Polémica royal: El presidente de Colombia, Gustavo Petro, intentó besar a la reina Letizia

Una cena de gala en el Palacio Real Alcázar de Sevilla, que debía ser un encuentro diplomático impecable, se convirtió en tema de conversación internacional. El protagonista: Gustavo Petro, presidente de Colombia, quien generó un auténtico revuelo tras protagonizar un momento inesperado durante su saludo a la reina Letizia de España.

El episodio ocurrió en el marco de la IV Conferencia Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo (FFD4), organizada por la ONU. La escena, que rápidamente recorrió redes sociales y medios internacionales, ha puesto en el centro de la conversación los estrictos códigos del protocolo royal y cómo, en ocasiones, las diferencias culturales pueden derivar en situaciones incómodas.

No te pierdas: Ángela Aguilar rompe el protocolo con la reina Sofía de España

Gustavo Petro, presidente de Colombia, intenta besar a Letizia

El controvertido momento se registró durante la cena de bienvenida ofrecida por la Casa Real en honor a los asistentes de la cumbre internacional. Tras saludar con un apretón de manos al rey Felipe VI, el presidente colombiano giró hacia la reina Letizia e intentó saludarla con un beso en la mejilla, un gesto que es habitual en muchos países latinoamericanos pero que no tiene cabida en el protocolo de la monarquía española.

La reina Letizia reaccionó con total elegancia y profesionalismo. Con una sonrisa diplomática, se limitó a extender la mano y mantener la distancia adecuada, al tiempo que señalaba con sutileza el lugar donde Petro debía colocarse para la fotografía oficial. Su respuesta fue rápida, precisa y absolutamente acorde a las normas que rigen los eventos de la Casa Real.

Las imágenes del momento no tardaron en viralizarse, desatando todo tipo de comentarios y convirtiendo lo que debía ser una noche solemne en un tema tendencia global.

No te pierdas: Los hijos de Harry y Meghan se convierten en el príncipe Archie y la princesa Lilibet

¿Por qué Gustavo Petro no debía besar a la reina Letizia?

Las reglas del protocolo royal son claras: ningún jefe de Estado, dignatario ni figura pública debe iniciar un saludo físico con un miembro de la familia real, salvo que sea este quien tome la iniciativa. En contextos oficiales como el que se vivía en Sevilla, el saludo correcto es siempre un apretón de manos, breve y sin mayor efusividad.

El beso en la mejilla, tan cotidiano en buena parte de América Latina, está completamente fuera de lugar en estos escenarios, donde cada gesto tiene un significado simbólico. Este tipo de errores no solo rompen el protocolo, sino que pueden interpretarse como una falta de respeto, aunque no haya mala intención detrás.

Casos similares han sucedido en la historia reciente. Basta recordar el famoso abrazo entre la exprimera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, y la propia reina Isabel II en 2009, que también generó titulares en su momento.

No te pierdas: ¿Editar fotos para que la familia luzca bien? Kate Middleton simplemente sigue la tradición real

Así reaccionaron las redes sociales ante la polémica de Letizia con Gustavo Petro

Como era de esperarse, las redes sociales se incendiaron con el clip del momento. Algunos usuarios calificaron el gesto de Petro como una “falta de respeto” y “desacierto diplomático”, mientras que otros lo defendieron como una simple confusión cultural, argumentando que en Latinoamérica el saludo con beso es una muestra de cercanía y cortesía.

Memes, videos editados y comentarios irónicos llenaron las plataformas digitales. “La reina Letizia esquivando problemas como toda una profesional”, escribió un usuario en X (antes Twitter), mientras otro señaló: “Petro queriendo saludar como en Bogotá, pero esto es Sevilla, señor presidente”.

A pesar de la viralización del momento, muchos reconocieron la impecable reacción de Letizia, que supo manejar la situación con la naturalidad, diplomacia y templanza propias de una royal experimentada. Sin duda, un episodio que quedará registrado no solo en las crónicas de sociedad, sino también en los anales de los fallos protocolares internacionales.