Sólo por cómo te ven: ¿existe en México el perfilamiento racial?

Sabemos que la respuesta es sí, mucha de la discriminación racial reproducida en nuestro país viene del racismo institucional que se estableció desde la Colonia y que, aunque seamos un Estado firmante de tratados internacionales de protección a los derechos humanos, seguimos replicando el racismo en México. Llamamos perfilamiento racial a una forma de discriminación en la que agentes del Estado vigilan, acosan, siguen, detienen o inquieren los documentos de personas racializadas en sentido negativo, como indígenas, afrodescendientes, negras o de tono de piel oscuro únicamente por la forma cómo se ven y sin motivos objetivos o suficientes.

Ahora bien, el perfilamiento racial en la migración se materializa en dos narrativas: una primera que considera que las personas migrantes racializadas en sentido negativo, como indígenas, afrodescendientes o negras son peligrosas, delincuentes o traen más problemas a los lugares a los que llegan. Ignorando que muchas de ellas son obligadas a salir de sus lugares de origen debido a la violencia, los efectos del cambio climático o las desigualdades estructurales. En una segunda, considera que las personas racializadas son personas migrantes en situación irregular, por ejemplo, los casos de aquellas personas afromexicanas que fueron detenidas por el Instituto Nacional de Migración, internadas en centros de alojamiento y deportadas a países de los cuales no eran nacionales. Aún contando con la documentación que les reconocía como nacionales mexicanos.

Desde RacismoMX, enviamos 141 solicitudes de acceso a la información preguntando a distintas autoridades estatales y federales por aquellos actos que devienen o son consecuencia del perfilamiento racial. Particularmente, enviamos solicitudes a las 32 fiscalías del país inquiriendo sobre dos cosas: los delitos que suelen ser imputados a personas migrantes y las denuncias por tortura presentadas por personas migrantes. 

Algunos de los resultados fueron los siguientes:

1. La mayoría de las autoridades cuestionadas consideran discriminatorio considerar como criterio de información recabar algunas características étnico raciales como el tono de piel, en las carpetas de investigación, sin embargo, encontramos en diversas descripciones de hechos estas categorías, como “era un hombre moreno”, “tez morena” o “negra”;
2. En algunos estados existe la coincidencia de que las nacionalidades que más carpetas de investigación de personas migrantes tienen abiertas son de personas estadounidenses, hondureñas y salvadoreñas. Por ejemplo, la fiscalía de Zacatecas señaló que las personas estadounidenses poseen más carpetas de investigación por delitos como sustracción de menores o violencia familiar, mientras que las personas hondureñas, por narcomenudeo, asociación delictuosa o secuestro. La diferencia es que los primeros suelen ser delitos denunciados por las personas víctimas y los segundos, las autoridades las persiguen de oficio.
3. Las denuncias de personas migrantes por tortura son en un 99% hechas por hombres y 1% de mujeres, esto puede ser por falta de información o por el estigma de la tortura hacia las mujeres. Además, esas mujeres que la denunciaron son colombianas.
4. Hay una falta de información de las autoridades para levantar información exacta: encontramos que cuando se trataba de personas afrodescendientes, muchas veces lo reducían a nacionalidad africana.

Proponemos que el perfilamiento racial se reconozca como una violación a los derechos humanos de carácter compuesto. No se agota en el acto de detener, vigilar, acosar o inquirir los documentos, sino que es la puerta que permite que se generen otras violaciones y ocasiona impactos directos e indirectos. De manera directa, trae como consecuencia controles migratorios desproporcionados que se manifiestan en detenciones arbitrarias, privaciones de la libertad, y en ocasiones, tortura. De manera indirecta, el perfilamiento racial obstaculiza el acceso a otros derechos y genera miedo o estrés colectivo por pertenecer al colectivo sujeto a los perfiles raciales.