Kate Winslet: ‘Me siento mucho más genial como actriz de cuarenta y tantos años de lo que nunca imaginé’
'Mare es la forma en que la mayoría de nosotros se sintió durante el confinamiento'… Kate Winslet. Foto: Jason Bell/Camera Press

Kate Winslet estará lista en un segundo. “Solo me voy a poner más gotas para los ojos en mi orzuelo”, dice. El culpable es su intenso drama criminal Mare of Easttown, uno de los éxitos televisivos de la pandemia. “Fue un trabajo bastante estresante, y a las nueve semanas me salieron tres orzuelos en el ojo izquierdo, el tercero de ellos se convirtió en una pequeña bolita sólida y tuvieron que extirparlo. Pero seguí adelante. ¡Seguí adelante con la serie!” En ella, interpreta a la detective Mare Sheehan, que cría a su nieto, sobrelleva el suicidio de su hijo e intenta resolver el asesinato de una joven madre en un suburbio de clase trabajadora de Filadelfia. Todo ello sin maquillaje: Es más probable que Mare busque un Cheeto cubierto con un chorro de queso en spray que cualquier cosa de la gama Max Factor.

“La conversación sobre el aspecto de Mare me dejó boquiabierta”, comenta Winslet. La actriz, de 46 años, habla por teléfono desde la casa en West Sussex que comparte con su esposo, Ned Abel Smith, y su hijo Bear, de siete años, así como con sus dos hijos de matrimonios anteriores: Mia, de 21 años, de su primer esposo, Jim Threapleton, y Joe, de 17 años, de su segundo esposo, el director Sam Mendes. “La gente preguntaba: ‘¿Subió de peso? ¿Acaso no se veía desaliñada? ¿No fue valiente de su parte?’ Pero, ¿por qué iba a ser valiente? Supongo que se debe a que no es así como se representa a las actrices principales. Tal vez Mare sea el punto de inflexión, y dejemos de examinar tanto a las mujeres en la pantalla“.

El realismo se extendió por cada rincón de la serie. “Siempre decíamos en el set: ‘Esto es demasiado televisivo. Mantengan el realismo’. Siempre frotaba Marmite en las rodillas de mis jeans, o rayaba mis tenis con una esponja de brillo. No puedes hacer que solo una cosa parezca real: tiene que ser todo”. Por ejemplo, el carro de Mare. “Habría llevado a su nieto de ida y vuelta a la guardería, dándole de desayunar a la carrera. Sé cómo se ve el piso de la parte trasera de mi propio carro: hay cereal aplastado, con recipientes y cucharas tintineando, porque desayunamos en el camino a la escuela. Estás sentado sobre migajas que están tan enterradas en el asiento que se necesitaría un maldito soplete para sacarlas”.

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‘La conversación sobre el aspecto de Mare me dejó boquiabierta’… Winslet en ‘Mare of Easttown’. Foto: 2021 Home Box Office

Este es el truco de Winslet: puede que sea una nominada al Oscar en siete ocasiones (lo ganó en 2008 por el drama sobre el Holocausto The Reader) y una doble ganadora del Emmy (por dos series de HBO, Mildred Pierce y ahora Mare of Easttown), pero sigue siendo la estrella que es desaliñada como nosotros. Es una personalidad que encaja perfectamente con Mare –Winslet intervino para asegurarse de que no retocaran las fotos publicitarias para que se viera más presentable–, así como con nuestra época. “Mare es la forma en que la mayoría de nosotros nos sentimos durante el confinamiento”, dice. “Ella validó el estilo de pijama permanente“.

Involuntariamente o no, Winslet se convirtió por poco en el rostro de la pandemia. Cuando a principios del año pasado se difundieron las noticias sobre el coronavirus, su película de catástrofes de 2011, Contagio, en la que interpreta a una epidemióloga, alcanzó la cima de las listas de streaming. Tres meses después, ella y varios coprotagonistas de Contagio, como Matt Damon y Marion Cotillard, presentaron videos de información pública.

Winslet se convirtió en una especie de Vera Lynn de Covid-19, animando a la gente enseñándole a lavarse las manos, a toser en el interior de los brazos y a pronunciar correctamente la palabra “fomite“.

Durante el interminable tercer confinamiento ofreció dos actuaciones sobresalientes: la primera como la paleontóloga del siglo XIX Mary Anning en Ammonite, y la segunda en Mare of Easttown. Ambos personajes obligan a Winslet a actuar en contra de su calidez natural: en Ammonite pasa más de una hora antes de que Mary sonría, mientras que Mare no se ríe hasta el quinto episodio. “Tomé algo de lo que aprendí en Ammonite para Mare”, comenta. “Esa quietud meditabunda. Es difícil para mí porque soy una persona alegre, ocupada, activa, que da abrazos. Eso es lo que soy”.

Los guiones de Mare of Easttown llegaron uno por uno mientras ella y Saoirse Ronan filmaban Ammonite en la costa de Dorset. “Yo decía: ‘Oh, Dios mío, acaba de llegar el quinto episodio’, y Saoirse decía” –y aquí Winslet adopta el ritmo irlandés de su coprotagonista– “¡Maldita sea, esto es tan emocionante, tienes que contarme lo que pasa!”. El público resultó ser igual de entusiasta. “Apareció justo en el momento en que la gente necesitaba desesperadamente algo de qué hablar, aparte de las personas que sabían que habían muerto de Covid-19. Hizo que las familias se sentaran en los sillones, y el formato de un episodio a la semana tenía un carácter nostálgico. Hace que la conversación continúe mientras esperas el siguiente”.

