Activistas se manifiestan contra la construcción de un túnel en Stonehenge
El túnel de más de tres kilómetros se realizará debajo del sitio catalogado como patrimonio del mundo. Fotografía: Getty Images / Finnbarr Webster

Por Diane Taylor

Más de 100 manifestantes escenificaron una invasión en Stonehenge, Reino Unido, para expresar su preocupación por un túnel de más de tres kilómetros que se realizará por debajo del sitio que está catalogado como patrimonio del mundo.

El mes pasado, el secretario de transporte, Garnet Shapps, aprobó el proyecto de 44 mil millones de pesos que incluirá 12 kilómetros de una carretera a lo largo de la ruta A303 en Wiltshire.

Una amplia alianza de residentes, ecologistas, defensores de la tierra, activistas del clima y paganos se unieron a la manifestación. Cantaron, tocaron tambores y dieron discursos sobre el daño que consideran provocará este plan.

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Un pequeño número de oficiales de policía y funcionarios de la English Heritage, organización que gestiona más de 400 lugares históricos en Inglaterra, estuvieron presentes pero mantuvieron un bajo perfil y no trataron de detener a los manifestantes.

La principal preocupación

En los discursos se expresaba la preocupación por el programa de caminos de 713 mil millones de pesos del gobierno y por la falta de atención a la recomendación de los inspectores en contra de la aprobación del camino para carretas y el túnel bajo el sitio.

Una de las controversias es que el túnel pasará por debajo del sitio histórico de Stonehenge, con los accesos de entrada y salida localizados dentro de los límites establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Dan Hooper, conocido por sus protestas en contra de los caminos en la década de 1990, estuvo presente en la invasión. “Nos estamos uniendo para decir que ya es suficiente. Un camino para transporte es la fuente más grande de bióxido de carbono en Reino Unido, esto es una locura. La construcción de más caminos sólo provoca más tráfico y emisiones de carbón”, dijo.

“El gobierno está ignorando la realidad incómoda de que el tiempo se acaba. Es el momento de reconsiderar nuestra relación con la naturaleza. Tenemos que detener estos esquemas de caminos como lo hicimos antes”.

Indra Donfrancesco, una de las manifestantes, agregó: “Stonehenge es un lugar que reverenciaban nuestros ancestros que vivían en los tiempos en que se veneraba la naturaleza y ahora está despertando el espíritu de la gente para que se levante y actúe para defender nuestro planeta y su supervivencia”.

¿Qué dicen los especialistas?

Shapps ignoró un reporte de cinco inspectores de planeación que recomendaban detener el permiso para el plan. Se tiene la intención de hacer estas mejoras al camino para ampliar un cuello de botella que se encuentra en un camino importante entre el sur y el oeste de Inglaterra.

Las organizaciones Historic England y el National Trust argumentan que el camino subterráneo servirá para que el sitio resalte, pero los druidas, los activistas verdes y los arqueólogos se oponen al plan.

El secretario de transporte admite que el desarrollo dañaría el patrimonio de la humanidad según la Unesco, pero concluye que no sería demasiado y que el beneficio público lo compensa.

Los activistas de Save Stonehenge World Heritage Site (SSWHS), una nueva organización creada por los seguidores de Stonehenge Alliance, empezaron ya una campaña de financiamiento para pagar por la acción legal.  En su carta a Shapps, señalaron que las propuestas rompían con la convención del patrimonio mundial de la Unesco.

En marzo, el gobierno anunció su programa de caminos que incluía el proyecto de la ruta A303 de Stonehenge. Los inspectores del plan, que revisaron toda la evidencia y concluyeron que habría “daños permanentes e irreversibles” al sitio, recomendaron que se rechazara el proyecto.

Se va a realizar una impugnación. La SSWHS comisionó a la firma legal Leigh Day y a los abogados Victoria Hutton y David Wolfe para que investiguen la ilegalidad de la decisión.

Stonehenge, junto con Avebury y los paisajes aledaños, fueron designados patrimonio del mundo en 1986 porque los monumentos únicos del neolítico y la era de bronce datan de hace 6 mil años. El Departamento de Transporte presentó sus razones para dar la luz verde a este proyecto en una carta.

Este artículo se modificó el 7 de diciembre para agregar la aclaración de que el túnel pasará por sólo una parte del sitio.

Traducido por Andrés González.

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