En este nuevo ciclo te invito a que te subas conmigo a la alfombra mágica del despertar espiritual porque todo vive en ti.
Tu eres la medicina. Foto by Marco Cabral
En este territorio de las energías hay mucha tela por cortar sobre el paso a la famosa quinta dimensión, aquella en que la comprensión es intuitiva, la comunicación telepática, la división creada por fronteras y banderas se dispersa, los defensores de países y doctrinas se esfuman.
Esa dimensión en donde no se ve todo a favor o en contra, en donde se lee entrelíneas, las ideas florecen y la discrepancia es bienvenida.
Desde hace varias décadas que mi trabajo, la creación de libros y canciones, el sistema de mindfulness, mis clases y formaciones que comparto así como mis escritos, tareas periodísticas y mi práctica personal y comunitaria van en este camino.
Intentando ser coherente como creadora, manifestadora, lideresa, emprendedora, mamá, hermana, hija, amiga, maestra, discípula. Coherente con una mirada transformadora de la vida que transitamos para que cada persona que tiene que ver conmigo sienta la expansión de su campo electromagnético y el despertar de la inteligencia de su corazón.
Para que esto pase hace falta constancia, práctica y maestros espirituales que guían mis pasos desde que soy una niña y que pertenecen a linajes directos de alta sabiduría como el sufismo, budismo, judaísmo, hinduismo, incluyendo músicos, escritores, niños, seres sintientes que inspiran mi vida en cada respiración.
No les cuento esto con ánimo de que lean mi biografía sino porque en el momento que encuentras mis palabras tu también sientes el llamado del anhelo espiritual, de la búsqueda de respuestas que abren nuevas y más profundas preguntas.
¿Entonces por dónde comenzar en este cierre de ciclo para abrirnos a la verdadera quinta dimensión?
La quinta dimensión vive en ti y en mí, late dentro de tu pecho cada vez que tu corazón bombea sangre y te recuerda que ahí hay un centro de inteligencia superior para conocer y honrar.
La quinta dimensión está entre tus cejas en puntos maestros de tu biología con glándulas especialmente diseñadas para que pase la luz y el conocimiento.
La quinta dimensión se activa cuando tomas distancia de lo que te dice el ‘status quo’, de lo que quieren que repitas como loro, cuando puedes ver la película completa y entender la lectura entrelíneas.
La quinta dimensión se despierta cuando cuestionas, preguntas, indagas, investigas y te educas sin que la opinión de los demás sea lo que te guía.
Cuando te atreves a disentir, a decir que no, a poner límites, a abrir otras puertas, cuando reconoces que te aburres con lo que vienes haciendo y escuchas a las musas de la creatividad para tomar otros rumbos.
La quinta dimensión no es la vemos en las redes sociales que postean “seres iluminados” sino la que reconoces cada vez que te miras al espejo y encuentras tu mirada ávida de curiosidad frente al gran misterio mientras te das permiso para desobedecer y salir de la timidez educativa y cultural que te tiene paralizado.
La quinta dimensión se despierta con la inteligencia del corazón. En este nuevo ciclo te invito a que te subas conmigo a la alfombra mágica del despertar espiritual porque todo vive en ti.
Tu eres la medicina.
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