Beltrones sobre Colosio: ‘No le conocí abiertamente un enemigo’

Parte 4 de la serie Los Archivos del caso Colosio*

En marzo de 1994, el entonces gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, acudió a Tijuana, a petición del presidente Carlos Salinas de Gortari, para reportarle en directo lo que sucedía con Luis Donaldo Colosio, quien durante unas horas luchó por su vida luego de los dos balazos que le asestaron en un mitin.

“Cuando ocurrió el atentado busqué al gobernador de Baja California (Ernesto Ruffo) y se me informó que no estaba en su estado, por ese motivo y estando presente en mi despacho el coordinador de la campaña del lic. Colosio, el dr. Ernesto Zedillo, me comuniqué con el gobernador de Sonora (Beltrones) para pedirle que siendo el más cercano al lugar de los hechos se trasladara a la ciudad de Tijuana, cosa que así hizo”, declaró oficialmente Salinas de Gortari en 1996.

En su propia declaración, Beltrones no narró todo lo que reportó a Salinas, sino más bien da sus apreciaciones sobre el político y su campaña, además sostuvo: “No le conocí abiertamente un enemigo”, que también explicó que a Colosio le molestaban las versiones periodísticas que buscaban “dejar en la opinión pública la sensación o distancia” con el entonces titular del Ejecutivo.

Antes del magnicidio, el entonces gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, advirtió que el cuerpo de seguridad de Donaldo Colosio tenía “deficiencias” y debía ser revisado a profundidad.

Beltrones apuntó que, en las reuniones que sostenían semanalmente para planificar los actos de campaña, le externó a Colosio su preocupación respecto a fallas -que no detalló- del cuerpo de seguridad que lo acompañaba en sus giras rumbo a las elecciones de 1994.

Sin embargo, según contó el mismo Beltrones, el entonces candidato priista se negó a hacer un cambio sustancial en el manejo de su seguridad: “Me decía que esa era tarea de un área especializada y que el no aceptaría quede la misma, tuviese que sacrificar en lo personal el contacto con la población”.

El hecho que elevó las inquietudes de Beltrones sobre la seguridad de Colosio fue que su entonces procurador estatal, Wenceslao Cota, le alertó sobre la presunta vulnerabilidad en la que se encontraría el candidato del presidencial en su gira por Nogales, ciudad a la que viajaría después de su visita por Tijuana.

“De ahí el esmero que yo quería darle en esta reunión del gabinete, en la búsqueda de una mayor seguridad y atención a la gira”, señaló el exgobernador de Sonora.

En el expediente público del caso Colosio, aparecen las declaraciones que rindieron personajes como Beltrones Rivera; y los ex presidentes Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR).

Los documentos adquieren nueva relevancia luego de que el pasado 8 de julio la Fiscalía General de la República (FGR) decidió reabrir el caso de Colosio, a 28 años del asesinato ocurrido en Lomas Taurinas.

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Momentos antes del asesinato del candidato priista, Luis Donaldo Colosio. Foto: PGR, archivo

La última reunión personal que Beltrones sostuvo con Colosio fue el 13 de marzo de 1994, en la cual el candidato del PRI le pidió al gobernador de Sonora estar al pendiente de la situación en la entidad, ya que pretendía visitarlo ese mismo mes.

Pero el 22 de marzo de 1994, un día antes del asesinato de Colosio, ambos conversaron por teléfono (por última vez) para ajustar detalles de la visita del candidato, la cual se efectuaría el 25 de ese mes. El asesinato frustró esa gira.

Beltrones explicó que se enteró del magnicidio por llamadas, entre ellas a un integrante del equipo de campaña de Colosio.

El exgobernador de Sonora llegó a Tijuana y se dirigió a las oficinas de la PGR, donde se enteró que el entonces presunto asesino de Colosio, Mario Aburto -al ser trasladado de Baja California a la Ciudad de México- había solicitado hablar con Manuel Camacho Solís, con quien Colosio había tenía roces pues él también aspiraba a ser candidato a la Presidencia.

Sobre las versiones de que él interrogó directamente a Aburto, Betrones las desestimó: “Forman parte de un sinnúmero igual de versiones sin fundamento que han aparecido irresponsablemente en algunos medios de comunicación”.

Beltrones comentó que el atentado contra Colosio se había dado en un “enrarecido ambiente desde el comienzo de su campaña política” por la coincidencia con el nombramiento como comisionado de la paz en Chiapas de Manuel Camacho.

Para Beltrones el “excesivo protagonismo” de Camacho en Chiapas provocó muchas especulaciones de carácter periodístico, en especial, sobre la relación política que el comisionado de paz tenía con Colosio.

“Esa nueva incursión del licenciado Camacho como comisionado para la paz honorario en Chiapas no ayudaba en la campaña política de Luis Donaldo Colosio, y su excesivo protagonismo enrarecía el ambiente, ya que él era otro de los aspirantes del Partido Revolucionario Institucional a la presidencia de la República y era ampliamente conocida su inconformidad cuando la postulación de Luis Donaldo Colosio”, mencionó.

Luego del “cobarde” asesinato, Beltrones contó que en el PRI hubo una reunión “exprofeso”, en la que participaron miembros del Comité Ejecutivo Nacional y la mayoría de los gobernadores priistas de los estados, en la cual se decidió que el CEN nombrara a un candidato sustituto, para lo cual se eligió a Ernesto Zedillo.

Debido a que “siendo el entonces coordinador de la campaña quien más conocía de los esfuerzos que se habían llevado a cabo en los últimos meses para consolidar un triunfo en las elecciones”, Zedillo era la mejor opción.

A diferencia de las profusas declaraciones de Carlos Salinas de Gortari o de Manuel Camacho, la de Beltrones no rebasa las veinte páginas.

*A lo largo de esta semana La-Lista recuperó varios testimonios de actores clave por considerarlos valiosos ante el anuncio de la reapertura del caso Colosio.

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