Rhonda Keen entiende por qué Lake Tahoe atrae a tanta gente. Está el lago en sí, kilómetros de playa a lo largo de agua azul cobalto, el esquí y el snowboard en Sierra Nevada, y los encantos de los pequeños pueblos de montaña.

Diciembre suele ser uno de los meses más ocupados por los turistas, pero se suponía que la nueva orden de confinamiento de California pondría fin a todo eso. Las autoridades locales pidieron a los visitantes que respeten las medidas de contención, que indican a las personas que se queden en casa y eviten viajes innecesarios.

Sin embargo, para sorpresa de Keen y otros residentes, los turistas siguen llegando. Hacen reservaciones, llegan a las tiendas de comestibles locales y salen a las pistas de esquí.

Un Dorado de contagios

“¿Quienes son esas personas? ¿Por qué no están en casa? Keen se preguntó recientemente mientras estaba sentada en medio del tráfico en el camino hacia South Lake Tahoe, una ciudad en la parte inferior del lago.

La orden de California de quedarse en casa se produjo durante el período más oscuro de la pandemia en el estado, con casos en aumento y hospitales sobrecargados. El condado de El Dorado, donde se encuentra parte del lago Tahoe, reporta cientos de casos nuevos a la semana.

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Pero la aplicación laxa de la ley y la ubicación única de Tahoe han complicado los esfuerzos para mantener a raya a los visitantes. El lago se extiende a ambos lados de California y Nevada. El lado de Nevada está abierto a los turistas y tiene muchas menos restricciones. Las casas de vacaciones y los Airbnbs en toda la región continúan recibiendo huéspedes, mientras que las estaciones de esquí, exentas de cierre por orden de California, también continúan operando.

La realidad ha dejado a una región que depende del turismo atrapada entre “la espada y el Covid”, dijo Scott Robbins, excandidato al Concejo Municipal y trabajador a distancia. Las empresas están luchando y necesitan la afluencia de turismo para mantenerse a flote. Sin embargo, muchos también se preguntan cómo mantenerse a salvo y prevenir un brote que podría abrumar a los hospitales locales. Se espera que la orden de quedarse en casa expire pronto y los residentes no saben cómo proteger a la comunidad.

“Necesitamos a esos turistas”

“Casi no importa lo que hagamos”, dijo Keen. “Tenemos tanta gente que viene de afuera… necesitamos a esos turistas para que todos podamos tener trabajo y pagar el alquiler, pero con los turistas viene el riesgo. Todo lo que se puede hacer es tratar de mitigarlo”.

Lake Tahoe ha sido durante mucho tiempo un destino en el Estado Dorado, con una economía centrada principalmente en el turismo. Bajo el primer confinamiento en la primavera, con las estaciones de esquí cerradas y Nevada bajo restricciones similares, el área era una ciudad fantasma, dijo Chris Fiore, gerente de comunicaciones de South Lake Tahoe. Pero después del cierre de meses, los visitantes hambrientos de vacaciones inundaron la región durante el verano, creando tráfico, problemas de basura y multitudes que algunos residentes describieron como similares al 4 de julio durante toda la temporada.

Un espejismo de verano

“La temporada de verano fue como unas vacaciones de primavera en las playas. Fuimos a la playa una vez y tuvimos que escondernos con máscaras en la línea de árboles”, dijo Chelsea Altman, quien se mudó a la casa de su familia en el área en marzo. “A la gente no le importa”. Altman tuvo que dejar su casa en Los Ángeles y desde que llegó a Tahoe ha evitado casi por completo los espacios públicos porque tiene un trastorno del sistema inmunológico que la hace más susceptible a las infecciones.

Aunque este mes no ha estado tan ocupado como el verano, las nuevas familias llegan a propiedades en renta para vacaciones, las tiendas de comestibles están más llenas de lo habitual y la aplicación de la orden no existe, informan los residentes. South Lake Tahoe registra quejas, dijo Fiore, pero no tiene la capacidad de llamar a todas las puertas de la ciudad.

