‘El Rey’ Zambada acusa sobornos de 250 mil dólares al mes para traficar en el AICM

Jesús “El Rey” Zambada, exintegrante del Cártel de Sinaloa, controlaba el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) del 2000 al 2008, cuando fue arrestado.

La mañana de este lunes continuó su testimonio en el juicio contra Genaro García Luna sobre cómo operaba el tráfico de cocaína con la complicidad de corporaciones federales como la Agencia Federal de Investigación (AFI), elementos de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Federal de Caminos y Puertos.

A través de Óscar Paredes, un abogado que trabajaba para el Cártel de Sinaloa como enlace con todos los funcionarios del gobierno federal, pagaba 250 mil dólares al mes para que se los entregara a Luis Cárdenas Palomino, exdirector de Seguridad Federal de la Policía Federal durante el sexenio de Felipe Calderón, para trabajar en el AICM. “Eran íntimos amigos (Paredes y Palomino)”, dijo.

“El Rey” dijo que “era una forma segura de trabajar” y tenía entendido que el dinero que daban era para repartir entre las manos de “Bayardo, Pequeño, Rosas y Fidel”, dijo sin dar los nombres completos.

Los mismos agentes federales descargaban los charters provenientes de Venezuela que simulaban ser viajes turísticos y traficaban la cocaína que les permitía el gobierno controlar porque se sacaba por la aduana. En esa época a cargo del AICM estaba un funcionario de nombre Guillermo Báez.

Recibían la cocaína en jets privados y también en vuelos turísticos a través del equipaje, y llegaban entre 200 y 250 kilos por vuelo. “Los mismos oficiales bajaban la cocaína”, añadió.

Paredes trabajaba en la Procuraduría General de la República (PGR) y a la vez era el enlace con el Cártel de Sinaloa.

El ahora colaborador de la fiscalía estadounidense inició su testimonio la mañana de este lunes y dijo haberse reunido una vez con Genaro García Luna en un restaurante de nombre Champs Ellyssées, ubicado en Paseo de la Reforma, frente a la embajada de Estados Unidos.

“El Rey” Zambada reconoció que él era uno de los líderes del Cártel de Sinaloa y que entre sus tareas estaba controlar el trasiego de cocaína en el AICM y hacía lo posible por proteger a su hermano Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los principales líderes del Cártel de Sinaloa y quien hasta hoy se encuentra prófugo de la justicia mexicana y estadounidense.