Las siete prácticas sexuales de la antigua Roma que hoy sería impensables
Las costumbres y prácticas cambian junto con el paso de las épocas. Foto: Wikimedia Commons.

La antigua Roma es una de las civilizaciones que más sigue influenciando a nuestra sociedad en muchos sentidos con creencias y costumbres como el sexo, ideologías y costumbres. Sin embargo todo cambia con el paso de las épocas, por ello hoy te presentamos algunas prácticas sexuales de aquel mundo que hoy en día serían impensables.

Los esclavos… sexuales

Para nadie es un secreto que en el Imperio Romano la esclavitud no sólo estaba permitida, sino que también estaba bien vista. Además de todas las labores físicas y domésticas más conocidas de los esclavos, también estaba la cuestión de que eran utilizados como juguetes sexuales por parte de sus señores.

En esta situación, el placer debía ser unidireccional y los sirvientes tenían prohibido practicarle sexo oral a sus amos y penetrar a las señoras para mantener la jerarquía social. En la situación de las mujeres, solían recibir placer por parte de esclavas para evitar ser acusadas de adulterio.

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El sexo en la antigua Roma era considerado un regalo de Venus, la diosa del amor, a la humanidad. Foto: Wikimedia Commons.

El inexistente consentimiento si eras mujer

Por aquellos años, la normatividad sexual era algo más propio de jerarquía social que de deseo o elección. Esto provocaba que la violencia sexual y de género, y las violaciones hacia las mujeres fuera algo mucho más común de lo que se pensaba.

No existía el consentimiento y si eras mujeres estabas sujeta a los deseos de tu esposo.

La pedofilia también tenía lugar

Aunque no se trataba de una situación común o tan bien vista, estaba aceptado que los menores de edad tuvieran sexo al llegar a la pubertad. Los hombres que no perdían la virginidad al entrar a la pubertad no eran respetados y las mujeres solían iniciar su vida sexual cuando se casaban desde la edad de 12 años.

Los romanos veían la diferencia de edad como un signo de dominación y señalamiento de jerarquías.

La infidelidad era condenada con la muerte

Una de las situaciones referentes al sexo en la antigua Roma que hoy en día no sería igual es que si eras mujer y cometías una infidelidad, la condena era la muerte. Esto debido a que la castidad y la virtud eran cuestiones fundamentales en cualquier relación marital.

Si la mujer era adúltera, el marido podía matarla, o dejarla en la miseria, social y económicamente. En el caso de los hombres, esto no ocurría y sus infidelidades podían ser defendidas con su jerarquía social.

La pornografía era cotidiana

La pornografía existe desde hace miles de años, los actores y actrices porno eran plasmados en lienzos o vasijas.

La pornografía era vista como algo cotidiano y artístico gracias a que el sexo en la antigua Roma era considerado un regalo de Venus, la diosa del amor, y por ello no existía motivo para esconderlo. Aunque la pornografía existe hoy en día, en aquella época contaba con una connotación más liberal.

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Venus y Cupido, de Lorenzo Lotto. Foto: Wikimedia Commons.

Las muestras de afecto eran castigadas

Los romanos consideraban sospechosas las muestras de afecto públicas, sin importar que lo hicieras con tu propia pareja. No podías besarte en la calle, caminar abrazados o tomarse la mano. Este tipo de situaciones podían afectar tu jerarquía social.

En Roma las tabernas ofrecían bebidas y sexo

Aunque la prostitución era considerada como una actividad infame, existía y era practicada. Las prostitutas eran consideradas como las personas más infames dentro de la sociedad y si te veían en público con una de ellas, eso podía atentar contra tu honor y jerarquía social. Por este motivo, eran obligadas a pintarse el cabello de colores, para ser identificables.

Para darle una vuelta a esta situación, las camareras que trabajaban en tabernas ofrecían algo más que sólo bebidas embriagantes. Los dueños de estos lugares permitían que sus trabajadoras también prestaran servicios sexuales, de acuerdo con información de National Geographic.

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