Sexo y sexualidad no son lo mismo

En la actualidad se habla mucho de temas relacionados directamente con el sexo, es mucha la información que prácticamente todos tenemos al alcance de la mano, pero ¿sabemos a qué nos referimos cuando decimos sexo y cuando decimos sexualidad? A veces simplemente se da por hecho que los conceptos básicos se tienen claros y que no es necesario explicarlos, sin embargo, la realidad es que nunca está de más volver al origen, sea para reafirmar o para adquirir un nuevo conocimiento o quizá para ayudar a salir de un error: sexo y sexualidad no son lo mismo.

Para hablar sobre este tema, acudimos con la Dra. Gabriela Gutiérrez Cebreros, quien además de sicóloga es educadora y orientadora de la sexualidad, acreditada por la Asociación Mexicana de Educación Sexual, y también con el Dr. Carlos Luna, especialista en diversidad sexual, neurolingüística, bioética y salud sexual.

¿Qué debemos entender por sexo?

“Sexo y sexualidad no son lo mismo, sexo son las características anatómicas y fisiológicas que nos diferencian en hombres y mujeres, es decir, tener todos los órganos sexuales: pene, testículos y lo que hay interior del cuerpo si es niño y todos los órganos internos y externos femeninos (vulva, matriz, ovarios, trompas de Falopio, etc.). Cuando un bebé nace lo primero que ve el doctor son sus órganos externos y con base en ellos asigna el sexo; esto se llama sexo de asignación”. Dra. Gutiérrez

“La mayoría de las veces ambos términos (tanto sexo como sexualidad) se utilizan en forma indiscriminada, sin embargo, hay muchas diferencias entre estos conceptos. En términos prácticos sexo se refiere a estructuras y funciones biológicas: cromosomas XY o XX, genitales internos, genitales externos y características sexuales secundarias; mientras que, actualmente, la sexualidad es un hecho biológico, psicológico, social y sobre todo cultural”.

Dr. Luna

Género y sexo ¿son sinónimos?

El sexo es lo biológico, con lo que nacemos, y el género es la conciencia interna de pertenecer o no a ese sexo biológico; “aquí es donde surgen las personas transgénero que internamente se sienten lo contrario —son mujeres, pero internamente se sienten hombres o viceversa— es como si su alma (por hablar de un término) se sintiera aprisionada en un cuerpo que no corresponde con la sensación interna de a qué sexo pertenecen”, aclara la Dra. Gabriela.

En este punto es importante preguntar qué es entonces la orientación sexual, y la doctora responde que “es hacia dónde se dirige una persona en busca de la satisfacción sexual y hay tres orientaciones: homosexual hombre-hombre o mujer-mujer, heterosexual hombre-mujer y bisexual una persona que tiene relaciones con hombres y también con mujeres indistintamente”.

Con esta información ahora es muy claro, una cosa es el género y otra muy distinta la orientación sexual de cada persona. El género tiene que ver con identidad mientras que la orientación se trata de qué personas son las que le atraen a un individuo.

¿Qué es la sexualidad?

El Dr. Carlos nos explica que “la sexualidad se relaciona principalmente con el desarrollo biopsicosocial del individuo; se trata de un elemento básico de la personalidad, un modo de ser, un modo de manifestarnos y de comunicarnos con nosotros, en el que se incluye nuestra anatomía sexual y también reproductiva. Se puede manejar también en la vida emocional y familiar, en la cultura y educación. Podemos verlo como una identidad que abarca toda esa relación entre los sexos, sobre todo la forma de sentirnos como hombres o mujeres según la época o la cultura que va estableciendo la sociedad”.

Por su parte la Dra. Gabriela afirma que “de acuerdo con el sexo de asignación surge el concepto de sexualidad, que es la manera como aprehendemos a ser hombre o mujer en una sociedad con una cultura y un momento histórico determinado”.

