Estos son los riesgos de hacer la dieta keto sin supervisión profesional

Vanessa Gutiérrez, de 23 años, se enteró de la dieta cetogénica, también conocida como dieta keto (por su nombre en inglés), a través de internet. Bastó con buscar en Google “¿cómo bajar de peso rápido?” para que diera con esta información. Días después, ya estaba buscando nutriólogos para implementar esta forma de alimentación en su vida.

Le interesaba perder peso porque en unos meses se sometería a una cirugía estética de liposucción y personas de su entorno le recomendaron bajar de peso antes de dicho procedimiento. En ese momento pesaba alrededor de 65 kilos, con una altura de 1.60 metros. Después de tan solo dos meses de haber iniciado la dieta keto, ya pesaba cerca de 58 kilos. 

Los primeros cinco días en esta dieta fueron los peores, cuenta Vanessa a La-Lista. Sintió mucha hambre, cansancio y diversos antojos, pero días después los síntomas se convirtieron en pérdida total del apetito. 

“No te da hambre, se te quita el sueño, comes porque sabes que tienes que comer, no porque quieras”, cuenta la estudiante de Mercadotecnia. Y así vivió por alrededor de dos meses. 

La dieta keto se basa en el consumo de proteínas, con baja en carbohidratos, cuyo consumo reducido conduce a un déficit de energía, explica la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

Esto provoca que el cuerpo entre en cetosis, es decir, un estado metabólico en que el cuerpo utiliza grasa y cetonas en vez de glucosa como principal fuente de energía, provocando la pérdida de peso.

Así, la dieta keto requiere que quien la realice se prive de los carbohidratos, y consuma menos de 20 a 50 gramos de estos por día (teniendo en cuenta que un plátano mediano tiene alrededor de 27 gramos de carbohidratos).

En los últimos años este método de alimentación ha incrementado su popularidad y en internet se pueden encontrar retos, así como planes de dietas y recetas que invitan a seguir este tipo de alimentación.

Pero al tratarse de planes de alimentación no personalizados, sin exámenes previos y sin la supervisión de un profesional de la salud, estos retos pueden provocar afectaciones en la salud, indica la nutrióloga Karla Rojas, quien se especializa en nutrición bariátrica y dieta cetogénica. 

La experta asegura que si bien esta dieta se ha recomendado a muchas personas a través de cuentas en redes sociales, la realidad es que va dirigida para aquellos individuos que sufren de obesidad, más que para quienes tienen un porcentaje de grasa normal. También la recomienda para aquellos que padezcan hipertensión, diabetes, o quienes estén cercanos a realizarse una cirugía bariátrica. 

“Hay contraindicaciones. Por ejemplo, embarazadas y personas lactando no deben hacerla, sobre todo porque el nutriente principal del bebé es la glucosa, tampoco aquellos con insuficiencia renal crónica, deportistas de alto rendimiento, ni personas con trastornos de la conducta alimentaria”, dice Rojas. 

De acuerdo a la nutrióloga, en hombres el mínimo de kilos que pueden bajar en un mes siguiendo esta dieta es de 5 a 6, y en mujeres un mínimo de 4 kilos. “He tenido pacientes que bajan hasta 8 kilos en un mes o 10 kilos, depende de la persona”, explica.

Vanessa Gutiérrez, a pesar de no tener sobrepeso, se inclinó por esta dieta debido a la cercanía de su operación estética y la presión de querer bajar de peso rápido. Sin embargo, su cirujano plástico la hizo dejar la dieta unas semanas antes del procedimiento, debido a que sus estudios prequirúrgicos de rutina demostraron que sus niveles estaban desequilibrados y sería un riesgo operarla en esas condiciones. 

Gutiérrez contaba con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) desde años antes de iniciar esta dieta, pero cuando vio que el método la estaba haciendo bajar mucho de peso en poco tiempo, estas conductas se dispararon. 

“Si se sabe que tiene un trastorno de la conducta alimentaria, yo lo trataría con psicólogos y con el equipo multidisciplinario, yo recomendaría que no se utilizara (la dieta keto), porque de ahí se pueden agarrar para seguir con conductas compensatorias”, dice la nutrióloga Karla Rojas.

“Para comerme una manzana me la pensaba media hora en la regadera. Con la dieta keto yo me di cuenta de qué era lo que realmente se me iba directo a la grasa acumulada y no a lo que mi cuerpo quemaba diario. Hoy en día, un año y medio después, no puedo comer pan dulce o uno completo, lo pico, pero realmente no puedo. Cuando como tacos, me como una tortilla y prefiero comerme sólo la carne. Yo comía muchísima fruta, ahorita es muy raro”, apunta Gutiérrez en este tema.

El sitio Harvard Health, de la Escuela de Medicina de Harvard sostiene en un artículo que una dieta cetogénica tiene numerosos riesgos, como deficiencia de nutrientes, problemas de riñón, problemas hepáticos, estreñimiento, pensamiento confuso y cambios de humor.

“Esos riesgos se acumulan, así que asegúrese de hablar con un médico y un dietista registrado antes de intentar una dieta cetogénica”, recomienda la institución. 

Por su parte, la nutrióloga Zuly Treviño, asegura a través de un video en redes sociales, que la dieta keto no es balanceada, sostenible, ni un estilo de vida.

Por ello, hay que prestar atención a las características que una persona debe tener para poder llevar a cabo este plan de alimentación y siempre hacerlo bajo la supervisión de un profesional que realice constantemente exámenes a los pacientes y que recomiende un plan de suplementación, dice Karla Rojas. 

Además, explica que para evitar un rebote, es decir, una recuperación del peso perdido, quien se haya sometido a una dieta keto debe pasar por un periodo de educación alimentaria, en donde aprenda a ir implementando poco a poco y de manera balanceada los alimentos que restringe durante la dieta.

Mientras tanto, Vanessa Gutiérrez, quien aún sufre de TCA y pérdida de cabello, dice no apoyar este método para bajar de peso. 

-¿La recomendarías? 

-”No, a menos que sea acompañado de un nutriólogo especialista y con psicología”, responde Gutiérrez.

¿Dónde asesorarse sobre nutrición?

Existen diversos métodos para asesorarse sobre la dieta cetogénica, ya sea acudir con un nutriólogo especializado en este tipo de alimentación, o bien, asistir a algún centro médico, como Salud Digna, o el Centro Médico ABC.

*El nombre de Vanessa fue cambiado.