#SeLograPorqueSeLogra

Hace exactamente un año llevábamos dos meses en confinamiento, ya estábamos hartos, pero también comenzábamos a resignarnos a que ese sería el cotidiano durante las siguientes semanas, no queríamos aceptar lo evidente, que serían meses.

También estábamos llenos de incertidumbre: ¿qué iba a pasar con todo aquello que nos movía, lo que nos gustaba, nuestras rutinas? Si salíamos a la calle nos encontrábamos con nuestro café favorito cerrado o veíamos vacía la esquina donde hasta hace muy poco compramos el desayuno antes de llegar a la oficina. Fue un momento extraño, yo aún no me atrevo a verbalizar.

Pero por aquellos días recibí una llamada de una de esas personas que nunca se están quietas y que no se rinden hasta que lo que imaginaron lo ven una realidad, me invitó a colaborar en el que se convertiría en uno de esos proyectos inesperados que nos revelan la generosidad de la gente a nuestro alrededor. Hace exactamente un año estábamos nerviosos, la idea era apoyar, con lo que sabemos hacer, a tres editoriales independientes que, al igual que el resto de la humanidad, se preocupaban por el futuro.

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Miguel Ángel Ángeles y Mariana H me hicieron parte de su idea y logramos cinco horas de transmisión continua en la que cada uno de los participantes dio, sin ninguna retribución, su tiempo. #SeLograPorqueSeLogra nos ocupó varias juntas, muchas horas de trabajo y organización, era un proyecto totalmente desinteresado, pero que reclamaba tiempo para que saliera lo mejor posible. Todos motivados por el enorme cariño que le tenemos a alguien que, a su vez, le tiene un enorme cariño al mundo editorial y así lo ha demostrado siempre, Ariana González Santos. La pandemia nos hizo acomodar los afectos, aquellos que queremos alimentar, pero también los que agradecemos y que urgen por una pausa. A eso también nos trajo este momento histórico, ¿lo han pensado?

Esto viene a cuenta porque, a diferencia de justamente hace un año, hoy comenzamos a retomar nuestra vida. La jefa de gobierno dijo ayer que la Ciudad de México está en semáforo amarillo, pero que prácticamente estaba en verde, imagino que, en los próximos días, la vida que conocimos antes de la pandemia hará su reaparición. Todos lo hemos notado: restaurantes, antros y muchos negocios están funcionando casi al ritmo en que lo hacían en 2019. Cada vez es más la gente que está en las calles,  cada vez son más frecuentes las invitaciones a comidas, desayunos o reuniones. Las terrazas que, hasta hace muy poco, eran la única alternativa para la convivencia colectiva, cada vez lucen más llenas. Aunque justo este apresurado reencuentro con la vida ha evitado, tal vez, reflexionar sobre cómo el mundo que nos aguarda urge porque no seamos los de siempre. 

Esa donación nació del amor, voces tan distintas y tan necesarias, todas juntas, contrastan con las que escuchamos ahora tan radicalizadas en víspera de la elección. La empatía que nació, en muchos sentidos, se apagó. Esas distancias, esas diferencias tendrían que ser motor para convertirnos en una sociedad mucho más abierta al diálogo, más dispuesta a reconocer las posibilidades de construir un entorno en el que quepamos todos a partir de nuestras diferencias. Aceptar que todos tenemos y no razón, y que esto no es factor que nos impida darnos la mano, ¿o en verdad queremos regresar, salir y ser los mismos? Yo creo que aún hay chance, yo creo que #SeLograPorqueSeLogra.

*Alan Ulises Niniz es jefe de información en Imagen Noticias con Yuriria Sierra en Imagen Televisión. Ha colaborado en Nexos, Proyecto 40 y Dónde ir.