El Síndrome de La Habana: frecuencias de radio directas son la causa probable de la enfermedad
Aquellos que padecen el síndrome tienen síntomas como dolor de cabeza, náuseas y mareos. Fotografía: Pixabay

Por Sam Jones

Los misteriosos síntomas que afectan a diplomáticos estadounidenses en Cuba, que intrigaron tanto a científicos como a agencias de inteligencia, son probablemente causados por “los pulsos de energía directa de las frecuencias de radio”, de acuerdo con un reporte ordenado por el gobierno de Estados Unidos.

Aquellos que sufren del Síndrome de La Habana, como nombraron a la condición, padecen síntomas como dolor de cabeza, náuseas, mareos, vista nublada.

Las explicaciones posibles incluyen desde la fumigación de mosquitos hasta el ruido excesivo de los grillos.

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Pero un reporte de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, comisionado por el Departamento de Estado, sugiere la implicación de frecuencias de radio.

“Después de considerar la información disponible sobre el tema y un conjunto de mecanismos posibles, el comité cree que muchos de los agudos y distintivos signos, síntomas y observaciones reportadas por los empleados del Departamento de Estado coinciden con los efectos provocados por los pulsos de energía directos de las frecuencias de radio”, concluye el informe.

Los investigadores no identificaron la fuente de la energía, ni señalaron posibles culpables, pero dijeron que estudios occidentales y soviéticos de hace varias décadas ofrecen “apoyo circunstancial para este mecanismo posible”.

¿Y los factores sociales y psicológicos?

El informe dice que mientras los factores sociales y psicológicos pueden ser una parte del Síndrome de La Habana, no explican “los síntomas inusuales, agudos y repentinos”.

“No obstante, la significativa variabilidad y la diversidad clínica de las enfermedades que aquejan al personal del departamento dejan abierta la posibilidad de múltiples factores causales como factores psicológicos y sociales”, detallaron los investigadores.

Estos factores pueden exacerbar otras fuentes de enfermedad y no se pueden descartar como contribuyentes en algunos casos, en especial con algunos de los síntomas crónicos o más tarde en el transcurso de la enfermedad durante ciertos casos”.

Las embajadas de Estados Unidos y Canadá en Cuba comenzaron a reportar la pérdida del oído, problemas del habla, sangrados nasales y otros síntomas sin explicación en 2016.

Algunos dijeron escuchar un chillido de altas frecuencias como el de los grillos, mientras que otros reportaron un ruido como de trituración, y unos más experimentaron un zumbido en sus oídos.

Los incidentes ocasionaron que el Departamento de Estado de Estados Unidos expulsara a dos diplomáticos en 2017.

El presidente estadounidense Donald Trump culpó al gobierno cubano por la enfermedad, y afirmó: “Es un ataque muy inusual, como ya saben. Pero de verdad creo que Cuba es responsable“.

Las autoridades cubanas negaron por completo cualquier relación, pero dijeron que le otorgaron “la mayor importancia” al problema. Declararon: “Cuba jamás permitirá que el territorio cubano sea usado para actuar en contra de agentes diplomáticos acreditados y sus familias, sin excepción alguna“.

Tema pendiente

El comité recomendó llevar a cabo más investigaciones y alertó que existen preocupaciones acerca de la posibilidad de más casos entre los empleados de Estados Unidos que trabajan en el extranjero, y sobre la habilidad del gobierno para reconocer y responder efectivamente ante tales situaciones.

Aunque no hay una posición para analizar o comentar cómo sucedieron estos casos en el Departamento de Estado, tales como una fuente posible de pulsos de energía directa de las frecuencias de radio, y las circunstancias exactas de las supuestas exposiciones, la simple consideración de tal escenario trae grandes preocupaciones sobre un mundo con los actores malvados y nuevas herramientas para causar daños a otros, como si el gobierno de Estados Unidos no tuviera las manos ocupadas con amenazas naturales”, dijo.

El informe concluyó que los casos futuros requerirán “una investigación multidisciplinaria, bien coordinada con bases científicas, e intervenciones efectivas”.

En octubre, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, detalló que habían desplegado “una cantidad significativa de recursos gubernamentales” para investigar el síndrome y sus causas.

Nos complace que el informe esté disponible y pueda aportar a los datos y análisis que nos ayudarán a llegar a la eventual conclusión sobre lo sucedido”, dijo una fuente del Departamento de Estado al periódico New York Times.

Traducido por Andrés González.

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