La comunidad LGBT+ de Malawi celebró su primera marcha del orgullo
La gente participa en el primer desfile del Orgullo Gay de Malawi en Lilongüe. Foto: Amos Gumulira / The Guardian

Durante algunas horas del fin de semana, las calles de Lilongüe, capital de Malawi, se cubrieron con el arcoíris, cuando alrededor de 50 miembros de la perseguida comunidad LGBT+ formaron parte de la primera marcha del Día del Orgullo en el país.

Los riesgos para quienes participaron son altos. La homosexualidad sigue siendo ilegal en Malawi, y quienes se identifican como algo diferente a ser heterosexual se enfrentan a ser arrestados y encarcelados.

No obstante, quienes salieron a las calles de Lilongüe el sábado, expresaron su alegría de que en un año donde se han cancelado eventos en todo el mundo, su desfile por fin pudo llevarse a cabo durante el mes del Orgullo.

Andreas, de 29 años, dijo que era un momento enorme para su comunidad mientras bailaba con una pancarta sobre la cabeza. “Me siento muy feliz de formar de esto”, señaló. “Ser gay en Malawi es difícil y se necesita mucho valor para serlo abiertamente como yo. He vivido muchas cosas, incluyendo insultos y discriminación. Tengo suerte de tener una familia que me ama y me acepta como soy”.

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Los participantes utilizaban camisetas con los colores del arcoíris y lemas como “Aceptando nuestra sexualidad”, “El orgullo une al mundo”, “Primero el amor” y “Malawi también es para nosotros”, mientras bailaban y gritaban “¡Viva LGBTI!”. Marcharon solos a través de las calles silenciosas. No había multitudes en el pavimento, y algunos autos tocaban el claxon para mostrar su apoyo. 

A pesar de la celebración, la mayoría de los participantes utilizaban máscaras, no por el Covid-19 sino por el miedo a revelar sus identidades en un país donde las sentencias de homosexualidad pueden llevar a 14 años de prisión a los hombres y cinco a las mujeres.

Muchos de los participantes dijeron que se siguen enfrentando al estigma y la persecución y que viven sus vidas con miedo constante. Compartieron historias de cuando se les ha negado la vivienda, cuando han sido chantajeados por la policía, abusados en la escuela, rechazados por sus familias, y obligados a ocultar su sexualidad en público.

Chrispine, de 30 años, se enfrentó a represalias en su escuela e iglesia cuando su sexualidad fue descubierta y lo echaron de su casa a los 18 años.

“Fue difícil para mí porque nadie quería relacionarse conmigo. Estaba muy deprimido”, comentó. “Incluso en el espacio político no estoy representado y no se me permite tener una opinión. Creo que se trata de un momento histórico que hemos esperado por mucho tiempo. Sé que en el pasado no hemos sido capaces de hacer esto”.

Los organizadores de Malawi Pride utilizaron la marcha para entregar una petición dirigida al presidente exhortando al gobierno a combatir las leyes que criminalizan la unión de personas del mismo sexo.

La comunidad está aquí para buscar el diálogo con el gobierno y resolver los problemas que nos afectan”, dijo Eric Sambisa, quien dirige Nyasa Rainbow Alliance. “El gobierno dice estar implementando políticas que representan a la gente, ¿pero por qué nos ignoran a nosotros?”

Gobiernos sucesivos han prometido reformar la legislación del país sobre la homosexualidad. La presidenta Joyce Banda prometió un cambio en 2012 y temporalmente suspendió las sentencias para los arrestados. Su sucesor, Peter Mutharika, declaró que quería poner la cuestión de la legalización de la homosexualidad en un referéndum.

El actual ministro de justicia, Titus Mvalo, dijo que las leyes siguen en pie pero que la Comisión de Derechos Humanos de Malawi llevará a cabo un estudio para averiguar si necesitan cambiarse.

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Martha Chijozi, quien representó a la comisión en la marcha, recordó que la protección de los derechos de todos está dentro del mandato, incluyendo a quienes pertenecen a minorías sexuales.

Ella afirmó estar de acuerdo con la Nyasa Rainbow Alliance sobre el problema de los derechos sexuales, que no deberían ser sujeto de estudio o referéndum.

“Sabemos que hay muchos malentendidos sobre la comunidad LGBT+. Son seres humanos y merecen derechos igual que todas las personas. La comunidad sufre mucho por la discriminación y por eso tenemos un enfoque específico en la creación de consciencia”, aseguró.

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