Las mujeres ejecutadas hace 300 años por ser consideradas brujas en Escocia recibirán indultos
Monumento a Maggie Wall, Dunning, Escocia. Un conjunto de piedras, coronado con una cruz en honor a Wall, que fue quemada en 1657 por ser considerada bruja. Foto: Geoffrey Davies/Alamy

Desde acusaciones de maldecir los barcos del rey, hasta cambiar de forma para convertirse en animales y pájaros, o bailar con el diablo, el pánico satánico que reinaba en la Escocia de principios de la Edad Moderna provocó que miles de mujeres fueran acusadas de brujería entre los siglos XVI y XVIII, y que muchas fueran ejecutadas.

Ahora, tres siglos después de la derogación de la Ley de Brujería, los activistas avanzan en su intento de conseguir indultos y disculpas oficiales para las aproximadamente 3 mil 837 personas -el 84% de las cuales eran mujeres- juzgadas como brujas, de las cuales dos tercios fueron ejecutadas y quemadas.

Después de dos años de lucha por parte del grupo “Witches of Scotland”, un proyecto de ley en el parlamento escocés consiguió el apoyo del gobierno de Nicola Sturgeon para limpiar los nombres de las acusadas, informó el Sunday Times. El proyecto se suma al precedente de la Cámara de Representantes de Massachusetts, en Estados Unidos, que en 2001 proclamó inocentes a las víctimas de los juicios por brujería de Salem.

La incansable persecución de brujas en Escocia entre 1563, cuando se promulgó la Ley de Brujería, y 1736, cuando finalmente fue derogada, resultó en cinco “grandes cacerías de brujas escocesas” y una serie de juicios a nivel nacional.

Las primeras cacerías de brujas fueron autorizadas por Jacobo VI de Escocia, posteriormente Jacobo I de Inglaterra e Irlanda, quien creía que las brujas conspiraban contra su novia danesa invocando tormentas para hundir sus barcos. Entre los acusados en 1590 se encontraba Geillis Duncan -cuyo personaje aparece en la serie de televisión Outlander -y quien admitió bajo tortura haberse reunido con el diablo para desbaratar los barcos del rey.

Otra persona, Agnes Sampson, confesó que 200 mujeres presenciaron la predicación del diablo en North Berwick en Halloween, ocasión en la que se tramó la destrucción del rey.

Entre otros casos conocidos se encuentra el de Lilias Adie, de Torryburn, Fife, que fue acusada de lanzar un hechizo para provocar la resaca de un vecino; mientras que Issobell Young, ejecutada en el castillo de Edimburgo en 1629, fue acusada por un caballerango de haberse transformado en un búho y de tener un aquelarre.

Como la brujería era un delito capital, las personas condenadas solían ser estrangulados hasta la muerte y después quemadas en la hoguera para no dejar ningún cuerpo que enterrar. Muchos confesaban bajo tortura, la cual incluía la privación del sueño, el aplastamiento y la extracción de las uñas, y piquetes en la piel con agujas y punzones para comprobar si la persona acusada sangraba.

El sitio web de Witches of Scotland señala que los símbolos asociados a la brujería -palos de escoba, calderos, gatos negros y sombreros puntiagudos negros- también estaban asociados a las “alewives”, el nombre que recibían las mujeres que elaboraban cerveza suave para combatir la mala calidad del agua. El palo de escoba se utilizaba para indicar que se vendía cerveza, el caldero para fabricarla, el gato para ahuyentar a los ratones y el sombrero para distinguirlas en el mercado. Una vez que se convirtió en una industria lucrativa, las mujeres fueron expulsadas de la fabricación de cerveza y sustituidas por hombres.

Claire Mitchell QC, que lidera la campaña Witches of Scotland, señaló que buscaba indultos, disculpas y un monumento nacional para las víctimas de la caza de brujas, en su mayoría mujeres. “Per cápita, durante el período comprendido entre los siglos XVI y XVIII, nosotros [Escocia] ejecutamos a cinco veces más personas que en otros lugares de Europa, la gran mayoría de ellas eran mujeres“, dijo al Sunday Times.

“Para ponerlo en contexto, en Salem se acusó a 300 personas y se ejecutó a 19. En Escocia nos distinguimos completamente en la búsqueda de mujeres para quemarlas. Aquellos ejecutados no eran culpables, por lo que deberían ser absueltos”.

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