El Chelsea pone fin a sus esfuerzos de prohibir la entrada de aficionados a la Copa en medio del enojo del gobierno y del Middlesbrough
El estadio Riverside del Middlesbrough, que será la sede del encuentro de la FA Cup del sábado contra el Chelsea. Foto: Mike Egerton/PA

El Chelsea retiró su petición de que el partido de cuartos de final de la FA Cup del sábado en el estadio del Middlesbrough se juegue a puerta cerrada, después de provocar la exasperación e incredulidad en el mundo del deporte y en Downing Street con su desesperada petición de autorización para vender entradas.

La incredulidad fue generalizada después de que los campeones de Europa, a los que se les impidió ocupar su asignación completa de 4 mil 500 entradas en el estadio Riverside, señalaron que solicitaban a la junta directiva de la FA “que ordene que el partido se juegue a puerta cerrada por cuestiones de integridad deportiva”. El Middlesbrough comentó que la sugerencia era “extraña y carente de todo mérito” y provocó una airada respuesta del gobierno, que acusó al Chelsea de desdibujar sus prioridades con el club que se encuentra a la venta y con el plazo del viernes para que los licitadores presenten sus propuestas cada vez más próximo.

La Asociación de Fútbol iba a rechazar la solicitud, anunciando que: “Tras conversaciones constructivas entre la FA y el Chelsea, el club aceptó retirar su petición de que la eliminatoria de cuartos de final de la Emirates FA Cup contra el Middlesbrough se jugara a puerta cerrada”.

“La FA sigue manteniendo conversaciones con el Chelsea, la Premier League y el gobierno para encontrar una solución que permita que tanto los aficionados del Chelsea puedan asistir a los partidos como los aficionados visitantes puedan asistir a Stamford Bridge, al tiempo que se garantiza el cumplimiento de las sanciones”.

El Chelsea se ha visto frustrado en sus intentos de realizar nuevas modificaciones a la licencia de funcionamiento a la que está sometido como consecuencia de las sanciones impuestas a Roman Abramovich. El club vendió 500 entradas para el partido del sábado, sin embargo, la licencia prohíbe nuevas ventas y pretende impedir que Abramovich obtenga ganancias de cualquier tipo de ingresos.

La opinión del Chelsea consiste en que la prohibición de la venta de entradas provocará dificultades financieras y están disgustados debido a que el gobierno no ha respondido a sus peticiones. El club aseguró que el dinero de las entradas no llegaría a Abramovich, acusado de tener vínculos con Vladimir Putin y el Estado ruso. También se sienten disgustados porque su petición de regalar entradas para el partido contra el Middlesbrough no obtuvo respuesta de parte de la Oficina para la Aplicación de Sanciones Financieras (OFSI).

Funcionarios de Whitehall indicaron que recibieron el comunicado del Chelsea con “incredulidad”, después de que el pasado fin de semana realizaron concesiones con el club al modificar partes de la licencia. Se señaló que Abramovich está ligado a un “régimen bárbaro” y una alta fuente gubernamental señaló que el comportamiento del Chelsea era “como el de una persona que se está ahogando en aguas infestadas de tiburones, que se queja de que no está en el yate de un oligarca y amenaza a las personas que le lanzan un salvavidas”.

El Chelsea pone fin a sus esfuerzos de prohibir la entrada de aficionados a la Copa en medio del enojo del gobierno y del Middlesbrough - roman-abramovich
Roman Abramovich fotografiado en un aeropuerto de Israel el lunes. Foto: Reuters

El funcionario comentó que el comunicado era indicativo en cuanto al hecho de que el Chelsea no había comprendido del todo la gravedad de su situación y la compleja naturaleza de la licencia que permite que el club siga jugando, asimismo indicó que el gobierno estaba dispuesto a escuchar más sobre los límites de gasto y la garantía de que algunos aficionados visitantes pudieran asistir.

Calificaron como “irritante” el hecho de que el Chelsea expresara que estaba dispuesto a perjudicar a otros seguidores del Middlesbrough cuando varios centenares de sus aficionados podían asistir. La fuente comentó: “No nos oponemos a que el Chelsea tenga aficionados en los partidos a largo plazo, pero no permitiremos que el dinero de la venta de los boletos llegue a una entidad sancionada. El Chelsea debería dedicar menos tiempo a preocuparse por tener unos pocos miles de aficionados en un partido, y centrarse en poner su club en manos de alguien que no esté vinculado a un belicista“.

El Chelsea Supporters’ Trust instó al club a retirar su solicitud, y el presidente del Middlesbrough, Steve Gibson, comentó al periódico Telegraph que la iniciativa del equipo de la Premier League era “aborrecible” y describió al Chelsea como un “club de fútbol podrido”. Un comunicado del Boro indicó: “Dados los motivos de estas sanciones, que el Chelsea intente invocar la ‘integridad’ deportiva como motivo para que el partido se juegue a puerta cerrada es extremadamente irónico”.

Expresó: “Estamos informados sobre la petición del Chelsea de que el partido de la sexta ronda de la Emirates FA Cup del sábado se juegue a puerta cerrada y consideramos que su sugerencia es a la vez extraña y carente de todo mérito. “Todos los interesados son plenamente conscientes de las razones por las que el Chelsea fue sancionado y de que esto no tiene nada que ver con el Middlesbrough Football Club. Sugerir como resultado que el MFC y nuestros aficionados deberían ser penalizados no solo resulta extremadamente injusto, sino que carece de todo fundamento. Considerando los motivos de estas sanciones, que el Chelsea intente invocar la ‘integridad’ deportiva como motivo para que el partido se juegue a puerta cerrada resulta extremadamente irónico”.

Al exponer su postura, el Chelsea señaló: “Con extrema renuencia pedimos a la junta de la FA que ordene que el partido se juegue a puerta cerrada por cuestiones de integridad deportiva. El Chelsea FC reconoce que tal resultado tendría un enorme impacto en el Middlesbrough y sus seguidores, así como en nuestros propios aficionados que ya compraron el número limitado de entradas que fueron vendidas antes de la imposición de la licencia, sin embargo, creemos que esta es la forma más justa de proceder bajo las circunstancias actuales”.

“Seguiremos discutiendo el tema de la venta de entradas con la OFSI, ya que todavía quedan varios partidos por jugar en esta temporada y esperamos llegar a una resolución”.

El Chelsea sigue presionando al gobierno para que levante el límite de 20 mil libras para viajar a los partidos fuera de casa. Argumentan que normalmente costaría tres veces más viajar a Middlesbrough y todavía falta determinar la forma en que Thomas Tuchel y sus jugadores llegarán al partido.

El viaje del Chelsea a Francia para el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League contra el Lille no se ve afectado porque lo pagó antes de la imposición de las sanciones. El Chelsea va ganando por 2-0.

Nigel Huddleston, ministro de Deportes, señaló que el Gobierno no deseaba expulsar al Chelsea del negocio. “¿Puede el Gobierno permitir que una entidad fracase? Sí, puede, ya sea en el deporte o en el futbol o en cualquier otro ámbito, … pero lo que deseamos es asegurarnos de que el impacto de las sanciones alcance a aquellos que queremos que alcancen”, explicó. “No se pretende perjudicar a otras entidades o al ecosistema deportivo en general”.

La licencia del Chelsea está diseñada para mantenerlo activo hasta el 31 de mayo, y la directora de política y asuntos corporativos de la Premier League, Helen MacNamara, reconoció: “No hemos estudiado las consecuencias en caso de que no se venda el club antes del 31 de mayo”.

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