BuzzFeed y Vice, medios digitales insignia, en crisis existencial 
Foto de archivo tomada el 6 de diciembre de 2021, el fundador y director ejecutivo de BuzzFeed, Jonah H. Peretti, posa frente a la pantalla de BuzzFeed en Times Square durante el Día de Cotización de BuzzFeed Inc. en Nasdaq. Foto: Bennett Raglin/ Getty Images Norteamérica/ AFP

Cierre de BuzzFeed News, futuro incierto de Vice Media: varios medios de información jóvenes están atrapados en un mercado publicitario difícil, la falta de financiación y la impaciencia de los inversionistas.

BuzzFeed anunció a fines de abril el cierre de la página BuzzFeed News, estandarte periodístico de esta figura de la nueva economía de los medios, con 180 despidos.

En cuanto a Vice, va a suprimir su programa estrella, Vice News Tonight, y con él más de 100 puestos de trabajo, y se prepara, según varios medios estadounidenses, para declararse en quiebra.

Aunque tienen perfiles diferentes, ambos grupos comparten un modelo que se basa en su mayoría en los ingresos publicitarios, en particular BuzzFeed.

El deterioro de la coyuntura económica ha generado tensiones en un mercado publicitario en contracción, que es captado en su mayoría -actualmente superior al 70%- por los gigantes tecnológicos, con Google y Facebook a la cabeza.

“El modelo gratuito que consiste en generar mucho tráfico de visitas y vender la publicidad sobre esta base no ha funcionado tan bien como se esperaba”, analiza Rick Edmonds, del instituto de investigación sobre el periodismo Poynter.

“Es el fin del matrimonio entre las redes sociales y la información”, dijo al New York Times Ben Smith, antiguo director de BuzzFeed News.

Hace poco más de una década, Vice y BuzzFeed encarnaron, al igual que el The Daily Beast o el Huffington Post, una nueva generación de medios de información que solo operaban en internet y que soñaban con desbancar a los tradicionales.

“Atrajeron cantidades ingentes de capital-inversión (fondos y grandes fortunas), que se contaron el cuento de hadas de que si (estas plataformas) llegaban a crear tanto tráfico (de visitas), debería haber una forma de monetizarlo”, comentó Dan Kennedy, profesor de la universidad Northeastern.

En 2017, Vice Media llegó a ser valorado en 5 mil 700 millones de dólares, una capitalización bursátil mayor que el New York Times en la época.

Pero los inversores se “impacientan cuando los avances son demasiado lentos”, subraya Rick Edmonds.

Acostumbrados a la gratuidad

La alza de los tipos de interés y el endurecimiento de las condiciones de crédito llevaron, desde hace un año, al capital-inversión a la prudencia, y “quisieron recuperar su apuesta”, explica Aileen Gallagher, profesora de la universidad de Syracuse.

Hace ya varios años que tanto Vice como BuzzFeed tenían problemas para atraer nuevos capitales y recurrieron al endeudamiento para mantenerse a flote, ya que ninguno de los dos era rentable.

El principal acreedor de Vice, la empresa de inversiones Fortress Investment Group, podría tomar el control en caso de quiebra, según el New York Times.

En 2021, BuzzFeed jugó la carta de cotizar en bolsa, pero la operación fue un fiasco y la empresa, otrora valorizada en 1 mil 500 millones de dólares, solo logró 16 millones.

En este entorno hostil, los medios de información estadounidenses gratuitos dependientes de grupos de tamaño significativo, como Vox con Vox Media, Mashable con Ziff Davis o The Daily Beast con IAC, salen mejor parados, ayudados, en parte, por economías de escala y un accionariado con una visión de más largo plazo.

Es este efecto de tamaño lo que buscaba BuzzFeed cuando compró, en 2020, el Huffington Post, que sigue bajo el paraguas del grupo e incluso es rentable, según el director general Jonah Peretti, pero en una configuración más modesta, sin comparación con sus mejores tiempos.

Los medios gratuitos son los más expuestos al contexto económico difícil, que llevó a muchos actores históricos a despedir personal, desde la radio pública NPR al Washington Post, pasando por la cadena CNN.

Algunos, como The Daily Beast, trataron de evolucionar hacia un modelo de pago, pero “es complicado cuando los consumidores están acostumbrados a la gratuidad”, dice Rick Edmonds.

“Hay que estar muy interesado en algo para abonarse”, dice Aileen Gallagher. “Y hay mucho contenido bastante mediocre en internet, que no tiene mucho valor. Es lo que va a desaparecer”, vaticina.

-Con información de AFP

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