Adoptan a Blacky, el lomito que se hizo viral tras el robo de su cobija en Iztapalapa

Después de viralizarse el video donde un hombre le roba su cobija mientras dormía en una caja, Blacky, también conocido como El perro del 8, finalmente fue adoptado y ahora tiene una nueva vida llena de amor y cuidados.

Hace unos días, un video captado en la esquina de Avenida 5 de Mayo y San Ignacio, en la alcaldía Iztapalapa, se volvió tendencia en redes. En las imágenes se observa a un perrito callejero durmiendo en una caja, cuando un hombre, aparentemente en situación de calle, se le acerca y le arrebata la cobija que lo protegía del frío.

El lomito, desconcertado, le ladra al sujeto y trata de recuperar su prenda, pero no lo logra. La escena generó una ola de indignación y empatía en internet, donde muchos usuarios se preguntaban por el destino del tierno can, conocido en la zona como El perro del 8.

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¿Por qué lo llaman “El perro del 8”?

Esther Díaz, administradora de la página Perritos y Gatitos en Apuros CDMX, fue quien dio a conocer más detalles sobre la historia del perrito. Explicó que en la colonia lo apodaban El perro del 8 porque, al igual que el personaje del Chavo del 8, no tenía una casa y dormía en una caja de cartón.

“Le decimos el perro del 8 porque llegó a este vecindario y se acomodó en una cajita como el Chavo del 8 en un barril”, explicó Díaz.

Blacky encuentra un hogar

Tras la difusión del caso, Esther lanzó una campaña en redes sociales para encontrarle un hogar digno a Blacky. En menos de 24 horas, una joven interesada en adoptarlo fue seleccionada tras una evaluación para garantizar el bienestar del perrito.

Finalmente, el pasado 22 de junio, se concretó la adopción. Angie RS fue quien abrió las puertas de su casa —y su corazón— para recibir al lomito, asegurando que “nunca más volverá a tener miedo”.

La nueva “humana” de Blacky también compartió con emoción que el lomito ya tuvo su primer día de trabajo, ya que la acompañará todos los días como su compañero fiel.

La historia de Blacky se suma a las muchas que demuestran cómo una acción de empatía puede transformar por completo la vida de un ser vivo. De dormir en una caja en la calle, ahora Blacky duerme en su hogar, rodeado de cariño y cobijado, literalmente, por una familia.

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