La guerra en Ucrania podría causar disturbios por alimentos en los países pobres, advierte la directora de la OMC
Ngozi Okonjo-Iweala: "Debemos asegurarnos de aprender las lecciones de las vacunas y de las crisis alimentarias anteriores". Foto: Salvatore Di Nolfi/EPA

El aumento de los precios de los alimentos a nivel mundial como consecuencia de la guerra en Ucrania podría desencadenar disturbios por parte de las personas que padecen hambre en los países pobres, señaló la directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Ngozi Okonjo-Iweala advirtió a los países productores de alimentos contra el acaparamiento de suministros y señaló que era fundamental evitar que se repitiera lo ocurrido en la pandemia de Covid-19, cuando los países ricos pudieron conseguir para sí mismos la mayor parte de las vacunas.

En una entrevista con The Guardian, la directora general de la OMC expresó su preocupación sobre las repercusiones de la invasión rusa, haciendo hincapié en la dependencia de muchos países africanos al suministro de alimentos proveniente de la región del Mar Negro.

“Creo que deberíamos estar muy preocupados. El impacto en los precios de los alimentos y el hambre este año y el próximo podría ser sustancial. Los alimentos y la energía son los dos productos más importantes en la canasta de consumo de la población pobre de todo el mundo”, dijo Okonjo-Iweala.

Los países pobres y la gente pobre dentro de los países pobres son los que sufrirán más“.

Okonjo-Iweala, exministra de Economía nigeriana, señaló que 35 países africanos dependían de los alimentos importados de la región del Mar Negro, y añadió que Rusia y Ucrania eran responsables del 24% del suministro mundial de trigo.

La agricultura siempre ha sido un tema polémico en la OMC, debido a las continuas disputas sobre los gobiernos que subvencionan a sus propios agricultores mientras restringen el acceso a sus mercados. “Las discusiones son bastante acaloradas. Siempre son acaloradas porque se trata de asuntos de gran importancia”, explicó.

Okonjo-Iweala acaba de cumplir su primer año al frente de la OMC, tras haber sido designada para aportar cierto impulso político a una institución asediada por las disputas sobre cómo liberalizar el comercio y el mecanismo de resolución de conflictos.

La directora general de la OMC indicó que se están realizando progresos, pero admitió: “Desde que llegué, las cosas han sido bastante difíciles. No es un trabajo fácil”.

Tras criticar duramente el “apartheid de las vacunas” que afectó a África durante la pandemia, señaló que los Estados miembros de la OMC debían resistir la tentación de proteger sus propias reservas de alimentos.

Es una reacción natural conservar lo que uno tiene, lo vimos con las vacunas. Pero no deberíamos cometer el mismo error con los alimentos“.

La OMC calcula que el 40% del aumento de los precios mundiales del trigo durante la crisis alimentaria de hace una década fue el resultado del acaparamiento.

En la actualidad, solo 12 países tienen restricciones comerciales en materia de alimentos, explicó Okonjo-Iweala, entre ellos El Salvador, Camboya y Egipto. “Otros países están intentando hacer cosas que son positivas y deberíamos aprender de sus mejores prácticas”.

“Debemos asegurarnos de aprender las lecciones de las vacunas y de las crisis alimentarias anteriores. No estoy segura de que podamos mitigar por completo el impacto de la guerra en Ucrania, porque las cifras implicadas son enormes, pero podemos mitigar una parte”.

La directora general de la OMC expresó su preocupación por el hecho de que la temporada de siembra en Ucrania se vería alterada por el conflicto y que el suministro de fertilizantes también sería limitado.

Ucrania suele proporcionar la mitad del trigo al Programa Mundial de Alimentos, la agencia de la ONU que proporciona suministros de emergencia a los países que se encuentran en conflicto o que sufren catástrofes naturales, como las hambrunas.

“Si no pensamos en cómo mitigar el impacto de la guerra, se producirá otra catástrofe, no solo en este año, sino en el próximo”, señaló.

Añadió que existía el peligro de que se repitieran los disturbios alimentarios que caracterizaron un periodo anterior de rápido aumento de los precios a finales de la década de 2000. “Estamos hablando con nuestros miembros y los instamos a no agravar esta crisis imponiendo restricciones a las exportaciones de alimentos“.

Rusia y Ucrania se encuentran entre los 164 miembros de la OMC, un organismo fundado con la idea de que el comercio conduciría a una mayor prosperidad y paz.

“Este modelo ha dado resultados durante años y ha sacado a las personas de la pobreza”, indicó Okonjo-Iweala. “La guerra no menoscaba el hecho de que el comercio puede ayudar a crear resiliencia y lograr la paz“.

Países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y los 27 países de la Unión Europea impusieron aranceles a Rusia eliminando su estatus de nación más favorecida, una norma de la OMC que significa que se deben aplicar las mismas condiciones comerciales a todos los Estados miembros.

Okonjo-Iweala comentó que no podía concebir la expulsión de Rusia de la OMC porque el proceso sería complicado, difícil y requeriría la aprobación del 75% de los miembros.

Síguenos en

Google News
Flipboard