Educar a los que vienen de fuera

“Hemos visto a personas que llegan a la ciudad y que lo más probable es que no vivan aquí. No podemos poner una puerta sobre Echo Summit y verificar las identificaciones cuando la gente entra”, dijo Fiore. “Si la gente va a venir, lo mejor que podemos hacer es educarlos sobre cómo mantener a la gente segura”.

La oficina del sheriff del condado de El Dorado dijo que se enfocará en la educación en lugar de hacer cumplir la orden de quedarse en casa. Heavenly Village, un centro comercial y de entretenimiento, ha animado a la gente a venir a la zona durante las vacaciones y dijo: “Actualmente no hay multas, tarifas o evaluaciones de cumplimiento para viajar a South Lake Tahoe o las propiedades de Nevada”.

La frustración local

Eso es frustrante para residentes como Keen, un agente de bienes raíces cuyo esposo es el primero en responder y recientemente tuvo Covid-19.

“Sé que (el turismo) es una gran parte del alma de esta ciudad. Es una gran parte de mi negocio personalmente, pero al mismo tiempo no quiero enfermarme. No quiero que mis amigos y familiares se enfermen”, dijo.

Robbins, el excandidato al Concejo Municipal, fue uno de los primeros casos documentados de Covid-19 en la región y todavía sufre síntomas. Dice que también está frustrado por la falta de aplicación y apoyo significativo para las empresas locales.

“Cuando ocurrió el confinamiento por primera vez, los cheques de ayuda y los apoyos por desempleo posibilitaron  que a pesar de no tener empleo se pudiera llevar comida a la mesa. Necesitamos estar en confinamiento, pero no hay ayuda”, dijo.

Hay gente, pero no alcanza

A pesar del turismo continuo, las empresas locales dicen que están luchando y viendo muchos menos clientes de los que normalmente verían.

“Ahora que no vamos a hacer asientos al aire libre, se está poniendo difícil”, dijo Kyle McQueen, gerente general de Sonney’s BBQ Shack Bar & Grill, ubicado en el vecindario Y de South Lake Tahoe, a más de tres kilómetros del agua. “Despedí probablemente a 85% de mi personal. Apenas mantenemos nuestras puertas abiertas”.

“Aquí es un destino turístico. Son los que nos dan negocio”, agregó. “No tenerlos aquí arriba probablemente nos haga más daño que ayudarnos”.

Aaron Abrams, el dueño de Free Bird, un café que sirve chai casero y batidos orgánicos, ha despedido a casi todos sus trabajadores, y con los camareros y cantineros en toda la ciudad sin trabajo, el negocio de los lugareños también se ha reducido.

“Me preocupa la salud de las personas y la seguridad pública”, dijo Abrams. “Pero en lo que respecta al negocio, es difícil seguir adelante. Está pasando factura “.

La ciudad de South Lake Tahoe está tratando de apoyar a las empresas, dijo Fiore, y recientemente aprobó un programa de reembolso por 100,000 dólares para que los restaurantes que envían pedidos compren contenedores para llevar y otros artículos para los alimentos. Pero, agregó Fiore, la orden de quedarse en casa es una parte importante de la reapertura de Tahoe.

“Cuanto más sigamos estas órdenes, más pronto podremos regresar al South Lake Tahoe que conocemos y amamos”.

Robbins ve el turismo continuo y los negocios en dificultades como un fracaso local y nacional.

“Nuestra pequeña ciudad no puede imprimir dinero”, dijo Robbins. “Sin la ayuda del gobierno federal, una ayuda realmente significativa, la gente seguirá necesitando servir a la industria del turismo. Veremos más enfermedades, el hospital solo se llenará más y los trabajadores de servicios saldrán más afectados”.

Traducido por Andrés González