El mejor candidato de la oposición

A estas alturas, muchos se preguntan: ¿Dónde está escondido el mejor candidato o la mejor candidata de la oposición? 

¿Será que acaso está en el rostro de la otrora periodista que se sentó en la cama de la niña Paulette? 

¿O será mejor apostar por la juventud, divino tesoro -que puede ser bien dirigida, pulida, por los poderes económicos del norte y del centro, más los poderes fácticos-, aunque actualmente sólo gobierna una alcaldía? 

Contrario a lo que muchos piensan, el mejor opositor al gobierno no está hoy en un partido político. 

La oposición hoy por hoy está en los medios de comunicación. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador dice con sarcasmo lo que es digno de estudio y para tomarse en serio, al menos por quien esto escribe: “Están completamente ladeados, nada más están de un lado, no hay equilibrio, todas las estaciones de radio en contra de nosotros, le buscan, le cambian y todos los conductores de radio, hombres y mujeres en contra, no hay quienes puedan defender alguno de los planteamientos nuestros, pero un desequilibrio total, no hay objetividad, equilibrio, son completamente tendenciosos. A lo mejor los dueños no lo saben… Están desatados. Yo salgo a caminar y voy escuchando la radio, es impresionante la campaña. Muy fraternamente, (hagan) una revisión, todos en contra”. 

Sobre el expresidente Enrique Peña Nieto, a quien por alguna razón AMLO la mayoría de las veces no llama por su nombre, y el poder mediático, el presidente comentó en otra ocasión: “Fíjense lo que pasó después aquí en nuestro país. Casi, casi los medios pusieron a un presidente. Lo encumbraron”. El telepresidente, le puso el mote si no me equivoco Jenaro Villamil. 

La reflexión del actual presidente se cae a pedazos cuando al final lo que en verdad él quiere no es un verdadero equilibrio, sino la defensa de su gobierno o como él llama “la cuarta transformación”, como suele hacerlo La Jornada, uno de los dos medios más beneficiados con publicidad gubernamental (el otro es una televisora y en cierta forma tiene lógica por ser la de mayor alcance). O como lo hacen los llamados youtubers, Regeneración, El Soberano, El Diario Basta (Grupo Cantón), Polemón y demás. 

De la lista de 40 y tantos aspirantes a la candidatura presidencial de la oposición presentada en las mañaneras, lo cierto es que no se hace uno completo, porque faltan consensos o porque el perfil no le ‘checa’ a muchos. 

En cambio, la gente puede ver que la verdadera oposición está hoy concentrada en las mesas de análisis, en el reportaje ‘bomba’ -o filtración- de los jueves en Latinus, en el sketch de Brozo, en los moneros que no se “cuadran” ante la 4T. 

El mejor argumento contra el actual gobierno se esgrime justo ahí y es precisamente en estos espacios donde se deberá apuntalar a quien sea, cuando sea, el candidato de la oposición al actual gobierno. 

Entonces, la batalla no estará en la plaza pública, donde sabemos que el movimiento lopezobradorista puede arrasar y ganar, como en la marcha del 27 de noviembre pasado. 

La batalla será por conquistar a esa clase media, completa, desencantada, enfadada o a disgusto con el actual gobierno. Se antoja difícil, más no imposible, apuntalar a estas alturas una candidatura que enfrente a Morena. Pero en un país de equilibrios, los medios -que hoy juegan el papel del mejor candidato de oposición-, pueden crear otro telepresidente (a). 

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