Mike Pence desaprueba a Trump y reafirma estar ‘orgulloso’ de certificar el resultado de las elecciones

El exvicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, emitió un discurso en público el jueves por la noche para ir mucho más lejos que antes y reprender los esfuerzos de Donald Trump para revertir la derrota republicana en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020, al tiempo que agregó que “siempre estará orgulloso” de jugar su parte al certificar la victoria de Joe Biden.

El Congreso de Estados Unidos, con Pence presidiendo el Senado, confirmó el resultado de las elecciones en la madrugada del 7 de enero después de la fatal insurrección del día anterior por parte de extremistas partidarios de Trump. Previamente, el entonces presidente los instó a “luchar como el infierno” para revertir su derrota y presionó a Pence para que no certificara la victoria de Biden.

“Siempre estaré orgulloso de haber hecho nuestra parte en ese trágico día para volver a convocar el Congreso y haber cumplido con nuestro deber bajo la Constitución y las leyes de los Estados Unidos”, apuntó Pence en un discurso en California.

Señaló que el vicepresidente no tiene poder constitucional para anular un resultado presidencial presentado al Congreso de Estados Unidos por los estados, o devolver los votos a los estados en conflicto electoral.

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Pence contradijo a “aquellos en nuestro partido” que piensan que “cualquier persona” podría elegir al presidente, sin mencionar directamente a Trump.

“La verdad es que casi no hay idea más antiestadounidense que la noción de que cualquier persona podría elegir al presidente estadounidense“, dijo.

Definió la insurrección como un “día oscuro en la historia del Capitolio de los Estados Unidos”, tras el cual 500 personas han sido detenidas en la mayor investigación criminal estadounidense desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

El discurso del republicano de Indiana se pronunció en la biblioteca presidencial de Ronald Reagan en Simi Valley. Pence demostró que todavía se apega a las políticas de Trump que lealmente ayudó a elaborar y promover durante la administración Trump-Pence. También parecía estar trazando su camino hacia una posible candidatura a la presidencia.

Trump persiste en sus afirmaciones de que las elecciones le fueron “robadas” debido a un fraude generalizado, a pesar del fracaso de más de 80 recursos judiciales. Recientemente le dijo a un entrevistador que “nunca admitió la derrota” y que estaba “muy decepcionado de que Pence no devolvió el proceso a las legislaturas” de los estados, rechazando efectivamente el resultado.

En su discurso, Pence reconoció su “decepción” por la derrota de noviembre, con la victoria decisiva de los demócratas Biden y Kamala Harris.

“Ya entiendo la decepción que muchos sienten por las últimas elecciones”, recalcó. “Puedo sentirlo. Yo estaba en la boleta. Pero ya sabes, hay más en juego que nuestro partido y nuestra fortuna política en este momento. Si perdemos la fe en la Constitución, no sólo perderemos las elecciones, perderemos nuestro país”, afirmó.

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Elogió los logros de la “administración Trump-Pence” e instó a su partido a aprovechar las “prioridades conservadoras tradicionales”, así como los “nuevos pilares” de la política populista de Trump. Llamó a Trump un disruptor “único en su tipo” que también “fortaleció nuestro movimiento” de la misma manera que lo hizo Ronald Reagan en la década de 1980.

Mientras tanto, un extracto adicional del próximo libro Nightmare Scenario de dos periodistas del Washington Post afirma que si Trump se hubiera incapacitado o muerto de Covid-19 el otoño pasado, la Casa Blanca no tenía planes para juramentar a Pence como presidente.

Según la Ley de Sucesión Presidencial, Pence habría asumido la presidencia si Trump hubiera muerto.

El libro tiene más detalles de cómo Trump estaba mucho más enfermo de lo que se reconoció oficialmente.

Pero agrega: “El roce de Trump con una enfermedad grave y la perspectiva de su muerte tomaron a la Casa Blanca tan desprevenida que ni siquiera habían informado al equipo de Mike Pence sobre un plan para tomar protesta si Trump quedaba incapacitado”.