California demanda a Tesla por acusaciones de ‘segregación racial’ en su fábrica

El estado de California demandó a Tesla por las acusaciones de operar un “lugar de trabajo racialmente segregado” en su fábrica ubicada cerca de San Francisco.

El departamento de igualdad en el empleo y vivienda de California (DFEH) indicó que presentó una demanda alegando discriminación generalizada y acoso a los empleados negros tras las quejas de cientos de trabajadores de Tesla en su fábrica principal en la ciudad de Fremont.

“Tras recibir cientos de quejas de los trabajadores, el DFEH encontró evidencia de que la fábrica de Tesla en Fremont es un lugar de trabajo racialmente segregado en el que los trabajadores negros son objeto de insultos raciales y son discriminados en la asignación de trabajos, la disciplina, el salario y los ascensos creando un ambiente de trabajo hostil“, dijo Kevin Kish, director del DFEH, en un comunicado.

El departamento afirmó que los trabajadores negros de Tesla fueron objeto de grafitis e insultos racistas. La agencia informó que presentó su demanda ante el tribunal superior del condado de Alameda a última hora del miércoles, y que el jueves haría pública la denuncia en su página web.

En una publicación en su blog, anticipándose al anuncio de la presentación de la demanda, Tesla la calificó como “errónea” e indicó que pediría al tribunal “que suspenda el caso y tome otras medidas para garantizar que se escuchen los hechos y las pruebas”.

Tesla dijo que el DFEH se “negó a proporcionarle a Tesla las acusaciones específicas o los fundamentos fácticos de su demanda”.

“Atacar a una empresa como Tesla que ha aportado tanto beneficio a California no debería ser el objetivo primordial de una agencia estatal con autoridad fiscal. Los intereses de los trabajadores y la equidad fundamental deben ser prioritarios”, señaló. “Tesla se opone firmemente a todas las formas de discriminación y acoso y tiene un equipo dedicado a las relaciones laborales que responde e investiga todas las quejas“.

El año pasado, un tribunal federal californiano ordenó a Tesla que pagara casi 137 millones de dólares por daños y perjuicios a un exempleado negro que dijo haber soportado abusos raciales mientras trabajaba en la planta de la ciudad de Fremont.

Owen Díaz, un exoperador de elevadores contratado que trabajó en la planta entre 2015 y 2016, alegó que fue acosado y se enfrentó a “epítetos raciales diarios”, incluyendo la “palabra N”. También dijo que los empleados dibujaron esvásticas y dejaron grafitis y dibujos racistas alrededor de la planta.

Díaz recibió 6.9 millones de dólares por daños y perjuicios emocionales y 130 millones de dólares por daños punitivos, en lo que se cree constituye el veredicto más grande de este tipo.