La policía canadiense renueva sus esfuerzos para detener al ‘sacerdote diabólico’ por presuntos abusos contra niños
Delegados indígenas de Canadá a su llegada para visitar los Museos Vaticanos en Roma el 29 de marzo. Foto: Guglielmo Mangiapane/Reuters

La policía de Canadá presentó una nueva acusación contra un “sacerdote diabólico” que se esconde en Francia en medio de las acusaciones de que abusó sexualmente a varios niños inuit.

El caso contra Johannes Rivoire, que según las víctimas ha evadido la justicia durante décadas, cobró un nuevo enfoque esta semana cuando el líder inuit de Canadá pidió al papa que interviniera personalmente durante una visita al Vaticano de una delegación de grupos indígenas.

En una reunión privada con el papa Francisco el lunes, Natan Obed, jefe de Inuit Tapiriit Kanatami, pidió que Rivoire regresara a Canadá para “ser juzgado por los daños que causó“.

Obed pidió al papa que usara su “influencia con las autoridades pertinentes” para que Rivoire fuera extraditado, o para que el sacerdote fuera juzgado en Francia.

La Real Policía Montada de Canadá informó que el mes pasado se emitió una orden de detención en todo Canadá contra Rivoire, de 93 años, que actualmente vive en Lyon, Francia.

Rivoire, sacerdote de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, trabajó en varias comunidades del ártico en los años 60 y 70, antes de regresar a Francia en 1993.

El anciano inuit Peter Irniq comentó a APTN News el año pasado que su amigo Marius Tungilik fue una de las víctimas de Rivoire. Tungilik se suicidó en 2012 a la edad de 55 años. Sus amigos señalan que estaba destrozado por los abusos que sufrió a manos de Rivoire.

“(Marius) bebía y bebía y bebía. Se sentía muy atormentado por este sacerdote diabólico”, dijo Irniq.

Se cree que hay al menos otras cinco víctimas.

La policía presentó tres cargos en contra de Rivoire en 1998, pero este ya se encontraba en Francia. Finalmente, los cargos fueron suspendidos después de que las autoridades canadienses consideraron que la política de Francia de no extraditar ciudadanos limitaría su capacidad de llevarlos a los tribunales.

La nueva acusación corresponde a acusaciones ocurridas entre 1974 y 1979. Existe una prohibición de publicar la identidad del denunciante.

Los Oblatos de María Inmaculada que residen en Canadá solicitaron a Rivoire que se entregara a las autoridades, y la Conferencia de Obispos católicos de Canadá señaló que “la Iglesia no debe interponerse en su camino, sino ayudar a quienes fueron víctimas a buscar justicia y sanación”.

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