Al menos 350 mujeres condenadas por abortar en Colombia antes de la despenalización del aborto

Colombia despenalizó el aborto durante las primeras 24 semanas de embarazo, sumándose a una serie de recientes victorias legales a favor de los derechos reproductivos en Latinoamérica.

En la tarde del lunes, la Corte Constitucional del país sudamericano falló cinco contra cuatro a favor de la despenalización del procedimiento. La decisión se suma a una serie de sentencias en México y Argentina que reducen los obstáculos al aborto.

Anteriormente, solo se permitía el aborto en Colombia en caso de riesgo para la vida o la salud de la madre gestante; la existencia de malformaciones fetales que pusieran en peligro la vida; o cuando el embarazo fuera resultado de una violación, un incesto o una inseminación artificial no consentida.

“Celebramos este fallo como una victoria histórica para el movimiento de las mujeres en Colombia que durante décadas ha luchado por el reconocimiento de sus derechos”, dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas en Amnistía Internacional, en un comunicado. “Las mujeres, las niñas y las personas en condiciones de procrear son las únicas que deben tomar decisiones sobre su cuerpo“.

“Ahora, en lugar de castigarlas, las autoridades colombianas tendrán que reconocer su autonomía sobre su cuerpo y su proyecto de vida”, añadió Guevara-Rosas.

Cuando se dio a conocer el fallo, las manifestantes a favor del acceso al aborto vestidas de verde -el color adoptado por el movimiento a favor del aborto- celebraron frente a la Corte Constitucional de Colombia en el centro de Bogotá, la capital. Los manifestantes en contra del aborto también se manifestaron en contra del fallo.

Los grupos por el derecho al aborto, conocidos colectivamente como la Ola Verde, presentaron una demanda para que se eliminara el aborto del código penal. El movimiento anteriormente observó que la Corte Constitucional decidió no fallar sobre el asunto en varias ocasiones en los últimos dos años.

Los grupos de derechos reproductivos calculan que en Colombia se practican hasta 400 mil abortos al año, de los cuales solo el 10% se realizan de forma legal. En 2020, se practicaron al menos 26 mil 223 abortos en condiciones de riesgo en toda Colombia, según Profamilia, un proveedor local de servicios de salud reproductiva.

De acuerdo con Causa Justa, una coalición colombiana por los derechos de las mujeres, al menos 350 mujeres fueron condenadas o sancionadas por abortar entre 2006 y mediados de 2019, incluyendo al menos 20 niñas menores de 18 años.

Latinoamérica, una región tradicionalmente conservadora con un poderoso grupo de presión católico y cristiano evangélico, tiene algunas de las leyes sobre el aborto más restrictivas del mundo, que con frecuencia prohíben el procedimiento de manera absoluta. En El Salvador, decenas de mujeres se encuentran encarceladas por homicidio tras sufrir emergencias obstétricas.

“Aplaudimos la valentía jurídica y política del tribunal constitucional al reconocer que las mujeres y las niñas no son ciudadanas de segunda clase”, dijo Paula Ávila-Guillén, abogada internacional de derechos humanos y directora ejecutiva del Women’s Equality Center, ubicado en Nueva York. “Al proteger constitucionalmente nuestra autonomía sobre nuestros propios cuerpos y vidas, el tribunal está cambiando la vida de millones de mujeres y niñas vulnerables perjudicadas desproporcionadamente por las restricciones al aborto”.

“Celebramos junto al movimiento Ola Verde de Colombia que el país se convierta en el tercer país latinoamericano en despenalizar el aborto en los últimos dos años”, expresó Ávila-Guillén. “Sabemos que esto tendrá un efecto dominó en otros países de Latinoamérica que todavía no han dado este paso hacia los derechos humanos y la justicia social”.

La Suprema Corte de Justicia de México despenalizó el aborto el año pasado, mientras que la semana pasada los parlamentarios de Ecuador flexibilizaron la normativa que ahora permite el acceso al aborto en casos de violación.

“Aunque hoy celebramos esta decisión histórica, la Ola Verde es fuerte y está creciendo, y la lucha por los derechos reproductivos y la justicia no terminará hasta que todas las personas puedan acceder a una atención médica sexual y reproductiva de alta calidad cuando y donde la necesiten”, dijo en un comunicado Eugenia López Uribe, directora regional de la Federación Internacional de Planificación Familiar para la región de las Américas y el Caribe.