Largas horas, productos químicos peligrosos: las trabajadoras de los salones de uñas luchan por un cambio en el sector
Las trabajadoras de los salones de uñas en Nueva York luchan por la creación de un consejo que establecería normas para el sector. Foto: Xinhua/Rex/Shutterstock

Dolma Sherpa trabajó como técnica de manicura durante cuatro años en la ciudad de Nueva York, hasta que la pandemia de Covid-19 cerró el sector y la dejó con un horario de trabajo gravemente reducido cuando el sector volvió a reabrir.

El trabajo ya era inestable, explicó Sherpa, ya que solía trabajar siete días a la semana durante las épocas de mayor actividad del año, y luego luchaba por conseguir horas y trabajo durante el invierno.

En 2019, Sherpa y otros trabajadores que se organizaron en el sector de los salones de uñas tuvieron éxito en su lucha por un salario mínimo de 15 dólares, eliminando el salario mínimo con propinas en el sector que disminuía los salarios, sin embargo, destacó que todavía hay muchos empleadores que no cumplen con la ley o que han encontrado otras formas de hacer recortes a expensas de los trabajadores.

“Están recortando las propinas, están recortando las comisiones. No tenemos control sobre los horarios, están recortando nuestros días, nuestras horas, y no es justo”, indicó Sherpa. “Simplemente existen muchos desafíos continuos, a pesar de lo que ganamos en el pasado, ya sea la falta de prestaciones, la falta de ventilación, los problemas de salud y seguridad, y las represalias“.

Ahora es coordinadora de Adhikaar, un centro de trabajadores sin fines de lucro que organiza a las comunidades de habla nepalí. También es uno de los grupos que actualmente abogan por un proyecto de ley presentado este año ante el senado y la asamblea de Nueva York que crearía un consejo del sector de los salones de uñas con poderes para establecer normas sobre los centros de trabajo en todo el sector en el estado.

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Las técnicas de manicura reciben importantes horas de capacitación, cursos y exámenes para obtener la licencia que les permite trabajar en el sector. Foto: Angela Weiss/AFP/Getty Images

Sherpa argumentó que las trabajadoras de los salones de uñas merecen ser valoradas con salarios, prestaciones y condiciones de trabajo justas como los profesionales de otros sectores, ya que las técnicas de manicura reciben importantes horas de capacitación, cursos y exámenes para obtener licencias que les permiten trabajar en el sector.

“Esta campaña es la continuación de nuestro trabajo y una forma de asegurarnos de que podemos hablar sin miedo y conseguir algunos cambios permanentes en el sector”, añadió Sherpa. “Lo que proponemos es algo que no solo es para ahora, sino para el futuro y la creación de algo que existirá durante mucho tiempo si logramos ganar esto”.

El consejo sería el primero de este tipo en el sector de los salones de uñas en Estados Unidos, similar a los esfuerzos que se llevaron a cabo en California para crear un consejo del sector de la comida rápida.

El consejo incluiría 15 miembros con derecho a voto y seis miembros sin derecho a voto, entre ellos seis trabajadoras, seis empleadores, tres representantes públicos y tres representantes de los empleadores y de las trabajadoras.

“La creación de un órgano que abarque todo el sector y que agrupe a las trabajadoras, a los propietarios de los salones y al Estado para negociar y establecer un conjunto homogéneo de expectativas y normas es la forma de garantizar que todas las trabajadoras tengan recursos y autoridad para luchar contra su explotación”, comentó la senadora estatal Jessica Ramos, coautora de la legislación, en un comunicado de prensa sobre la presentación del proyecto de ley. “Cualquier política que se elabore para las trabajadoras debe ser desarrollada con las trabajadoras presentes en la mesa“.

Tanto la versión del proyecto de ley de la asamblea como la del senado se encuentran actualmente en fase de comité, a la espera de que se decida si los proyectos de ley serán presentados al pleno de la legislatura para ser sometidos a votación.

La necesidad de cambio parece apremiante.

Hay alrededor de 4 mil salones de uñas en la ciudad de Nueva York y 7 mil en todo el estado. El sector en Nueva York cuenta con un atroz historial de abusos y explotación de las trabajadoras. En 2015, Nueva York aprobó varias leyes destinadas a frenar los abusos, el robo de salarios y la explotación en el sector como respuesta a una exposición del New York Times sobre el sector en la ciudad de Nueva York, sin embargo, las trabajadoras y las coordinadoras señalan que sigue existiendo una importante falta de aplicación de las mismas, ya que estos problemas persisten en el sector.

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El sector de los salones de uñas en Nueva York cuenta con un historial de abusos y explotación de las trabajadoras. Foto: Angela Weiss/AFP/Getty Images

En un informe de febrero de 2020 realizado por la Asociación de Trabajadores de Salones de Uñas de Nueva York, el 82% de las trabajadoras informaron haber sufrido robos de salario por una cantidad promedio de 181 dólares a la semana. Los índices eran más altos en los salones que ofrecían los servicios más económicos. La gran mayoría de los trabajadores del sector de los salones de uñas son mujeres inmigrantes de color.

Maritza Ovalles lleva 24 años trabajando como técnica de manicura en Nueva York y es miembro de la Asociación de Trabajadores de Salones de Uñas de Nueva York.

A lo largo de su carrera, Ovalles ha trabajado largas jornadas a cambio de un bajo salario, con pocos o ningún receso, sin prestaciones y sin la debida protección contra los productos químicos peligrosos.
“Solían darme muchos dolores de cabeza cuando aplicaba uñas acrílicas y estaba expuesta a todos estos productos químicos”, comentó Ovalles. “No había ventilación y había mucho polvo debido a que limaba las uñas y a los productos químicos al quitar el esmalte“.

Cuando empezó a trabajar en el sector, solo ganaba 30 dólares al día, a pesar de trabajar de 10 a 12 horas diarias, cinco o seis días a la semana, y nunca le pagaban por trabajar horas extras.

“Después de todos estos años, he tenido que recibir fisioterapia para mi brazo. Me duelen las articulaciones”, añadió Ovalles. “He tenido gastritis y tuvieron que extirparme la vesícula por los cálculos, porque nunca pudimos tener un descanso completo para comer. Solíamos comer a las 4 o 5 de la tarde y teníamos que apresurarnos para regresar al trabajo”.

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