Paradero de Tasqueña, con un delito cada tres días en 2022

La policía le salvó la vida a un ladrón de 31 años en el paradero de Tasqueña, al sur de la Ciudad de México, hace apenas unos meses. Estaba rodeado de hombres y mujeres que le lanzaban manotazos y patadas porque una señora lo señaló por haberle robado un celular. La golpiza contra aquel hombre terminó gracias a la presencia de la Policía Bancaria Industrial (PBI).

Los oficiales lo arrebataron a la gente, lo apartaron y luego tocaron su cuerpo para ver si tenía lesiones graves y para hallar el celular, cuando lo encontraron se lo dieron a la víctima y a él lo llevaron al Ministerio Público. Lo salvaron de ser linchado.

Los ánimos estaban agitados porque el robo es el delito más común en el paradero de Tasqueña, una zona de transporte público en la que diariamente transitan 164 mil pasajeros. La delincuencia se mueve entre 9 mil vehículos que recorren a diario 50 rutas a distintos puntos de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.

Durante el 2022 se denunció un delito cada tres días en el paradero de Tasqueña y sus alrededores, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) inició 104 investigaciones, la mayoría por robos cometidos a negocios del lugar, pasajeros, conductores de automóvil y personas que caminaban por la zona.

Estos delitos en el paradero de Tasqueña ocurren de día y de noche. El 23 de julio de 2022, por ejemplo, la fiscalía supo de un robo a un hombre que tomó un taxi a las 2 de la mañana. A la misma hora, pero dos meses después, ocurrió un crimen similar.

Los microbuses prestan servicio desde las 4 de la mañana, pero a esa hora también hay asaltos, como el que se registró el 4 de abril del año pasado.

Muy por detrás de los robos, el segundo delito más denunciado en el paradero de Tasqueña y sus alrededores es el fraude, con cuatro expedientes abiertos en 2022 por esta causa. Luego se iniciaron otras tres investigaciones por amenazas.

La alta afluencia de personas y la poca vigilancia por parte de la policía de la Ciudad de México son factores que propician la delincuencia en los paraderos de transporte público, explicaron especialistas en seguridad y movilidad a La-Lista.

“Es un mundo de gente, una cantidad de personas muy grande la que se concentra en estos centros de transporte público y es muy difícil (para las autoridades) protegerlos a todos”, señala Nicolás Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad, una organización social que existe desde el 2008.

Rosales apunta la falta de coordinación entre las autoridades de la Ciudad de México y del Estado de México como otro motivo por el cual hay inseguridad en las zonas de transporte público como Tasqueña, Indios Verdes o Pantitlán, donde hay rutas que conectan a ambas entidades.

“En la movilidad de estas personas (que cometen los robos) es muy fácil transitar de una entidad federativa a otra y no pasa absolutamente nada. Falta una coordinación metropolitana para poder incidir en estos temas y que puedan perseguirlos conforme a una normatividad implementada desde una visión metropolitana”, dice el presidente de la asociación.

El paradero de Tasqueña se ubica en la colonia Campestre Churubusco de la alcaldía Coyoacán. En 2022, las personas denunciaron 384 delitos en ese lugar, esto quiere decir que casi una tercera parte de los crímenes ocurrieron en la zona de transporte público.

La inseguridad que se vive en el transporte público de la Ciudad de México es un problema preocupante. Más del 70% de los habitantes de la capital tiene miedo de utilizar algún medio de transporte. Este es el espacio en el que sienten menos seguridad, solo después de estar en un cajero bancario.

Hasta noviembre de 2022, solo el Metro de la Ciudad de México atendía entre 70 y 95 millones de pasajeros al mes, sin contar el flujo de la Línea 1 y la Línea 12 que son reparadas.

Las estadísticas de movilidad dejan ver que cada vez hay más personas utilizando el transporte público, mientras la fiscalía capitalina sigue abriendo investigaciones por la violencia que no cesa en los paraderos.