Guerra entre Rusia y Ucrania: lo que sabemos al día 35 de la invasión rusa
Edificios de la ciudad de Mykolaiv, Ucrania, gravemente dañados por los bombardeos rusos. Foto: LOUAI-BARAKAT/SIPA/REX/Shutterstock

Funcionarios occidentales y ucranianos reaccionaron con cautela ante la afirmación de Rusia de que reducirá significativamente su actividad militar en el norte de Ucrania tras los “significativos” avances logrados en las conversaciones de paz en Estambul. A más de un mes del inicio de una invasión que ha quedado estancada en gran medida en opinión de Occidente, el viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, señaló que Moscú “reducirá radicalmente la actividad militar en dirección a Kiev y Chernihiv”.

Volodímir Zelenski indicó que las conversaciones fueron “positivas, pero no sofocan las explosiones de los bombardeos rusos”, y añadió que Ucrania no tiene intención de reducir sus esfuerzos militares. El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo: “No interpreto nada hasta ver cuáles son sus acciones“. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló que no había visto nada que indicara que las conversaciones estuvieran avanzando de forma “constructiva” y sugirió que las indicaciones rusas de una retirada podrían ser un intento de Moscú de “engañar a las personas y desviar la atención”.

“Lo que Rusia dice, y lo que Rusia hace, y estamos enfocados en lo segundo”.

El principal negociador de Moscú, Vladimir Medinsky, dijo que la promesa de Rusia de “reducir drásticamente” sus operaciones militares no representa un alto al fuego. En una entrevista con la agencia de noticias estatal rusa Tass, Medinsky comentó que todavía queda “un largo camino por recorrer” para llegar a un acuerdo mutuo con Ucrania.

Tras el anuncio de Rusia, dos altos funcionarios estadounidenses indicaron que Estados Unidos estaba observando que Rusia comenzaba a retirar algunas de sus fuerzas de la capital ucraniana, Kiev, en lo que considera un cambio “importante” en la estrategia rusa. Otro funcionario estadounidense dijo que cualquier movimiento de las fuerzas rusas en los alrededores de Kiev constituiría un “redespliegue, no una retirada”.

El Reino Unido también observó indicios de “cierta disminución” de los bombardeos rusos en torno a Kiev, indicó Downing Street. Sin embargo, insistió en que el Reino Unido juzgará los pasos tentativos hacia un posible acuerdo de paz por las acciones y no por las palabras. “No queremos ver nada menos que una retirada completa de las fuerzas rusas del territorio ucraniano“, dijo el vocero del primer ministro. El Ministerio de Defensa del Reino Unido (MoD) señaló en su última actualización que “es casi seguro que la ofensiva rusa ha fracasado en su objetivo de cercar Kiev”.

Ucrania pidió “un mecanismo internacional de garantías de seguridad” similar al artículo 5 de la OTAN, que compromete a los miembros de la alianza a defenderse mutuamente. El alto asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, expresó que la garantía implicaría que países como Estados Unidos, Reino Unido, Turquía, Francia y Alemania estuvieran “legalmente implicados de forma activa en la protección [de Ucrania] de cualquier agresión”.

El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, señaló que el “principal objetivo” de Moscú en Ucrania ahora consistía en la “liberación” de la región del Donbás. En una señal de que Moscú podría estar cambiando a objetivos más limitados después de enfrentarse a la feroz resistencia ucraniana en el primer mes de la guerra, Shoigu afirmó que las “principales tareas de la primera etapa de la operación han sido completadas”.

Un ataque aéreo ruso impactó un edificio gubernamental en la ciudad portuaria de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, el martes, destruyendo una gran parte de la estructura y dejando a las personas atrapadas bajo los escombros. Al menos 12 personas murieron y 22 resultaron heridas, según informó la agencia de emergencias ucraniana.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió a Rusia y a Ucrania que llegaran a un acuerdo claro para evacuar de forma segura a los civiles de la ciudad sitiada de Mariúpol y de otros lugares del frente debido a que se están agotando los suministros vitales. “El tiempo se acaba” para los habitantes de Mariúpol, advirtió, y añadió que todavía faltaban “acuerdos concretos” para el salvoconducto y las evacuaciones de civiles en la ciudad del sur de Ucrania.

El Kremlin desestimó los informes de que el multimillonario ruso Roman Abramovich sufrió síntomas que concuerdan con el envenenamiento durante una ronda informal de conversaciones a principios de este mes. El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó que los informes eran falsos y “parte de la guerra de información”.

Un soldado ucraniano que le dijo a un buque de guerra ruso “vete a la mierda” mientras defendía una isla fue premiado por sus servicios, según informaron las autoridades locales. Roman Hrybov estaba sirviendo en la Isla de las Serpientes -conocida como Isla Zmiinyi en ucraniano- cuando fue bombardeada por cielo y mar por Rusia el 24 de febrero. El Ministerio de Defensa ucraniano informó que Hrybov había sido liberado del cautiverio ruso y actualmente se encuentra en su casa en Cherkasy.

Un superyate de 38 millones de libras, propiedad de un empresario ruso no identificado, fue retenido en Canary Wharf, en Londres, como parte de las sanciones impuestas a Rusia por su invasión a Ucrania. La embarcación, conocida como Phi, es objeto de la primera detención de un superyate en aguas del Reino Unido, según informó la Agencia Nacional del Crimen (NCA), y su propietario estaba “deliberadamente bien escondido”. La empresa bajo la que está registrado el navío tiene sede en las islas de San Cristóbal y Nieves y llevaba banderas de Malta para ocultar su origen, indicó la NCA. Se tiene entendido que el propietario no es una persona que esté sujeta a sanciones.

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