¿Qué sigue con el INE?

Cuando se realiza bien, un ejercicio de planeación presenta un plan de acción que contempla, un horizonte temporal amplio, considerando diversos escenarios. Para lograr este objetivo, es indispensable conocer qué decisiones podrían tomar los diversos actores a partir de una acción, con el fin de adelantar los siguientes movimientos. No es cuestión de prever el futuro, sino de conocer motivaciones y tácticas, las cuales a menudo son altamente predecibles.

Lamentablemente, la planeación es algo que ha brillado por su ausencia a lo largo de este sexenio, por lo menos de parte de la oposición. Tomemos el caso de la reforma electoral: por más poder que tenga el presidente, era altamente improbable que lograse una reforma constitucional que también perjudicaba a su partido e intereses. En ese sentido, la primera marcha ciudadana solamente mostró que habría un costo para la oposición si no actuaba cohesivamente.

Por su parte, era difícil imaginar que el llamado ‘plan B’ triunfase, no solo por dificultades técnicas, sino porque descarrilaría las elecciones de 2024. ¿Va a caer a punta de impugnaciones, amparos y acciones de inconstitucionalidad? Todo parece indicar que así será, pero veámoslo así: nada le conviene más al presidente que la oposición le niegue algo, pues alimenta su discurso de victimización. Es decir, le conviene que esto suceda. Además, todo parece indicar que Morena ganará en 2024, aún cuando postule a un monito organillero.

Entonces, si Morena tiene todas las de ganar, ¿por qué hacer tanto circo? Para mantener el ambiente encendido durante diciembre y hasta este momento, cuando está en juego la renovación de cuatro asientos del Consejo General del INE. Si lo vemos de esta forma, podremos entender por qué se dejó la aprobación de toda la legislación referente al ‘plan B’ hasta febrero y por qué fue objeto de repetidas impugnaciones la convocatoria a la renovación del órgano electoral. Veamos qué sigue a partir de este punto. 

El 16 de febrero pasado, la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados publicó un acuerdo para la designación del Comité Técnico de Evaluación, la convocatoria para la elección de consejeras y consejeros electorales del Consejo General del INE y de sus criterios específicos de evaluación. A partir de este acuerdo, se designó ya un comité técnico, conformado por siete personas designadas por el INAI, la CNDH y la Cámara de Diputados. De éstas, diversos análisis señalan que la mayoría tiene un sesgo gobiernista.

La convocatoria, publicada un día después, fijó de plazo de registro de aspirantes hasta el 23 de febrero pasado, habiéndose recibido más de 400 personas. El listado completo se publicó en la página electrónica de la Cámara de Diputados el 24 del mismo mes.

¿Qué sigue de ahí? El Comité Técnico se encargará de revisar la documentación recibida, de tal forma que todas las solicitudes cumplan los requisitos. Posteriormente evaluarán la idoneidad para el cargo de las personas aspirantes, a través de la evaluación de conocimientos en las materias constitucional, gubernamental, electoral y de derechos humanos, la evaluación específica de la idoneidad y entrevistas personales. De esa forma, se espera que el 16 de marzo se tenga un listado de 100 personas aspirantes, cumpliendo con la representación paritaria de género.

La última ronda de entrevistas tendrá lugar del 17 al 22 de marzo, permitiéndose la recepción de preguntas por parte de la ciudadanía para las personas aspirantes, a través del portal que abrió la Cámara de Diputado para tal efecto (https://convocatoriasine2023.diputados.gob.mx/).

Se deberá tener un listado de las personas mejor evaluadas a más tardar el 24 de marzo. A partir de ahí, se harán cuatro listados de cinco personas cada una a presentarse a la Cámara de Diputados a más tardar el 26 del mismo mes.

A partir de estas listas, el 29 de marzo se emitirá el Acuerdo de la Junta de Coordinación política para la votación de las listas presentadas por el Comité Técnico, debiéndose de votar a más tardar el 30 del mismo mes. En caso de no llegarse a un acuerdo, tendrán lugar elecciones por insaculación al día siguiente. De no llevarse a cabo la insaculación, se enviarán las listas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que proceda la insaculación.

¿Cuáles pueden ser los incentivos de Morena? Atorar todo el proceso hasta las insaculaciones. Recordemos que se requiere de una mayoría calificada para cada nombramiento y la coalición del gobierno no tiene ese número. Si desean los guinda tenerlo todo, tendrán incentivos de controlar el proceso desde el Comité Técnico, como algunos analistas temen. 

¿Qué hacer? Algo que al parecer nadie está haciendo: discutir cuáles serían los perfiles afines, sin filias o fobias partidistas y visibilizarlos. Esto no debería ser tan difícil: muchas de las personas que se registraron vienen de órganos electorales locales. Si queremos un INE más confiable, lo más sensato sería apostar por una carrera electoral.