Emergencia

Acostumbrarnos al uso de una palabra puede ser peligroso. Al final de cuentas, luego de un proceso de normalización, el significado verdadero de ésta puede perderse en su uso y abuso. 

Nos hemos acostumbrado al uso de términos como “calentamiento global” y peor aún: “cambio climático”. A usar una bolsa de tela  cuando vamos al supermercado y a poner atención a las etiquetas que indican el origen políticamente correcto del producto que vamos a consumir. Sirve de nada. 

“Vivimos tiempos de desamparo y exclusión en los que nos vemos a nosotros mismos como víctimas de un proceso que parece imposible de entender y detener”, dice Francisco Serratos en El capitaloceno (Festina, 2020) y en tal planteamiento evidencia el que quizá sea el principal error de esta situación. Hemos aprendido a creer que en medio de todo esto que estamo viviendo seguimos siendo el centro -acaso protagonista- de una mera situación y no una emergencia: aunque haya que leerlo miles de veces: nosotros somos la causa directa de esto que está consumiendo al mundo. 

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Hablar de “cambio climático” es quitarle el peso que tiene este fenómeno como algo que está relacionado con la manera en que consumimos el planeta (así como se lee: consumimos el planeta) y una muestra de la absurdidad que podemos alcanzar como especie. 

Estamos viviendo un momento clave en la historia en el que tenemos la posibilidad de viralizar el conocimiento y las propuestas para solucionar esta emergencia  y sin embargo seguimo hablando del último berrinche de Kanye West, la fantasía onanista del día de Elon Musk o el balbuceo matutino en la prédica estadista pro combustóleo. Al hacerlo dejamos que la noticia del día pierda relevancia. La noticia del día: es que habla de nuestras meras posibilidades de sobrevivir.

Hay que hablar del planeta herido que somos (como lo menciona Donna Haraway) y a partir de ahí crear las conversaciones que necesitamos: es más que nunca una cuestión de vida o muerte. Nos estamos quemando cuando se queman los bosques y con cada especie extinta también nos estamos muriendo. Si se muere este planeta nos morimos en él y ello, no tiene vuelta de hoja. Estamos a tiempo y podemos empezar con una revisión de la forma en que lo hablamos.

Miguel Ángel Ángeles es escritor, periodista, locutor y productor en Aire Libre 105.3 FM y gestor cultural. Ha escrito para medios como Vogue, RollingStone, Esquire, Código,  El Universal entre otros, y colaborado en Imagen Radio, Ibero 909, Reactor y Bullterrier FM. Cree en la emergencia y en la necesidad urgente de que haya un cambio radical al respecto.