Reino Unido respaldó el plan de cobrar la entrada a Europa a los viajeros que no pertenecen a la UE
David Cameron se reúne con el entonces presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en 2016. Foto: Yves Herman/Reuters

El gobierno británico fue uno de los “mayores partidarios” de los planes de la Unión Europea (UE) para requerir que los ciudadanos extracomunitarios obtengan una autorización y paguen una cuota para entrar en la zona libre de pasaportes del bloque, según se enteró The Guardian.

El gobierno de David Cameron apoyó la idea cuando la Comisión Europea la propuso en abril de 2016, tres meses antes del referéndum de la UE, cuando pocos preveían que la cuota de 7 euros (unos 165 pesos) afectaría algún día a los viajeros británicos.

Los partidarios del Brexit reaccionaron con furia esta semana cuando la comisión dijo que los planes del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) estaban en camino para comenzar a aplicarse a los viajeros a finales de 2022.

A pesar de las afirmaciones sobre el “castigo del Brexit”, la idea, que pretende aumentar la seguridad en las fronteras, fue presentada mucho antes de la separación de Gran Bretaña de la UE y se aplica a los ciudadanos de aproximadamente 60 países.

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Siguiendo el modelo del sistema estadounidense ESTA, los ciudadanos que no pertenecen a la UE que no necesiten una visa tendrán que rellenar un formulario y pagar 7 euros antes de entrar en la zona libre de pasaportes Schengen de Europa. En el 95% de los casos, la autorización se concederá en cuestión de minutos. Si se autoriza el viaje, la cuota de 7 euros, que se aplica a los adultos de entre 18 y 70 años, cubre múltiples visitas durante tres años.

El ex eurodiputado laborista Claude Moraes dijo que al gobierno le había gustado la idea. “El gobierno del Reino Unido fue uno de sus mayores partidarios, obviamente antes del referéndum, y (ETIAS) fue visto como parte de la titulización digital de las fronteras que Reino Unido quería liderar en la UE”.

Moraes presidió la Comisión de Asuntos de Interior del Parlamento Europeo, la cual se encargó de negociar el reglamento de ETIAS con los ministros de Interior de la UE.

Se entiende que la entonces ministra de Interior, Theresa May, apoyó el proyecto, aunque nunca previó su incorporación, puesto que Reino Unido estaba fuera de la zona Schengen. Si Reino Unido hubiera permanecido como Estado miembro de la UE, los ciudadanos británicos estarían exentos de rellenar el formulario y de pagar la cuota, un estatus especial que hoy tiene la parte de Irlanda que no pertenece a Schengen.

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El exembajador de Reino Unido en la UE, Ivan Rogers, dijo que Reino Unido habría estado a favor, pero añadió que no recordaba con detalle. “Como era una medida para construir el espacio Schengen, no nos habríamos integrado. Esto se aplicó a varias propuestas sobre la construcción del espacio Schengen de las que dijimos que estábamos a favor, por buenos motivos de seguridad (del Ministerio de Interior)”.

El exministro para Europa, David Lidington, declaró: “No recuerdo exactamente cuál era nuestra postura en aquel momento respecto a ETIAS; por aquel entonces estábamos muy enfocados en la campaña del referéndum. Habiendo dicho eso, nuestro enfoque general era alentar y apoyar las medidas de la UE para reforzar la seguridad aérea con el fin de reducir el riesgo de atentados terroristas exitosos“.

Cuando May era titular del Ministerio de Interior, Reino Unido estaba al frente de la demanda a la UE para que adoptara una ley que obligaba a las autoridades policiales la recopilación de información sobre los pasajeros que viajan en avión. La directiva de registros de nombres de los pasajeros (PNR) fue coescrita por el eurodiputado conservador británico Timothy Kirkhope, generando acuerdos de intercambio de información con Australia y Estados Unidos.

En abril de 2016, May afirmó que permanecer en la UE “significa que estaremos más seguros frente a la delincuencia y el terrorismo“, al tiempo que elogiaba la orden de detención europea y la ley PNR.

El gobierno consideraba el sistema ETIAS como parte de un paquete de seguridad que incluía la directiva PNR y las bases de datos de la UE, recordó Moraes. “Así fue como consideraron también el sistema ETIAS como una modernización de las fronteras. La interoperabilidad era el beneficio principal de ETIAS en la opinión (del gobierno): que funcionaría con otras bases de datos de la UE”.

Cuando un viajero completa el formulario ETIAS, sus datos se cotejan automáticamente con otras bases de datos de la UE, incluyendo el sistema de información de Schengen, Europol y el almacén de datos de huellas dactilares, Eurodac, para las personas que solicitan asilo.

La idea de un sistema europeo de autorización de viaje se planteó al menos en el año 2011 y cobró importancia tras los atentados terroristas en París en 2015 y en Bruselas en 2016. A pesar de las relaciones ásperas entre Cameron y el resto de la UE, su gobierno votó a favor de la mayoría de las leyes de la UE.

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