Los hijos de 'Athos' viajaron a Turquía junto con su entrenador, Edgar Martínez, para ayudar en las labores de búsqueda y rescate.
‘Orly’ y ‘Balam’, los dos perros rescatistas de la Cruz Roja mexicana que fueron enviados a Turquía para ayudar tras el terremoto del pasado lunes, son hijos de ‘Athos’, héroe del sismo del 19 de septiembre en México y cuyo asesinato dio origen al primer juicio y condena en México por maltrato animal.
“Ellos son nuestros caninos que viajan a Turquía en apoyo a las víctimas, todos especialistas en búsqueda y rescate”, compartió la Cruz Roja a través de su cuenta de Twitter, en la que posteó las fotos de ‘Orly’, ‘Balam’, ‘July’ y ‘Rex’.
‘Orly’ y ‘Balam’, ambos de raza Border Collie, viajaron al país del Medio Oriente como parte del equipo de binomios caninos para apoyar en la búsqueda y rescate de las víctimas del terremoto.
Los cuatro binomios caninos certificados salieron en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, rumbo a Turquía la mañana del 7 de febrero, y ya han localizado a algunas víctimas.
El canciller Marcelo Ebrard Casaubón expresó que los lomitos rescatistas “son el corazón” del equipo de brigadistas que se encuentra en Turquía y Siria.
Además de los perritos de la Cruz Roja, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) envió 10 canes de rescate, mientras que la Semar llevó dos.
El asesinato de Athos y Tango fue el primer caso de maltrato animal por el que se llevó un juicio penal en México y por el que se aplicó una sentencia de 10 años y seis meses en prisión, además del pago de más de 2 millones de pesos como reparación del daño.
Benjamín, de 60 años, fue el responsable de haber envenenado a ambos perros en Querétaro. El hombre era vecino de Edgar Martínez, dueño y entrenador de ‘Athos’ y ‘Tago’, a quienes dio de comer salchichas envenenadas.
La jueza del caso consideró que había pruebas suficientes para declararlo culpable, pues no solamente había un video, sino que anteriormente Benjamín reveló sus intenciones de asesinar a los perros rescatistas.
Al darse a conocer la noticia del asesinato, usuarios en redes sociales y asociaciones de protección animal lamentaron el hecho y pidieron castigar al responsable, lo que ocurrió un año después, en 2022.
‘Athos’ era un can de raza Border Collie, certificado internacionalmente ante la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate y por la Cruz Roja Mexicana. Participó en la localización de personas sepultadas por el terremoto del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México.
“Sabemos que estás en paz y feliz, sin guardar rencores para quien te hizo esto y que tu legado perdurará por siempre en nuestros corazones. Sigue tu nariz hacia la felicidad”, dijo la Cruz Roja tras su muerte.
Por su parte, Tango era un perrito rescatista en el estado de Querétaro, pero su principal labor era ayudar en terapias a niños con Síndrome de Down y a pacientes con ansiedad o estrés postraumático.
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