Demócratas alistan propuesta para abrir a indocumentados una vía a la ciudadanía en EU

La administración Biden y los congresistas demócratas presentarán formalmente una legislación en la casa de representantes el jueves que podría reestructurar las leyes migratorias y abrir un camino a la ciudadanía para los millones de migrantes indocumentados en EU.

Después de dos décadas de no conseguir avances significativos en la reforma migratoria, Joe Biden y sus aliados del Capitolio están renovando los esfuerzos que el nuevo presidente ha dicho son una prioridad de su política interior.

La propuesta, que surge del marco que Biden presentó durante su primer día en el cargo la presentará la congresista de California Linda Sánchez, y en el senado, el senador Bob Menendez de Nueva Jersey, ambos demócratas con experiencia para negociar las leyes de migración en el Congreso.

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La pieza central de la legislación es un camino de ocho años para conseguir la ciudadanía para los casi 11 millones de indocumentados, dijeron funcionarios de la Casa Blanca en una llamada con reporteros el miércoles en la noche.

Bajo el plan, los migrantes indocumentados elegibles podrían vivir y trabajar en EU. Después de cinco años, podrían solicitar la green card, lo que les daría estatus permanente en EU y la oportunidad de ganar la ciudadanía después de tres años más.

Algunos migrantes, incluyendo los trabajadores del campo o los que cuentan con estatus temporal porque huyen de la guerra y los desastres naturales y los indocumentados que llegaron de niños a EU serían elegibles para solicitar la green card inmediatamente, dicen los funcionarios. Después de tres años, podrían aplicar para convertirse en ciudadanos.

Para evitar problemas en la frontera, los solicitantes tendrían que haber estado en EU antes del 1 de enero de 2021 y pasar todos los controles de seguridad nacional y de crimen, pagar impuestos y pagar sus solicitudes.

La propuesta también tiene la intención de simplificar y hacer crecer el sistema legal de migración al eliminar las restricciones para las familias y en las visas de migración ofrecidas por los patrones. Los cónyuges, socios legales e hijos de residentes permanentes quedarían exentos de los límites por país, lo que facilitará que se reúnan con los familiares que ya están en EU. También se incluyen explícitamente a la las parejas del mismo sexo como familiares cercanos.

Otro aspecto del plan rechazaría las reglas de migración de la era de Clinton que impiden que los migrantes que dejaron EU regresen legalmente al país durante tres hasta 10 años después, dependiendo de cuánto tiempo hubieran estado ilegalmente en el país. También se cambia el término “alien”, o extraños al de “no ciudadanos” ya que los defensores de los migrantes siempre han dicho que esa palabra es deshumanizante.

El congreso ha tratado sin éxito de transformar las leyes durante las últimas décadas porque se apegan a una fórmula que tiene la intención  de atraer el apoyo bipartisano que condiciona el camino para obtener la ciudadanía a la seguridad fronteriza y a la aplicación de las leyes.

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Este nuevo proyecto de ley se sale de este molde. En lugar de enfocarse en la seguridad fronteriza como componente central de la legislación, dijeron los funcionarios de la Casa Blanca  y explican que la ley pretende atender la “raíz de las causas” de la migración.

Con este fin, invertirá 4 mil millones de dólares durante cuatro años en El Salvador, Guatemala y Honduras con la esperanza de evitar que la gente huya como resultado de la pobreza y la violencia. La ley establecería centros de procesamiento a lo largo de toda la región en donde la gente de Centroamérica podría aplicar para un estatus de refugiado para poder llegar legalmente a EU. Un oficial dijo que el objetivo era detener el flujo de migrantes a la frontera de EU, un viaje que es cada vez más peligroso.

La reforma se va a enfrentar a un camino cuesta arriba ya que los demócratas no tienen una gran mayoría ni en la casa de representantes ni en el senado. Para que se apruebe la ley en el senado se necesita el apoyo de al menos 10 republicanos, que son muchos porque se trata de un tema que cada vez divide más a los partidos. Durante el gobierno de Trump, los republicanos apoyaron las políticas de línea dura y aislacionistas  de su presidente para la furia de los demócratas y los independientes.

Los funcionarios evitaron responder cómo planea Biden proceder si no gana el apoyo de los legisladores republicanos. El senado se encuentra dividido 50-50 y algunos activistas están presionando a Biden para que utilice una táctica parlamentaria que permitiría a los demócratas aprobar ciertas medidas migratorias sin el apoyo de los republicanos.

“Nos estamos enfocando en que se apruebe la ley”, dijo un funcionario de alto rango de la Casa Blanca durante la llamada, y agregó que “es muy pronto para especular” sobre los prospectos o el camino legislativo que se tomará.

Durante el primer día en funciones, Biden se dispuso a desbaratar muchas de las políticas migratorias de su predecesor y a conservar el programa DACA de Obama que protege a los migrantes que llegaron a EU como niños, a detener la construcción del muro fronterizo y a acabar con la prohibición de entrada a los viajeros provenientes de países musulmanes.

Aunque los presidentes tienen autoridad en temas de migración hay límites en lo que pueden lograr con una orden ejecutiva. Esto funcionó cuando Trump trató de acabar con el programa DACA y dejó a cientos de miles de posibles beneficiarios en el limbo en medio de una batalla legal.

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En un programa de CNN, Biden expresó su interés de que se realice una transformación profunda que establezca un camino a la ciudadanía para los 11 millones de migrantes indocumentados que se calcula viven en EU. También dijo que estaba abierto a un programa dirigido que podría ayudar a grupos más pequeños a obtener la ciudadanía mientras tanto.