Boris Johnson presionará a Biden a mantener las tropas de EU en el aeropuerto de Kabul después del 31 de agosto
Un marino estadounidense escolta a una familia durante la evacuación en el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul, Afganistán, el sábado. Foto: Sargento Victor Mancilla/AP

Boris Johnson presionará personalmente al presidente estadounidense Joe Biden en la cumbre de líderes del G7, según informó el número 10 de la oficina de trabajo del primer ministro de Reino Unido el domingo por la noche, para pedirle que se prolongue la presencia de las tropas estadounidenses en el aeropuerto de Kabul después de finales de agosto, tras un fin de semana de tensión entre Reino Unido y su aliado más cercano.

Con los talibanes fortaleciendo su control en el aeropuerto, la oficina de trabajo del primer ministro confirmó que Johnson presionará a Biden el martes durante el encuentro virtual. La noticia surgió cuando las fuerzas talibanes intentaron reafirmar su autoridad, culpando a Estados Unidos de la “anarquía” en el aeropuerto e insistiendo en que ellos eran los únicos capaces de restaurar el orden. Durante todo el día, los combatientes talibanes dispararon sus armas al aire y utilizaron bastones para obligar a la gente a formar filas ordenadas en un intento para detener las escenas de desesperación en las que han muerto al menos 20 personas.

El número 10 de la oficina confirmó el domingo que el primer ministro pedirá a Biden que mantenga la presencia estadounidense en la zona después del 31 de agosto. Se teme que miles de personas con conexiones británicas perderán la oportunidad de ser evacuadas cuando los talibanes comiencen a administrar parcialmente las evacuaciones. Durante una conferencia de prensa el domingo por la noche, Biden sugirió que se podría retrasar la fecha de finalización de las evacuaciones, comentando que las negociaciones seguían en curso, pero añadió: “Nuestra esperanza es que no tengamos que posponerla“.

Un ministro británico señaló que había mejorado el flujo de personas afuera del aeropuerto debido a la intervención de los talibanes, permitiendo acelerar el ritmo de la evacuación británica. The Times informó el domingo por la noche que la Real Fuerza Aérea británica ya había pospuesto su propia fecha de evacuación. Estaba previsto que finalizara el martes, pero ahora sería el viernes o el sábado, según el periódico, para poder evacuar a más personas elegibles, entre ellas políticos afganos y trabajadores humanitarios.

James Heappey, ministro de las Fuerzas Armadas, indicó que los talibanes estuvieron “organizando a la gente en filas separadas para la evacuación de Estados Unidos y Reino Unido, y que eso está marcando una gran diferencia en el tamaño de las multitudes frente a la puerta de Reino Unido y permitiéndonos acelerar los trámites de la gente”.

Los talibanes acusaron a Estados Unidos, el cual controla el aeropuerto con 5 mil 200 soldados, de no mantener el control de forma adecuada, a pesar de que los combatientes del grupo son los que han golpeado y disparado a quienes intentaban acceder al lugar. Al menos 20 personas han muerto en las caóticas escenas tanto en la pista como en el exterior del aeropuerto desde el domingo anterior, informó un funcionario de la OTAN a Reuters. Se ha retenido a muchos otros afganos en los puestos de control de carretera u otros se sienten demasiado asustados para viajar a pesar de haber recibido una oferta de evacuación.

Amir Khan Muttaqi, jefe del consejo de orientación de los talibanes, comentó: “Todo Afganistán es seguro, pero en el aeropuerto gestionado por los estadounidenses reina la anarquía. Estados Unidos no debería difamarse a sí mismo, no debería avergonzar al mundo y no debería transmitirle a nuestro pueblo esta idea de que (los talibanes) son un tipo de enemigo”. En su conferencia de prensa, Biden informó que los estadounidenses ampliaron su perímetro alrededor del aeropuerto para acelerar las evacuaciones. Comentó que los talibanes habían cooperado al respecto.

Aún se desconoce cuánto tiempo permanecerá Estados Unidos en el aeropuerto para continuar con la evacuación aérea, aunque se supo que Gran Bretaña presionó desesperadamente y en vano al gobierno de Biden para que considerara la posibilidad de quedarse más tiempo de la fecha límite anunciada del 31 de agosto.

Heappey informó de que el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, quien es criticado por su propia forma de manejar la crisis, había “hecho gestiones” ante su homólogo, Antony Blinken, el secretario de Estado de Estados Unidos, sobre la cuestión. Pero los británicos no habían recibido ninguna garantía, lo que provocó que Heappey comentara en una entrevista televisiva que “no estamos asumiendo nada” con respecto a la fecha de evacuación definitiva.