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Winslet como Mary Anning en ‘Ammonite’, con Saoirse Ronan como Charlotte Murchison. Foto: See-saw Films/BBC Films/Allstar


Los recuerdos televisivos más entrañables de Winslet mientras crecía en Reading, Berkshire, giran precisamente en torno a ese tipo de finales dramáticos. “Querías desesperadamente saber qué le iba a pasar a Zammo en Grange Hill, o a los Fowler en EastEnders“. ¿Ahora es alguien que se engancha? “El Covid-19 me enseñó a hacerlo. En más de un sentido. Pero sí, Ned y yo vimos Ted Lasso de forma casi consecutiva. El Covid-19 hizo que no te sintieras tan mal por pasar el rato en el sillón“.

Sería incorrecto sugerir que Mare of Easttown obedece simplemente a una nostalgia por la satisfacción tardía, cuando hay muchas otras cosas por las cuales elogiarla, entre ellas sus personajes femeninos. “Las mujeres de mediana edad han sido subestimadas, despreciadas e ignoradas durante mucho tiempo en la comunidad del cine y la televisión, y ahora eso está cambiando”, señala. “Fijémonos en las actrices que ganaron en los Emmy. Ninguna de nosotras tenía 20 años ni mucho menos, ¡y eso está padre! Me siento mucho más genial como actriz de cuarenta y tantos años de lo que nunca imaginé“.

También sintió una conexión más profunda entre ella y el personaje en comparación con los papeles anteriores. “Conocía a Mare y a este mundo de manera vívida. Crecí en una pequeña casa adosada en una comunidad de clase trabajadora de un pueblo pequeño, donde tu vida se superpone a la de tus vecinos simplemente porque las paredes son muy delgadas. Si a Lorraine, que vive al final de la calle, le operaron las varices, todo el mundo lo sabía. Y si, por primera vez, la pareja que vive dos calles más allá votaba por los conservadores en lugar de por los laboristas, entonces –¡maldita sea!– estallaba todo en nuestra casa, y mis padres discutían si debían hablar con esa gente sobre sus elecciones. Esto no era un pequeño callejón sin salida. Era Oxford Road. Si estaba en el cuarto de mis padres, podía quedar cara a cara con la gente del segundo piso del autobús de la línea 17”.

Winslet está orgullosa de que Mare of Easttown se centre en la comunidad; puede que el factor policíaco sea el motor, pero el ambiente es lo que hace que la serie sea tan intensa y rica. Además, se hace mucho menos hincapié en los cuerpos femeninos lesionados de lo que el público espera de los dramas policíacos. “Tienes razón, mostramos menos”, comenta. “En la escena de la morgue, teníamos un maniquí que era una réplica exacta del cuerpo de la actriz y fuimos incluso respetuosos con él. Entre las tomas cubríamos el maniquí con una sábana”.

A pesar de toda la sensibilidad de la serie, su percepción de que la policía es uniformemente atenta, meticulosa y sincera parece ser anticuada considerando los asesinatos de George Floyd y Sarah Everard, por elegir únicamente los ejemplos recientes más impactantes de criminalidad policial. ¿No debería reflejar la televisión el hecho de que la placa policial no es necesariamente un símbolo tranquilizador u honorable?

“No sé si volveré a interpretar a Mare”, responde Winslet. “Pero si hiciéramos una segunda temporada, sin duda estas atrocidades que existen en la policía aquí y en Estados Unidos se abrirán paso hasta las historias que contamos. Completamente. No puedes fingir que estas cosas no ocurrieron”. Suspira. “Es horrible, ¿verdad? Esta época en el tiempo. Es horrible. Puedes escucharme, no puedo hallar las palabras porque todos nos sentimos tan traicionados e impotentes. Tenemos que transformar este momento en algo significativo. Tenemos que usar nuestras voces en nombre de la gente que no tiene una. Ahora me importa esto de una manera que ni siquiera se me pasó por la mente a los 20 años”.

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La segunda temporada de ‘Mare of Easttown’ tendría que abordar las ‘atrocidades en la policía’. Foto: HBO/2021


Posiblemente, tenía otras cosas en las que pensar. Sus 20 años comenzaron, después de todo, con Titanic. “¿Sabes que Leo acaba de cumplir 47 años?”, pregunta, repentinamente sorprendida. Entonces su voz se vuelve nostálgica al recordar a DiCaprio y a ella cuando eran unos jóvenes. “Yo cumplí 21 años durante aquella filmación, y Leo cumplió 22”, dice. Le cuento que, cuando conocí a DiCaprio en aquella época, se quejó de la ardua producción de Titanic y de lo mal que se sintió. Ella suelta una sonora carcajada. “¡Me acuerdo! ¡Recuerdo que así se sentía! No fue agradable para ninguno de nosotros, pero estábamos todos juntos en ello. Aunque él tuvo muchos más días libres de los que yo tuve. Supongo que me educaron para ser agradecida y simplemente seguir adelante. No sentí que tuviera derecho a sentirme mal, y si me sentía mal definitivamente no se lo habría hecho saber a un periodista”. Se ríe de nuevo. “¡De ninguna manera se me habría escapado eso!”

Más tarde, ella y DiCaprio interpretaron a un matrimonio con problemas en Revolutionary Road y se reencontraron recientemente en Los Ángeles por primera vez en tres años. “No podía dejar de llorar”, cuenta Winslet. “¡Lo conozco desde hace media vida! No es que me haya encontrado en Nueva York o que él hubiera estado en Londres y hubiéramos tenido la oportunidad de cenar o tomar un café y ponernos al día. No hemos podido salir de nuestros países. Al igual que muchas amistades en el mundo, nos extrañamos mutuamente debido al Covid-19. Es mi amigo, mi verdadero amigo. Estamos unidos de por vida“.

Si estuviera sentada frente a mí en este momento, me da la impresión de que podría parecer que tiene algo en el ojo. O tal vez solo serían las gotas.

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