La-Lista de los puntos más destacados de la coronación de Carlos III

Por fin llegó el día para Carlos III y a la reina “consuerte”, como le llaman de burla algunos antimonárquicos en las redes sociales; y es eso lo que ha marcado gran parte de la ceremonia, el triunfo del amor y la consecución espiritual y eclesiástica de un monarca que esperó 54 años para ser rey.

Pero, ¿cuáles fueron realmente los puntos más importantes de la coronación?

Desde la procesión de entrada con la regalia (los objetos sagrados con los que se inviste al rey y a su reina), participaron siete mujeres, algo que nunca había sucedido en la historia. Se trataban tanto de parlamentarias como civiles, una obispo y una oficial militar, además dos de ellas eran afrodescendientes.

En este contexto, la investidura corrió a cargo de la Presidenta del Consejo de la Cámara de los Comunes Penny Mourdant, quien realizó el intercambio de espadas de Estado por la de Ofrecimiento. También participó la Reverenda Dama Sarah Mullaly, decana de las Capillas Reales al leer el Evangelio.

El debate del “Defensor de la Fe” quedó zanjado cuando se anunció en la Liturgia de una semana antes que el Arzobispo de Canterbury diría una nota previa sobre el juramento protestante. En él se comprometieron a la libertad de fe religiosa. 

Esto también se vio en el servicio, al invitar a los líderes de las otras religiones más relevantes del Reino Unido: budista, hindú, Singh, musulmana y judía. El rey, antes de salir de la Abadía de Westminster, pidió su reconocimiento y respectivos homenajes (como una bendición cristiana, por ejemplo).

Inclusive, cuatro parlamentarios que lo invistieron con la regalia en la histórica Silla de Coronación de Eduardo I, son creyentes de estas religiones. 

De los 2 mil 300 asistentes a la Abadía, 850 fueron voluntarios (450 en la nave principal y 450 en la capilla adjunta), que participaron durante la emergencia de la pandemia por Covid-19, sobre todo, ayudando a sus comunidades. 

El hecho de que se privilegiara a los civiles o “plebeyos” por encima de los nobles que por tradición “tenían derecho a ir”, como se quejaron algunos; implicó una importante demostración del interés que el nuevo rey tiene en acercarse al público especialmente joven. Varios de estos invitados fueron adolescentes, así como personas con capacidades diferentes que destacaron en sus comunidades.

Algo que se salió del protocolo, pero que representó el famoso “poder blando” que simbolizan las tradiciones ceremoniales de la monarquía brtiánica, , fue recibir a monarcas de otras partes del mundo en una muestra de buena voluntad. Tal fue el hecho de acoger a los monarcas de los Emiratos Árabes, Cercano y Lejano Oriente, con los que Carlos III tiene particular relación personal.

Según el amigo personal del rey, Nicholas Soames -por cierto, nieto de Wintson Churchill, el primer ministro que triunfó con los alidos en la Segunda Guerra Mundial-, al rey le dolió hasta el alma la biografía de su hijo el príncipe Harry, aunque que se sintió contento de que haya venido a la Coronación. Esto será a nivel paternal, porque a nivel constitucional e institucional, lo sentó hasta la tercera fila junto a las primas York, quitándole el total protagonismo. 

La otra -la verdadera- oveja negra de la familia, el príncipe Andrew, asistió con sus ropas de Garter, pero ni siquiera fue tomado por las cámaras de la BBC cuya señal internacional se vio en todo el mundo. Al contrario de esto, fueron la princesa real Ana, con su uniforme de Alta Almirante de la Naval de los Blues & Royals, montada a caballo con gallardía, y los príncipes de Gales enfundados en sus mantas de órdenes caballería quienes se robaron el espectáculo.

Particularmente la princesa de Gales, Catherine, llamó la atención tanto como en su momento su antecesora Diana de Gales. De hecho usó sus aretes de perlas Collingwood para complementar su vestuario firmado por Alexander McQueen con todo y tocado de laureles, además del de su hija Charlotte.

 El término “La familia real” es una marca y sus miembros trabajadores son quienes realmente importan. En ellos se apoyarán Charles y Camilla en su nuevo reinado de transición, tras la que fue la Coronación más esperada de su historia contemporánea. 

¿Habrá valido la pena la espera? Estamos por verlo.