Poco más de mil 900 personas fueron evacuadas como parte de la operación de la Real Fuerza Aérea británica en las 24 horas anteriores al domingo por la noche, el mayor total en un día, elevando la cifra global a 5 mil 725 desde el 12 de agosto.

El líder laborista, Keir Starmer, le escribió al primer ministro para plantearle una serie de preguntas sobre la “falta de previsión y planificación” respecto a Afganistán, incluyendo si existía algún plan de evacuación conjunto por parte de los comandantes de Reino Unido y de Estados Unidos en Kabul.

Otros acontecimientos que ocurrieron durante el domingo fueron:

  • Hasta 300 exempleados afganos de la empresa de seguridad británica G4S afirman que se encuentran varados en Kabul, por temor a sus vidas, y que se sienten abandonados por la empresa y el gobierno de Reino Unido.
  • Tony Blair, el primer ministro que autorizó la participación de Reino Unido en la invasión a Afganistán liderada por Estados Unidos, advirtió que la caótica retirada permitiría que los grupos terroristas y los países hostiles contra Occidente encontraran oportunidades.
  • Uno de los pocos líderes rebeldes que se oponen a los talibanes, Ahmad Massoud, advirtió que era “inevitable” una nueva guerra civil si no se llegaba a un acuerdo de distribución del poder.
  • Gran Bretaña informó que establecerá centros de refugio en el extranjero para los refugiados afganos en países como Pakistán y Turquía, puesto que los ministros admitieron que Reino Unido no podría rescatar a tiempo a todas las personas que cumplen los requisitos para ser reubicadas. Sin embargo, el domingo por la noche Turquía declaró que rechazaría cualquier solicitud de creación de un refugio por parte de Reino Unido.

Las autoridades confirmaron que Johnson aprovechará la reunión del G7 para presionar a Biden a favor de que Estados Unidos prolongue su presencia en Kabul, pero insistieron en que el evento constará principalmente de soluciones a largo plazo. El domingo por la noche, Reuters informó que Gran Bretaña cree que el G7 debería considerar la posibilidad de imponer sanciones económicas y suspender la ayuda en caso de que los talibanes cometan abusos contra los derechos humanos y permitan que los militantes utilicen su territorio como refugio. Cuando se le preguntó a Biden en su conferencia de prensa sobre las sanciones, comentó que podría respaldarlas “dependiendo del contexto”.

En su carta, Starmer le preguntó a Johnson si había hablado personalmente con Biden para solicitar que se prolongue la presencia estadounidense. La última comunicación entre Johnson y Biden fue el martes, una llamada que tardó más de 24 horas en concretarse, de acuerdo con el Sunday Times. Biden no mencionó a Reino Unido el domingo por la noche cuando enunció a los líderes de los países con los que había hablado.

Entre otras cuestiones que se plantearon en la carta de Starmer figuraban si se había discutido la posibilidad de que los aliados de la OTAN resguardaran temporalmente el aeropuerto de Kabul sin la presencia de las tropas estadounidenses; si las fuerzas de la OTAN podrían garantizar zonas seguras para facilitar el acceso al aeropuerto; y si existía la posibilidad de que la ONU realizara una operación de ayuda.

Lord Ricketts, antiguo asesor de seguridad nacional, comentó que la decisión de Biden sobre la retirada de Afganistán y su estrategia para llevarla a cabo era “una llamada de atención para los aliados que habían alimentado las esperanzas del regreso al internacionalismo estadounidense“.

“Por lo que he escuchado, Estados Unidos está totalmente enfocado en evitar que la evacuación se convierta en un desastre y no tiene tiempo para otros aliados en este momento”, señaló. “Pero los británicos son los que más sienten la falta de comunicación: nosotros somos los que más necesitan ser considerados como los homólogos más cercanos de Washington”.

El número 10 de la oficina evitó las preguntas sobre sus desacuerdos con Estados Unidos, con los funcionarios destacando la “excelente relación de trabajo” entre los líderes.

Paralelamente, la ausencia de Raab durante sus vacaciones mientras Kabul caía en manos de los talibanes volvió a ser objeto de atención, después de que se informó que el ministro de Relaciones Exteriores presionó a Johnson para que prolongara su ausencia. Se le había ordenado a Raab que regresara el 13 de agosto, momento en que el gobierno afgano se enfrentaba al colapso, pero, según se informó, Raab “presionó” al primer ministro para que le permitiera permanecer dos días más de vacaciones en Creta.

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