Con base en el Manual de Desarrollo Integral del adolescente del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), se entiende la sexualidad como el patrón de conductas que una persona va aprendiendo durante su desarrollo de acuerdo con el sexo de asignación o con el género con el que se identifique.

Ambos doctores coinciden en que la sexualidad es algo que se empieza a desarrollar en la primera infancia y va cambiando con el paso del tiempo. La sexualidad se activa en el momento en que se despierta la curiosidad sexual, aproximadamente es alrededor de los 3 años, “y es cuando los niños empiezan a preguntar el porqué de todo, que exploran su cuerpo, que ven las diferencias sexuales y surgen los juegos sexuales en los niños que, dicho sea de paso, son completamente normales. La sexualidad no desaparece porque seguimos aprendiendo a ser personas, a ser hombre o mujer durante toda la vida. Nunca acabamos de aprender a ser, somos seres en constante transformación”, asevera la educadora sexual.

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Si la sexualidad se trata de aprender a ser hombre o a ser mujer, ¿qué sucede con las personas no binarias o asexuales?

“Una persona asexual no experimenta atracción sexual y no desea contacto sexual; es algo muy distinto a la sexualidad que abarca muchos factores o muchos ámbitos en la vida, es decir, que sí desarrollan una sexualidad. Esas personas no se sienten cómodas con las actividades sexuales pero sí pueden estar disfrutando de alguna relación interpersonal”, dice el Dr. Carlos.

Por su parte, la Dra. Gutiérrez Cebreros reitera que “la sexualidad es la manera como aprendemos a ser hombre o mujer, obviamente que estas personas también tienen su sexualidad o sea eso está ahí”.

La sexualidad es una parte fundamental de la vida de todo ser humano, y como cada aspecto de la misma es susceptible de tener algún trastorno o padecimiento, es entonces cuando los sexólogos se pueden convertir en la ayuda y apoyo perfectos por lo que “es importante acudir con un sexólogo cuando hay un problema en la respuesta sexual dentro de una pareja, cuando aparecen disfunciones sexuales; algunas disfunciones muy comunes son incompetencia eréctil, falta de erección, anorgasmia, disfunción sexual general, falta de control en la eyaculación, disritmia (que son ritmos diferentes en la pareja) y también apatía sexual. Los sexólogos también pueden ayudar a la persona en la confusión de su identidad sexual. Otra de las formas en que puede apoyar un sexólogo es dando orientaciones y educación de la sexualidad cuando se requiera, porque muchos problemas sexuales tienen que ver con una muy mala educación de la sexualidad, con muchas creencias falsas, etc. Nosotros nos enfocamos a despejar todo eso dando una información científica y clara”, explica nuestra entrevistada.

El Dr. Carlos da su opinión: “La sexología es una variante de la psicología y se encarga de resolver todos los problemas relacionados con la salud sexual; nuestro objetivo es ayudar a las personas a tener una vida sexual completa, saludable, de manera responsable y sin afectar a la sexualidad de otros. La sexualidad forma parte de la salud integral y personalidad de todo ser humano, por eso es muy importante poder saber qué es lo que sucede con nuestro organismo, con nuestra necesidad emocional física, psicológica, social y mental. Lo que va a hacer un sexólogo es ayudar a hablar más abiertamente sobre el cuerpo los deseos las necesidades que tenemos con las demás personas para poder explorar con mayor tranquilidad todo este campo a lo largo de la vida; el objetivo es evitar los mitos que existen y sobre todo tratar de mejorar la sexualidad en todos los campos de la vida, es decir, que nos va a ayudar a conocernos mejor”.

En conclusión, sexo y sexualidad no son lo mismo, uno se refiere a cuáles son los cromosomas que nos dieron origen y en consecuencia con qué órganos genitales nacimos, mientras que la otra se refiere a cómo aprendemos a ser nosotros mismos a lo largo de la vida.

No cabe duda que el tema es además de apasionante muy extenso, por ello los especialistas invitados comparten con nuestros lectores sus medios de contacto:

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