien lo solicita,
¿cómo es que de noche
anda tan solita?
—Mi esposa es María,
es Reina del cielo
y madre va a ser
del divino Verbo.
  —¿Eres tú José?
¿Tu esposa es María?
¡Entren, peregrinos,
no los conocía!
—Dios pague señores
vuestra caridad
y os colme el cielo
de felicidad.
  —Dichosa la casa
que alberga este día
a la virgen pura
¡la hermosa María!

Todos:

Entren santos peregrinos, peregrinos,
reciban este rincón,
que aunque es pobre la morada, la morada,
os la doy de corazón.

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