La primera vez que di a luz fue traumático, ¿debería tener un segundo bebé?
"Descubrir más sobre lo que sucedió puede ayudar a procesar los detalles del nacimiento". Ilustración: Lo Cole / The Guardian

Mi primera y única hija tiene tres años y medio, y he estado pensando en tener otro bebé. Esto es algo que quiero mucho pero una parte de mí tiene miedo. Cuando tuve a mi primera hija todo salió mal: física y emocionalmente. El nacimiento mismo fue muy traumático y tres días después de que nació tuve un ataque de pánico, que se complicó hasta convertirse en depresión postnatal y síndrome postraumático del parto. El primer año de su vida fue extremadamente difícil y durante mucho tiempo pensé que nunca querría otro hijo. Pero ya cambié de opinión.

Sin embargo, me preocupa mi salud mental y física. También me preocupa lo inevitable, aunque temporal, que es la distancia que un bebé recién nacido pondría entre mi esposo y yo, y la diferencia de edades entre mis hijos sería mucha. Confieso y me comparo con otras madres que veo en las redes sociales. ¿Me estoy engañando a mí misma al pensar que puedo con dos hijos cuando apenas pude con uno?“.

Qué difícil tu experiencia y no me sorprende lo que te pasó. Con frecuencia se minimiza el trauma de un nacimiento, a veces lo hacen otros, a veces uno mismo. Somos muy racionales al decirnos que lo más importante es que nuestros bebés estén bien, lo cual es importante, pero eso no suaviza el impacto de lo que sucedió.

Lo primero que quiero decir es que la edad entre hijos ideal es la que te acomoda, a nadie más. Con toda intención, mis hijos se llevan cinco años y medio y creo que funciona muy bien.

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Hablé con dos personas en relación a tu carta: Jo Stubley, una consultora psiquiatra en psicoterapia y experta en traumas de Tavistock and Portman NHS Trust, y Kim Thomas, de la Birth Trauma Association.

El tratar de lidiar con el traumatismo por el nacimiento de un primer hijo no significa que no se pueda con un segundo hijo. Pero sí es sabio pensar en ello, dado lo que sucedió, porque quiero que pienses, independientemente del parto, lo que va a ser lo mismo esta segunda vez y lo que va a ser diferente. Específicamente, ¿qué apoyo tienes ahora que tal vez no tenía antes? Thomas dijo que “al ir a un segundo nacimiento es importante estar informada y en control, lo cual es muy importante para las mujeres que tuvieron partos traumáticos”.

Esto es muy importante porque, como explicó Stubley: “Si percibimos que la red de apoyo social con la que contamos no es adecuada, nos ponemos en más riesgo de trauma y síndrome postraumático”.

Descubrir lo que pasó hace tres años puede ayudarte en el proceso de detalles sobre el nacimiento y ayudarte a tomar una decisión más informada. Puedes solicitar una copia de tus notas en el hospital y pedir a una partera que las revise junto contigo. Esto puede funcionar muy bien para algunas mujeres. Puede validar la forma en que se sienten y llenar los vacíos de los detalles que se olvidaron. También puede ayudarte a descubrir que algunas cosas quedan fuera de control.

Thomas subrayó además que no tienes que dar a luz en el mismo hospital si no lo quieres. Tienes la opción de escoger cómo y en dónde dar a luz.

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Trauma y síndrome postraumático”, dijo Stubley, “están relacionados con la falta de poder y conexión con otros, que muy probablemente sentiste durante y después del nacimiento. Así es que las dos cosas que puedes hacer ahora son empoderarte y conectarte con otros. Permitirte pensar en lo que sucedió, en lo que te gustaría cambiar, y tratar de conectarte con los grupos que puedan ayudarte correctamente. No tiene que ser otra vez lo mismo”.

Habla con tu esposo de tus preocupaciones, ya que los padres también pueden experimentar un síndrome postraumático después de un nacimiento difícil. Esto puede ayudarlos a sentirse y mantenerse conectados.

Si vas a compararte con otras madres en las redes sociales, espero que lo hagas como la mujer que eres: alguien que reflexiona, que es consciente de sí misma y que es resiliente. Esas son grandes cualidades para una segunda maternidad.

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