Seguridad de Morelos rechaza secuestro exprés de obispo; CEM pide no especular
El comisionado de Seguridad estatal, José Antonio Ortiz, solicitó al fiscal Uriel Carmona que sustente su versión sobre el presunto secuestro exprés del obispo Salvador Rangel.
El comisionado de Seguridad estatal, José Antonio Ortiz, solicitó al fiscal Uriel Carmona que sustente su versión sobre el presunto secuestro exprés del obispo Salvador Rangel.
El almirante retirado y comisionado de Seguridad Pública del Estado de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, negó la versión de la Fiscalía local sobre el presunto secuestro exprés del obispo Salvador Rangel.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) alertó que desde el 27 de abril desconocía el paradero del obispo Emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero.
“Solicita enérgicamente a las autoridades de los tres niveles de gobierno su pronta y decidida intervención para la localización del monseñor Rangel Mendoza. Hacemos un llamado al Gobierno federal, a los gobiernos de los estados de Morelos y Guerrero y a las autoridades municipales correspondientes para que actúen de manera coordinada y eficaz a fin de traer de regreso a casa, sano y salvo a nuestro hermano obispo”, publicó la CEM el 29 de abril.
Más tarde, confirmó que el obispo Salvador Rangel estaba hospitalizado en Cuernavaca, Morelos, y adelantó que pronto daría a conocer las circunstancias.
Sin embargo, luego de su visita al hospital, el fiscal Uriel Carmona aseveró que la primera línea de investigación era un secuestro exprés.
“Lo que estamos investigando es la posibilidad de que haya sido víctima de un secuestro exprés, donde pudieron haberle privado de algunas cantidades de dinero en cajeros automáticos. Esa es la línea que estamos ahorita trabajando. Cabe decir que estuvimos en comunicación constante con las autoridades de Guerrero, tanto con el Gobierno del Estado como con la Fiscalía de Guerrero”, mencionó el funcionario.
Su versión contrastó con las declaraciones del comisionado de Seguridad Pública, José Antonio Ortiz Guarneros, quien descartó que el obispo haya sido víctima de ese delito.
“Se hicieron algunas declaraciones de que fue un secuestro exprés, nosotros pensamos que no, pero el fiscal tendrá que demostrar por qué sí fue un secuestro exprés, con base en qué lo dijo (el fiscal Uriel Carmona)”, detalló.
Por separado, la Conferencia del Episcopado Mexicano solicitó evitar “conjeturas y especulaciones” del caso hasta que el obispo guerrerense rinda su declaración.
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