Tribunal frena el tramo 5 del Tren Maya, que se construye sobre ríos y cenotes

El Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa y de Trabajo del Décimo Cuarto Circuito ordenó detener las obras del tramo 5 sur del Tren Maya, con la finalidad de que el gobierno acredite que realizó todos los estudios geológicos, geofísicos y geohidrológicos sobre posibles afectaciones al subsuelo de esa zona.

“Se concede la suspensión definitiva para el efecto de que se paralicen las obras del Tren Maya en el tramo 5 sur, hasta en tanto se acredite ante el juzgado primero de distrito en Yucatán que se han realizado los estudios geológicos, geofísicos y geohidrológicos a que se refieren las condicionantes 9 y 10 de la autorización ambiental, dándole a conocer sus resultados.

“Además, que haya existido un pronunciamiento previo de la autoridad ambiental, sobre esos resultados y su incidencia en la ejecución del proyecto”, indicó el Tribunal.

Además, ordenó que el gobierno entregue al juzgado bitácoras, memorias de construcción y todos los registros con los que cuenten, sobre las cavernas, cuevas y cenotes a lo largo del trazo, las medidas de prevención y protección que se adoptaron para evitar la contaminación del agua subterránea y las incidencias como derrumbes o socavones que hayan ocurrido durante las obras y las acciones realizadas ante ello.

El tramo en el que el Tribunal pidió frenar las obras es donde se encuentran ríos subterráneos y los cenotes que se han perforado para colocar columnas de cemento.

Pese a la suspensión para dar seguimiento a la construcción del tramo 5 del Tren Maya, los trabajos continúan, aseguró el activista José Urbina a Radio Fórmula. “La suspensión está vigente desde noviembre. Todo lo que se ha hecho siempre ha sido ilegal”, acusó.

En redes sociales mostraron cómo se encuentran algunas de las miles de las pilas de concreto y acero que colocaron para sostener el tramo 5 sur sobre los mayores sistemas de ríos subterráneos del mundo.

Ingenieros y ambientalistas han advertido que el tramo 5 sur va a fallar o corre el riesgo de sufrir algún colapso.

Greenpeace se pronunció antes de que iniciaran las obras y durante 2023, para señalar que durante la construcción se han talado más de 10 millones de árboles, de iniciar el Tramo 5 sin Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), de daños a sistemas de agua dulce del país, así como la afectación a la Selva Maya.

Y alertó sobre posibles colapsos del suelo kárstico, contaminación por diésel del agua limpia en Quintana Roo y también de derrumbes de sistemas de cuevas. Greenpeace también agregó que el paso del Tren Maya representa una amenaza potencial a la salud de las poblaciones de jaguares por la edificación, además de la fragmentación de la selva como la Reserva de la Biosfera de Calakmul en Campeche.

Recientemente se denunció el derrame de cemento en el acuífero de Quintana Roo, a causa de la construcción del Tren Maya, cuya primera fase se inauguró en diciembre pasado.

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