Separar el dinero cuando vives en pareja

Hay un dicho popular que reza: “cuentas claras, amistades largas”, pero cuando más que una amistad lo que hay de por medio es un vínculo amoroso, el asunto de “cuentas claras” se vuelve una parte fundamental y sumamente sensible en la relación. ¿Cómo manejar las finanzas de pareja? ¿Todo el dinero generado por cada uno es de y para los dos? ¿Cada quien tiene derecho a lo suyo? ¿Es mejor cuentas separadas? ¿Y si hay hijos? ¿Cuál es tu opinión de separar el dinero cuando vives en pareja? Será interesante que te hagas esta misma pregunta al finalizar de leer esta nota.

Son muchas las dudas y más las posibilidades, baste decir que no hay un camino “bueno” y uno “malo”, se trata de un tema de personalidades, de parejas, de confianza y de mucha comunicación. Vivir en pareja es un compromiso que implica acuerdos claros que satisfagan a ambas partes, pensados siempre en lograr un bien común que sea perdurable y, sobre todo cuando de dinero se trata, evitar que este se vuelva en un conflicto o motivo de pelea.

En busca de una opinión experta nos acercamos con Francia Morales Castro, Asesora Financiera y Patrimonial, quien en exclusiva para los lectores de La-Lista nos ha dejado ver un panorama muy amplio en cuanto a cómo manejar el área financiera de una pareja para que no se convierta en un obstáculo para el amor.

 “Es muy interesante el tema porque las generaciones y la dinámica de vida han cambiado de manera dramática sobre todo en los últimos 20 años, anteriormente una familia podía tener el sustento con un solo ingreso, sin embargo, hoy en día, por diferentes factores sociales y económicos ya no es así. Primero, por el desarrollo profesional de ambos; segundo, por dinámicas de vida; tercero, por el tema de cómo se desea estructurar la familia (con o sin hijos). Todo esto ha llevado a que ahora las familias y las parejas requieran de más de un ingreso”.

Francia enfatiza en que elegir cómo se llevarán las finanzas de una pareja requiere de comunicación y confianza para lograr acuerdos. Tradicionalmente hay dos posturas:

• La primera es la de las parejas que deciden compartirlo todo, tanto los ahorros como los gastos. En este modo es importante hacerse preguntas como cuál es el ingreso de cada uno y cuáles son las responsabilidades financieras o económicas adquiridas antes de comenzar la relación. Con base en ello poder establecer un presupuesto donde puedan definirse exactamente el ingreso que van a tener o que van a juntar para que puedan hacer frente a las nuevas responsabilidades, ¡pero también a las que ya se tienen! Vivir juntos genera gastos fijos (el mantenimiento de la casa, la renta o hipoteca y los servicios) que comienzan a ser de dos, entonces cuando no se establecen lineamientos claros desde el inicio muchas veces se suscitan problemas financieros o económicos, lo que deriva en que los problemas comienzan a permear en la relación y se generan diferentes conflictos que pueden hacer que se fracture o que incluso termine la convivencia.
• La segunda postura que menciona es la de cada quien lo suyo. Cada uno tiene sus ingresos y paga lo suyo; y los gastos que se generan en pareja se asumen por partes iguales. Generalmente se da en parejas que están recién iniciando una vida en común o que no tienen hijos, funcionaría como los famosos roomies, donde dos o más personas comparten los gastos de una casa en la que todos viven y cada quien tiene y disfruta sus ingresos.

Consejos si decides no separar el dinero cuando vives en pareja:

Los tips que nos proporciona la Asesora Financiera y Patrimonial para quienes eligen hacer de todo su ingreso un fondo común para la pareja son:

• Tomar en cuenta que prácticamente es como decirle a tu pareja: “oye este es mi historial crediticio”, entonces, lo primero es ser muy honesto y desde el principio poner sobre la mesa cuánto ganan, qué créditos tienen y están pagando y a cuánto asciende el presupuesto de la nueva casa.
• Hacer un presupuesto de cómo se van a utilizar los recursos.
• Definir los objetivos financieros: comprar casa, cambiar de auto, irse de vacaciones, cambiar el refrigerador, etc. Toma en cuenta que al adquirir un crédito hipotecario en pareja es mucho mayor el monto que te prestan porque obviamente entre dos personas es más rápido.

