#ExigeATuCandidat@: La-Lista de demandas de periodistas a las y los aspirantes

Creo que no es sólo una problemática, sino al menos tres. La primera es la seguridad, y aunque muchas veces se pensaba que lxs más afectadxs eran las personas que cubrían temas de seguridad y justicia, actualmente también tienen alto riesgo lxs que cubren casos de corrupción, protestas, derechos humanos y medio ambiente. Se ha demostrado a lo largo de los años que el mecanismo de protección que se ha implementado para salvaguardar la vida de lxs comunicadores es deficiente.

Pero también está el tema de la polarización que se ha vivido, sobre todo en este sexenio en el cuál ha sido evidente que si no piensas como el Presidente o la gente que lo rodea, eres un “mal periodista” o estás desinformando. Finalmente, algo que ha sido una constante, al menos en los 13 años que llevo en el medio, son los pésimos salarios y que en muchas ocasiones esto va acompañado de otros temas como el no tener prestaciones o seguridad social.

Pienso que el principal problema es la precariedad laboral, porque los sueldos son bajísimos, principalmente en los estados, ya sea como periodista contratado o como corresponsal para un medio más grande. Es la precariedad la que nos hace más vulnerables y se convierte en una violencia al final de cuentas. Es una violencia que llevamos años arrastrando y que, conforme pasa el tiempo, cada vez es más urgente atenderla.

Creo que los dos principales problemas de los periodistas son la falta de garantías de seguridad para ejercer el oficio en el ámbito local y la precariedad a la que nos someten los medios de comunicación.

El principal problema para ejercer el periodismo en México es la delincuencia que día a día obstaculiza nuestro trabajo, principalmente en la frontera. Uno no puede tocar un tema a fondo que esté ligado al narcotráfico, al mal manejo de recursos, o hasta de desperfectos en la ciudad, porque es motivo para que seas intimidado no solamente por el crimen organizado sino por funcionarios públicos o sus allegados. Además, pienso que el tema económico sigue siendo poco favorable para la mayoría de quienes integramos el gremio.

Actualmente, no se garantiza la libertad de expresión, son comunes las repercusiones en la línea editorial y el acoso desde el poder, que muchas veces termina con el despido injustificado de periodistas.

El otro pendiente es del mecanismo de protección, que no es efectivo no sólo porque no cuenta con presupuesto suficiente, sino porque el acceso al mismo es muy difícil. En muchos casos ha quedado evidenciado que no se les otorga la protección a personas que lo han solicitado y posterior a esto es cuando han sucedido hechos lamentables.

Si pudiera exigir algo a las y los candidatos los llamaría a que no tuvieran la piel sensible ante las críticas de los periodistas o frente a notas bien fundamentadas que muchas veces a ellos les molestan cuando las publicamos. Además, llamaría a que se terminaran los “bloqueos informativos”, que precisamente se ejercen a consecuencia de nuestras publicaciones. Esos bloqueos nos afectan a quienes hacemos un periodismo más cercano a la gente y alejado del poder.

Las principales pendientes de urgente atención son: los crímenes contra periodistas que permanecen impunes y los bloqueos informativos que padecemos desde los gobiernos, así como la criminalización hacia la prensa de parte de las autoridades que no comprenden que nuestro trabajo es cuestionar las decisiones que afectan a la ciudadanía, sin importar quién o qué partido esté al frente del Estado. Asimismo, creo que se deben transparentar los recursos destinados a la publicidad oficial y también deberían regularse los salarios para contar con un pago digno, en igualdad de condiciones laborales entre hombres y mujeres.

Necesitamos más justicia para proteger la verdad. Definitivamente, les haría ver a las y los candidatos que el tema de la protección a periodistas necesita reforzarse.

Conozco el plan de seguridad social para periodistas. Lo lanzó el presidente López Obrador en 2022; sin embargo, no sé qué tanto alcance ha tenido y cuántas personas han sido beneficiadas. En un momento en el que muchas empresas no ofrecen esta protección, considero que sí es importante mantenerlo y reforzarlo.

Además, conozco el Mecanismo de Protección para periodistas y personas defensoras de derechos humanos, pero advierto fallas en su aplicación.

Si conozco algunos programas que benefician a periodistas y comunicadores, por ejemplo el de Aluna, que es una organización civil que da apoyo psico- emocional a quienes que han sido -de cierta manera- impactados por su trabajo en temas de derechos humanos. También conozco un programa CIMAC, al que incluso entré hace poco, en el que  periodistas de los diferentes estados compartimos experiencias de las que no habíamos podido hablar y socializamos prácticas de seguridad. Creo que sería importante que ambos programas sobrevivieran al próximo sexenio, ya que vivimos en un país violento donde la prensa necesita estos espacios para sanar y atender su salud mental.

Conozco tres programas: el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, a nivel nacional; a nivel local, en Guerrero, está el Fondo de Apoyo a Periodistas y finalmente el Frontline Freelance México. Los primeros dos son gubernamentales y creo que deben mantenerse, pero deben ser depurados para que realmente ingresen a estos programas los periodistas en activo, que tienen los salarios más bajos y se encuentran en mayor desventaja o con mayor vulnerabilidad.

Sobre programas existentes, he escuchado del mecanismo de protección a defensores de derechos humanos y periodistas, y pienso que deberían ampliarlo y darle mayor difusión porque algunos todavía desconocen su existencia. Sería importante conservarlo, pero también volverlo más flexible para que puedan ingresar más comunicadores, especialmente aquellos que viven o desarrollan su profesión en sitios donde impera la violencia.

Propondría un fondo para periodistas independientes o un programa de becas para investigación periodística.

Si yo pudiera proponer un programa haría algo relacionado con la salud mental, como la construcción de una casa-refugio que otorgue un respiro a los periodistas que estamos cubriendo a diario noticias negativas o violentas, un lugar que nos ayude a alejarnos un poco de las coberturas diarias, con el acompañamiento de psicólogos o terapeutas.

Si pudiera proponer un programa, definitivamente sería uno que se enfoque en la capacitación integral, desde cuestiones de redacción hasta la comprensión de las leyes que nos rigen; pero que también ofrezca un apoyo para adquirir equipo básico y que cuente con asistencia médica para quienes no están afiliados al IMSS o al ISSSTE desde las empresas para las que trabajan.

Yo propondría que existiera una dirección u oficina que pudiera recibir peticiones de periodistas, en torno a seguridad, atención médica y apoyos de vivienda, ya que son las áreas que necesitamos atender para trabajar en condiciones dignas.