Reino Unido introduce tres leyes que amenazan los derechos humanos, dice experto de la ONU
Los nuevos poderes policiales para desmantelar los campamentos temporales no autorizados les permitirían destituir a los manifestantes pacíficos. Foto: David Levene / The Guardian

El gobierno de Boris Johnson va a presentar tres textos legislativos que propiciarán la recurrencia de la violación de los derechos humanos y que ésta tenga menos probabilidades de sanción a pesar de que el combate contra la catástrofe climática depende de estos derechos, dice un relator especial de derechos humanos y el ambiente.

Estos textos legislativos están reduciendo el espacio cívico en momentos en que la crisis ambiental del mundo exige que se escuche la voz de la gente”, recalcó David Boyd

Las tres leyes hacen referencia a la ley policiaca, que propone cambios en la aplicación de la ley y en las sentencias, la ley de las fuentes encubiertas de inteligencia, que protege las acciones encubiertas del estado de ser consideradas crimen, y al debilitamiento de la revisión judicial, el proceso para desafiar decisiones ministeriales, incluyendo las del medio ambiente.

Estos desarrollos van “en contra de la dirección en la que tenemos que ir” en momentos en los que “los derechos de libre asamblea, asociación y expresión son absolutamente críticos para el progreso ambiental, dijo Boyd.

“Uno de los derechos fundamentales que se pone en peligro es el acceso a la justicia y los cambios a la revisión judicial son una amenaza para los derechos fundamentales”, señaló.

Habló después de que el grupo activista Not1More solicitó la intervención de la ONU para proteger los derechos de manifestación pacífica en Reino Unido. Not1More dijo que cada texto legislativo hace que “la gente que quiere acceso a su derecho democrático de manifestarse pacíficamente sea más vulnerable a las restricciones, a la detención arbitraria y a las acciones policiacas invasivas”.

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El grupo con sede en Londres pidió a la ONU que llame a “la responsabilidad y a la no extensión de los poderes policiales para impedir o deshacer manifestaciones o campamentos temporales, y a dar fin a la violencia en contra de las protestas pacíficas”, que dice está aumentando en Reino Unido.

Los nuevos poderes policiales para levantar campamentos temporales no autorizados les permite retirar a los manifestantes pacíficos de los campos de protección de tierras cerca del desarrollo de la línea HS2, y “residir en un campamento no autorizado se convierte en una ofensa que puede castigarse con tres meses de prisión o con una multa de hasta 2.500 libras esterlinas”, dijo.

En un reporte reciente de la ONU con la firma de abogados Global Diligence LLP, Not1More documentó 400 incidentes en los que la policía supuestamente utilizó comportamiento agresivo no justificado para detener a los manifestantes en contra del fracking de shale y la línea HS2. Aseguró que la policía violó los derechos de los manifestantes bajo la ley internacional, y atacó a personas basándose en género y discapacidades y puso vidas en peligro, y citó el desalojo del año pasado en Euston.

Boyd dijo que no podía verificar esos incidentes inmediatamente pero que “cualquier ataque sobre la población vulnerable presenta un cuadro perturbador”.

“Si pones esto en el contexto de la crisis ambiental del mundo, la gente que quiere promover que se resuelva esta crisis merece todo nuestro apoyo porque es de interés público”, comentó. “La protesta no es lo primero que hace la gente. Participar en un acto desesperado en momentos desesperados en los que enfrentamos retos ambientales desesperados”.

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En referencia a la reciente moratoria sobre la tala de árboles por las protestas en la isla de Vancouver, Canadá, señaló: “Hemos visto esto una y otra vez. Las protestas tienen el impacto que necesitamos”.

El cuadro global está bastante matizado en términos de los países que incrementan la represión, pero la Declaración Universal de Derechos Humanos tiene 75 años y es preocupante cuando un país tan rico y poderoso como Reino Unido no se mueve en esta dirección”.

Declaró: “Habrá una reacción. Si la gente ve que el gobierno de Reino Unido es cada vez más represor, en algún momento lo dirán. Estas acciones son contraproducentes, lo vimos en Estados Unidos, en donde un gobierno terrible y represor fue reemplazado por una administración que en muchas formas está en favor de los derechos humanos y de la sustentabilidad”.

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