“Considero muy inteligente compartir las finanzas”, dice Francia, “pero es importante precisar que siempre conlleva una responsabilidad y un grado de madurez de ambas de ambas partes. Generalmente no conoces exactamente el ingreso de tu pareja”, continúa la experta, “creo que estas personas lo que hacen es tener una sana convivencia donde ponen solamente el dinero para lo que es de los dos, si el auto es de los dos pues pagan la mitad, de la despensa pagan 50% y 50%, en todo se van a partes iguales. Lo que he visto en este modelo es que puede poner a alguna de las partes en desequilibrio porque si no ganan más o menos lo mismo, pues siempre va a terminar con menos disponible aquel que tenga menor ingreso”.

Afortunadamente las sociedades se han transformado y actualmente la tendencia de muchos es lograr un equilibrio en todos los aspectos de la vida, incluidas las finanzas, por eso Francia expone una tercera forma:

“Hay una tercera opción, en la que ambos tienen autonomía ya que mantienen su dinero propio, pero hay un fondo en común o una cuenta con un objetivo en común. Mira, el matrimonio es un contrato mercantil que tiene cláusulas, entonces básicamente esta relación es una empresa, aunque no haya acta matrimonial de por medio. Si lo planteamos como una empresa entonces hay que trabajar en equipo para lograr los objetivos que se desean; al construir una relación lo que buscas es comenzar a poner tus granitos de arena en todos los aspectos: emocionales y económicos, por ello es importante que se tenga un bien común, un interés en común”. Francia Morales Castro, Asesora Financiera y Patrimonial

“Es decir, que si ambos estamos en una relación y comenzamos a plantear nuestros objetivos financieros pues le vamos a destinar cierto presupuesto a esos objetivos para lograrlos, se tiene esta cuenta donde compartimos lo que le corresponde a esta “empresa” que estamos formando pero seguimos teniendo nuestros ahorros independientes, de manera que hay una parte muy individual y otra que es de la empresa, de la pareja, en donde como tú generas ingresos, yo genero los míos y tenemos un fin en común (que es la relación), entonces comenzamos a apostarle a ella sin dejar de lado nuestro individualismo”.

Una fórmula interesante sería que con base en los ingresos de ambos se tomen partes proporcionales década uno. Si alguno gana más pues participa con mayor proporción en los gastos de la pareja (empresa), de esta manera pueden tener finanzas sanas, comunicación sana y, sobre todo, el tema económico no tendrá una repercusión negativa en la relación.

Lo importante es hablar y llegar a acuerdos que cumplan las expectativas de ambos antes de llevar a la práctica el hecho de vivir juntos, casados o en unión libre, y asesorarse con alguien que domine el tema para que no quede ninguna duda, sobre todo cuando se toma la elección de formalizar mediante un matrimonio civil.

“Es súper importante decir que el dinero es un instrumento que nos ayuda a lograr nuestros objetivos, por lo tanto, si establecemos una comunicación clara y abierta con nuestra pareja desde el principio y la mantenemos así permanentemente, eso hará que las cosas funcionen mucho mejor pues ninguna de las partes se sentirá utilizada, engañada ni mucho menos. Los desacuerdos financieros pueden hacer que en una relación las cosas se fracturen, hay que buscar estar equilibrados y cada quien poner la parte que le corresponde para lograr un sano crecimiento de la pareja y, de esta manera, lograr los objetivos financieros comunes”, concluye Francia.

Entonces, ¿cuál es tu opinión de separar el dinero cuando vives en pareja? ¡Te esperamos en nuestras redes sociales para comentarlo!

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