Julian Assange podría cumplir la pena de cárcel en Australia, dice el abogado de EU al tribunal de Londres
Simpatizantes de Julian Assange protestan frente a los Tribunales de Justicia de Londres en la primera audiencia de la apelación de extradición del fundador de Wikileaks. Foto: Thomas Krych/SOPA Images/REX/Shutterstock

Las autoridades estadounidenses dijeron a los jueces británicos que si acceden a extraditar a Julian Assange por cargos de espionaje, el fundador de WikiLeaks podría cumplir cualquier sentencia de prisión estadounidense que reciba en su Australia natal.

En enero, un tribunal de primera instancia de Reino Unido negó la petición de Estados Unidos de extraditar a Assange por la publicación de documentos militares secretos de Estados Unidos por parte de WikiLeaks hace una década.

La jueza de distrito Vanessa Baraitser determinó que Assange, que ha pasado años en la clandestinidad y en cárceles de Reino Unido mientras pugnaba por la extradición, era probable que se quitara la vida si permanecía recluido en las duras condiciones de la prisión estadounidense.

Al apelar contra dicha decisión ante el tribunal supremo de Londres, un abogado del gobierno estadounidense negó el miércoles que la salud mental de Assange fuera demasiado frágil para resistir el sistema judicial estadounidense.

El abogado James Lewis indicó que Assange “no tiene un historial de enfermedad mental grave y permanente” y no cumple con la condición de estar tan enfermo que no pueda evitar hacerse daño a sí mismo.

Los fiscales estadounidenses han acusado a Assange de 17 cargos de espionaje y uno de uso indebido de la informática por la publicación de miles de documentos militares y diplomáticos filtrados por WikiLeaks.

Los cargos conllevan una pena máxima de 175 años de prisión, aunque Lewis señaló que “la sentencia más larga jamás impuesta por este delito es de 63 meses”.

Lewis comentó que las autoridades estadounidenses prometieron que Assange no sería recluido en una prisión de máxima seguridad “Supermax” ni sería sometido a estrictas condiciones de aislamiento antes del juicio, y que en caso de ser declarado culpable se le permitiría cumplir su condena en Australia.

Lewis señaló que las garantías “son vinculantes para Estados Unidos”.

“Una vez que exista una garantía de atención médica adecuada, una vez que quede claro que será repatriado a Australia para cumplir cualquier condena, entonces podremos decir con seguridad que la jueza de distrito no habría decidido sobre la cuestión relevante de la forma en que lo hizo”, comentó.

Estados Unidos también sostiene que un testigo clave de la defensa, el neuropsiquiatra Michael Kopelman, engañó al juez anterior al omitir mencionar que Stella Moris, miembro del equipo legal de WikiLeaks, también era la pareja de Assange y tenía dos hijos con él.

Lewis señaló que dicha información era “un factor muy relevante para la cuestión de la probabilidad de suicidio”.

El abogado de Assange, Edward Fitzgerald, acusó a los abogados estadounidenses de intentar “minimizar la gravedad del trastorno mental y el riesgo de suicidio del Sr. Assange“.

Fitzgerald indicó en un escrito que Australia aún no había aceptado recibir a Assange si era condenado. Incluso si Australia aceptara, Fitzgerald comentó que el proceso legal estadounidense podría durar una década, “durante la cual el Sr. Assange permanecerá detenido en extremo aislamiento en una prisión estadounidense”.

Se esperaba que Assange, que se encuentra recluido en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh, asistiera a la audiencia de dos días por videoconferencia, sin embargo, Fitzgerald informó que Assange recibió una alta dosis de medicación y “no se siente capaz de asistir“.

Más tarde, Assange apareció en el enlace de video en algunas ocasiones, sentado en una mesa en una sala de la prisión usando un cubrebocas negro.

Desde que WikiLeaks comenzó a publicar documentos clasificados hace más de una década, Assange se ha convertido en una figura de interés.

Algunos lo ven como un peligroso filtrador de secretos que puso en peligro la vida de informantes y otras personas que ayudaron a Estados Unidos en zonas de guerra.

Otros opinan que WikiLeaks sacó a la luz las irregularidades oficiales que los gobiernos querían mantener en secreto.

Varias docenas de manifestantes a favor de Assange realizaron el miércoles una bulliciosa manifestación frente a los Tribunales de Justicia de Londres, calificando la acusación de estar políticamente motivada.

Los partidarios de WikiLeaks opinan que el testimonio de los testigos durante la audiencia de extradición de que una empresa de seguridad española espió a Assange mientras estaba en la embajada de Ecuador en Londres a petición de la CIA, y que incluso se habló de secuestrarlo o matarlo, socava las afirmaciones de Estados Unidos de que será tratado con justicia.

Se espera que los dos magistrados responsables de la apelación, uno de ellos es el juez de mayor rango de Inglaterra, el presidente del tribunal supremo Ian Burnett, no emitan su fallo hasta dentro de varias semanas.
La parte que pierda podría apelar ante el tribunal supremo de Reino Unido.

A la salida del tribunal, Moris señaló que era “completamente inconcebible que los tribunales de Reino Unido pudieran aceptar” la extradición.

“Espero que los tribunales pongan fin a esta pesadilla, que Julian pueda regresar pronto a casa y que prevalezcan las mentes sensatas”, comentó.

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