Occidente lucha por mantener la unidad ante la crisis entre Rusia y Ucrania
Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Relaciones Exteriores, afirmó que el avance de las fuerzas militares rusas en los territorios separatistas de la región de Donbás, en el sureste de Ucrania, todavía no constituía una 'invasión absoluta'. Foto: Reuters

Occidente ha luchado por mantener la unidad en respuesta a la presencia de las tropas rusas en Ucrania mientras el Reino Unido y la Unión Europea se preparaban para desvelar la escala y el alcance de las sanciones que se impondrán al Kremlin.

La propuesta de sancionar a un amplio espectro de personas y empresas, incluidos 351 miembros de la Duma rusa, debido a la decisión de reconocer las repúblicas autoproclamadas de Luhansk y Donetsk, cuenta con la oposición de Hungría, cuyo líder derechista, Viktor Orbán, mantiene una cálida relación con Vladimir Putin.

Mientras tanto, a pesar de la decisión de Berlín de suspender la certificación del gasoducto Nord Stream 2, Alemania, Francia e Italia fueron acusados por los Estados miembros más beligerantes de la Unión Europea de “fetichizar el incremento” de las medidas cuando se trata de un paquete de sanciones económicas más amplio.

Los comentarios realizados por los líderes políticos de Londres y Bruselas también fueron notablemente diferentes en la mañana del martes, a pesar de los intentos durante los últimos meses de coordinar un enfoque frente a la agresión rusa.

Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Relaciones Exteriores, afirmó que el avance de las fuerzas militares rusas en los territorios separatistas del sureste de Ucrania todavía no constituía una “invasión absoluta”, mientras que el ministro del gabinete del Reino Unido, Sajid Javid, se mostró más beligerante.

“Hemos observado que Putin reconoció las regiones separatistas del este de Ucrania y según los informes ya podemos decir que envió tanques y tropas“, señaló Javid. “A partir de eso se puede concluir que ha comenzado la invasión en Ucrania”.

Los comentarios del secretario de Salud fueron matizados posteriormente por Boris Johnson, quien dijo que anunciaría las sanciones a la hora del almuerzo del martes, pero que “hay muchas más medidas que vamos a adoptar en caso de que se produzca una invasión”.

El problema al que se enfrenta Occidente en cuanto a la agresión rusa es que desde hace tiempo se cree que las fuerzas de Putin se encuentran en los territorios controlados por Rusia en Donetsk y Luhansk, conocidos colectivamente como el Donbás.

Hace una semana, Estados Unidos informó que, a diferencia de la invasión de Ucrania en 2014, esta vez las sanciones comenzarían en la cima de la jerarquía y se mantendrían ahí, en lugar de escalar gradualmente. Johnson también indicó que se aplicarían las sanciones tan pronto como la punta de un pie ruso cruzara el territorio ucraniano.

Sin embargo, en el momento en que Putin envió formalmente las fuerzas de “mantenimiento de la paz” a Ucrania, Occidente se mostró menos seguro.

Dentro de la Unión Europea continúa el debate sobre hasta qué punto se debe llegar en relación con la actual medida de Moscú, con los Estados miembros bálticos presionando para que la respuesta sea lo más severa posible por temor a que el Kremlin solo se burle de Occidente con incursiones graduales contra Ucrania.

Durante una reunión celebrada en la mañana del martes entre los embajadores de los 27 Estados miembros de la Unión Europea, la sección de relaciones exteriores de la Unión, el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), propuso sancionar a 27 personas y entidades implicadas en la decisión del Kremlin respecto a Luhansk y Donetsk, a los 351 miembros de la Duma que votaron a favor de la misma y a los 11 que la propusieron junto con los comandantes de la misión militar rusa de ‘mantenimiento de la paz’.

No obstante, el Gobierno húngaro de Orbán se negó a apoyar la medida por el momento, indicaron fuentes diplomáticas.

“Insistieron en la importancia del diálogo y querían volver a reunirse con [Budapest]”, dijo un diplomático. “Era previsible, pero Orbán realmente acaba de mostrar su verdadero carácter. Una vez más, esto plantea la cuestión sobre en dónde se encuentra la lealtad de Orbán: en Moscú o en sus aliados europeos. Y la pregunta de hasta dónde pueden aguantar los demás líderes este comportamiento de bloqueo”.

La Comisión Europea también está trabajando en un paquete de sanciones más amplio, reflejando las sanciones impuestas cuando Rusia anexionó Crimea.

En un comunicado conjunto, Ursula von der Leyen y Charles Michel, presidentes de la Comisión Europea y del Consejo, respectivamente, indicaron que se pediría a los Estados miembros que acordaran atacar a los implicados en la última decisión, a los bancos que financian las operaciones militares rusas, a la capacidad que tiene Rusia para acceder a los mercados de capitales y financieros y a los servicios de la Unión Europea, y a todo el comercio de las dos regiones separatistas hacia y desde la Unión Europea, “para garantizar que los responsables experimenten claramente las consecuencias económicas de sus acciones ilegales y agresivas”.

Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea se reunirán esta tarde en París para buscar una postura común.

Sin embargo, según las fuentes, hay “algunas señales preocupantes respecto al paquete de sanciones más amplio”.

De acuerdo con un diplomático, Austria, Alemania e Italia destacaron la importancia de aumentar gradualmente las sanciones impuestas ante el temor de perder influencia. Todo paquete de sanciones requiere unanimidad.

La fuente comentó: “Este fetiche por las medidas graduales realmente plantea dudas sobre la voluntad de estos países de aprobar el paquete de sanciones ‘big bang’ cuando lo necesitemos”.

A su llegada a una reunión rutinaria de ministros en Bruselas, el viceministro lituano de Asuntos Europeos, Arnoldas Pranckevičius, insistió en que llegó el momento de golpear a Moscú con un paquete punitivo serio.

Pranckevičius señaló: “La forma en que respondamos como Unión Europea definirá nuestro carácter y, de hecho, el futuro de Europa”.

Pidió a Europa que prosiga con la aplicación de sanciones económicas y que preste un doble apoyo a Ucrania, incluyendo el refuerzo de la presencia física de líderes políticos y diplomáticos en Kiev, así como el replanteamiento de su postura de defensa en la región del Báltico.

Y añadió: “[Las sanciones de la Unión Europea] tienen que ser serias, tienen que ser reales, no deberían ser simbólicas. Si queremos impedir que el presidente Putin siga actuando, si de verdad queremos evitar que haya una guerra, tenemos que avanzar con medidas serias”.

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