Criminalizar el uso médico del fentanilo es ‘una salida falsa’: expertos
Imagen de fentanilo. Ilustración: Majito Vázquez

El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló recientemente que analizaba prohibir la importación de fentanilo para uso médico como medida contra el tráfico ilegal de este opioide hacia Estados Unidos; sin embargo, expertos consultados por La-Lista aseguraron que dicha prohibición es una “salida falsa” al problema.

El anuncio se dio en el contexto de la alarma que ha surgido en Washington ante el alto número de defunciones por sobredosis tras el consumo de esta sustancia, que en gran medida, llega a territorio estadounidense desde México.

Más de 100 mil personas mueren al año por sobredosis en Estados Unidos, señaló hace unas semanas el presidente Joe Biden, lo que ha generado una gran presión política hacia México porque el opioide sintético, que es 50 veces más fuerte que el efecto de la heroína y 100 veces más que la morfina.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades reportaron también que 107 mil 735 estadounidenses murieron entre agosto de 2021 y agosto de 2022 por intoxicación por drogas, de las cuales el 66% involucraron opioides sintéticos como el fentanilo.

Pero la medida de la prohibición total de este opioide en México no parece ser la solución para mitigar las muertes por intoxicación con drogas, según expertos.

El presidente del Medical Healt Cluster, Abraham Sánchez, aseguró que el fentanilo se trata de un medicamento analgésico altamente efectivo en cirugías o intervenciones médicas donde el paciente siente un dolor que con los analgésicos tradicionales no se logra disminuir

El fentanilo para uso médico no es de empleo diario ni es un analgésico que pueda recetar un médico general al paciente para que se lo lleve a su casa, explicó Sánchez, porque son medicamentos de uso estrictamente hospitalario, donde se necesita una receta especial, con folio y con el aval de la Secretaria de Salud.

“El fentanilo que se utiliza en la calle sí tiene como principio básico una sustancia química similar, pero es elaborada clandestinamente, no es elaborado en la industria farmacéutica”, expuso Sánchez a La-Lista.

Como ejemplo, dijo que la medida que analiza AMLO es como pedir que los médicos que no usen un bisturí para las cirugías porque hay gente que usa los cuchillos para apuñalar a otros. “No tiene mucho sentido”, comentó.

Agregó que no cree que el camino de combatir las adicciones sea a través de limitar la disponibilidad de “un medicamento de uso ético, profesional y perfectamente avalado en la ciencia médica”.

Andrés Sumano, profesor investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), explicó que el problema realmente radica en el carácter ilícito del fentanilo y no en el área legal y regulada cuando se emplea como medicamento.

Apuntó a que el tema viene de la falta de control en los puertos y en las aduanas, que se encuentran en zonas bajo el control y gobernanza de grupos criminales para tener un control de su envío a EU.

“Me parece que tratar de abordar el problema por la vía del fentanilo médico y las cadenas formales, se está planteando una falsa salida”, dijo a La-Lista.

Señaló que en México se fabrica el producto final, es decir, las pastillas que se trafican y distribuyen a EU, pero la cadena de suministros proviene de Asia. Los precursores químicos que se requieren para la elaboración de las pastillas llegan al país por la ruta del Pacífico y entran por el puerto de Manzanillo, Colima; por Lázaro Cárdenas, Michoacán; por Mazatlán, Sinaloa; y por Guaymas, Sonora. Desde esos puertos la sustancia se traslada a laboratorios clandestinos de los grupos criminales.

El académico investigador señaló que una de las principales rutas de tráfico es a través de la ciudad de Tijuana, que es donde se concentra la mayor parte de los decomisos de fentanilo y también por las fronteras entre Sonora y Arizona.

Otra de las aristas que destacó Humano, es que los grupos criminales aprovechan la rentabilidad de la potencia del fentanilo para mezclarlo con otras sustancias, abaratar costos de producción y obtener mayores ganancias, por lo que combinan el químico con cocaína, heroína y metanfetaminas.

La DEA emite alerta y aeñala al Cártel de Sinaloa y CJNG del tráfico de fentanilo a EU

La Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en Inglés) alertó este martes a la población de Estados Unidos sobre el aumento en el tráfico de fentanilo mezclado con xilazina, también conocida como “Tranq”, un poderoso sedante para uso veterinario. 

“La DEA ha incautado mezclas de xilazina y fentanilo en 48 de 50 estados. El Sistema de Laboratorios de la DEA informa que en 2022 aproximadamente el 23% del polvo de fentanilo y el 7% de las pastillas de fentanilo incautadas por la DEA contenían xilazina”, reportó.

Las mezclas de drogas de xilazina y fentanilo colocan a los usuarios en un mayor riesgo de sufrir una intoxicación fatal por drogas. Debido a que la xilazina no es un opioide, la naloxona (Narcan), utilizada para evitar o contrarrestar sobredosis, no revierte sus efectos.

Las personas que se inyectan mezclas de drogas que contienen xilazina también pueden desarrollar heridas graves, incluida la necrosis, la descomposición del tejido humano, que puede conducir a la amputación, señala la alerta del gobierno estadounidense.

“El Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco en México, que emplean productos químicos en gran parte de China, son los principales responsables de la gran mayoría del fentanilo que se trafica en las comunidades de los Estados Unidos”, acusó la DEA.

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