Ya no son amigos, Ucrania retira estatuas y nombres de calles rusas
La cabeza de un trabajador ruso, decapitada accidentalmente mientras desmontaban el monumento a la amistad en Kiev el martes. Foto: Alessio Mamo/The Guardian

A las 17:36 horas del martes, en el histórico distrito de Pecherskyi de Kiev, un imponente monumento de bronce de la época soviética que simbolizaba la amistad entre Rusia y Ucrania fue accidentalmente decapitado y posteriormente desmontado deliberadamente entre los aplausos de cientos de personas.

Como explicaron los funcionarios locales, cuando un país invade y bombardea a otro, matando a su población, su amistad se acaba.

La estatua de 40 años de antigüedad, que representaba a un trabajador ucraniano y a otro ruso sobre un plinto, fue derribada por orden de las autoridades locales de Kiev. Se trata de uno de los primeros pasos de un plan para demoler aproximadamente 60 monumentos y cambiar el nombre de decenas de calles relacionadas con la Unión Soviética, Rusia y figuras rusas, entre ellas los escritores Tolstoi, Dostoievski y Pushkin, como consecuencia de la guerra entre ambos países.

Serhii Myrhorodskyi, de 86 años, un arquitecto de Kiev, observó con entusiasmo cómo la cabeza del trabajador ruso se desprendía accidentalmente de su cuerpo y caía al suelo durante las labores de desmontaje. No parecía estar molesto, a pesar de que fue él quien diseñó el monumento, erigido en 1982 como regalo del régimen soviético para el gobierno ucraniano.

“Es lo que se debe hacer”, comentó a The Guardian. “No hay amistad con Rusia y no la habrá durante mucho tiempo mientras Putin y su pandilla estén en este mundo. Después de que se mueran, quizá dentro de 30 años, algo cambiará”.

“La presencia del monumento que representa la amistad con Rusia es un pecado. Quitarlo es la única decisión correcta. Y podríamos utilizar el bronce del que está hecho el monumento. Podríamos fundirlo y esculpir un nuevo monumento dedicado a Ucrania, la patria, que simbolizaría la unidad de todas las tierras ucranianas“.

“En cuanto a mis sentimientos”, añadió, “simplemente me alegra ver que la gente se alegra de que se esté retirando todo esto”.

Cuando el monumento comenzó a caer, la multitud coreó: “Gloria a Ucrania, gloria a los héroes, gloria a la nación de Ucrania“.

El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, que presidió el desmontaje, señaló que ya se estaba llevando a cabo el desmontaje de los símbolos rusos de la ciudad. “No matas a tu hermano. No violas a tu hermana. No destruyes el país de tu amigo. Por esa razón, hoy hemos desmontado este monumento, creado en su momento como señal de amistad entre Ucrania y Rusia”, dijo.

Otras ciudades de Ucrania comenzaron en los últimos días a cambiar el nombre de las calles asociadas con figuras rusas o a desmontar monumentos relacionados con la Unión Soviética.

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La ciudad de Ternopil, en el oeste de Ucrania, cambió el nombre de una calle dedicada al cosmonauta soviético Yuri Gagarin, el primer hombre en el espacio, y retiró un tanque y una aeronave soviéticos. La aeronave será sustituida por un monumento a los “héroes de Ucrania”.

Fontanka, un pueblo ubicado cerca de la ciudad de Odesa, decidió convertir una calle dedicada al poeta Vladimir Mayakovsky en la calle Boris Johnson, después de que Reino Unido prometiera enviar un paquete de armas de 100 millones de libras a Ucrania.

Y el alcalde de Dnipro, Borys Filatov, indicó que las calles con nombres de ciudades rusas serían rededicadas a ciudades y símbolos ucranianos: la calle Abkhazia se convirtió en Irpin, mientras que la calle de la 30ª División de Irkutsk ahora se llama Soldados Ucranianos.

Los funcionarios de Kiev aprobarán una ley para cambiar el nombre de 60 calles, lo que significa que los escritores rusos y los ucranianos que escribieron en ruso –o que incluso asumieron una identidad rusa– se encuentran entre los que podrían quedar fuera de la vida pública de la ciudad. Una estación de metro que lleva el nombre de Tolstoi está incluida en la lista.

“La guerra cambió todo y las cosas han acelerado los tiempos”, escribió en Facebook Alina Mykhailova, una de las dos diputadas de la ciudad de Kiev que propusieron la ley. “Por fin existe la comprensión de que (nuestro) patrimonio colonial debe ser destruido”.

Mykhailova y su colega Ksenia Semenova abogaron por el desmontaje del monumento a la Amistad de los Pueblos que fue retirado el martes. Había planes para retirar la estatua en virtud de las leyes de descomunización de Ucrania aprobadas en 2015, sin embargo, en ese momento recibieron el rechazo de otros miembros del consejo de la ciudad de Kiev, escribió Mykhailova.

La lengua ucraniana y la identidad nacional ucraniana fueron reprimidas por la Rusia zarista y su sucesora soviética. El ruso era considerado la lengua de la alta cultura y de los negocios oficiales, así que muchos ucranianos, sobre todo los campesinos que se mudaron a las grandes ciudades después de la segunda guerra mundial, adoptaron el ruso para distanciarse de sus orígenes rurales.

Tal vez resulte más controvertido que la lista de desrusificación incluya a escritores nacidos en Ucrania, como Mijaíl –o Mykhailo, en ucraniano– Bulgakov, que nació en Ucrania, escribió sobre Kiev, pero tenía opiniones despectivas sobre la lengua ucraniana y la identidad nacional ucraniana. Su estatua está situada junto a su antigua casa en una de las calles más famosas de Kiev, que ahora es el Museo Bulgakov y es popular entre los turistas.

“Solo los idiotas podrían hacer esto, porque León Tolstoi es un escritor mundialmente famoso, no solo ruso o ucraniano”, manifestó Ihor Serhiivych, residente en Kiev, dentro de la estación de metro de la Plaza León Tolstoi.

“Hay muchos rusos (étnicos) que viven en Kiev y probablemente están haciendo más cosas ahora mismo para proteger a Ucrania que los ucranianos occidentales que se consideran como la élite”, comentó Serhiivych. Señaló que existía un abismo de comprensión entre los ucranianos que vivieron durante un periodo importante bajo el régimen soviético y zarista y aquellos de Ucrania occidental que no lo vivieron.

“Si fuera una estatua de Putin lo entendería, pero tienes que distinguir entre los enemigos y la literatura de fama mundial”.

Otra persona que se encontraba en la estación, Valetyna Hryhoryvycha, comentó: “Creo que las personas tienen que reflexionar un poco más. No veo cómo están relacionados con lo que está ocurriendo actualmente. Es parte de nuestra historia”.

Ivan Andreiev, que trabaja cerca del Museo Bulgakov, dijo: “Estoy a favor del desmontaje del monumento a la amistad porque no puede haber amistad entre enemigos. Pero creo que es una falsedad que estén planeando quitar el monumento a Bulgakov. ¿Qué ruso o ucraniano votaría por algo así? Solo es historia”.

Mientras las autoridades ucranianas se esfuerzan por retirar los monumentos rusos de su país, Moscú hace lo contrario en los territorios ucranianos que ha ocupado, restaurando estatuas y símbolos de la época soviética.

Hace dos semanas, en la ciudad costera de Henichesk, en la región de Kherson, que está ocupada por las tropas rusas, una figura familiar regresó a la plaza principal. Una estatua del líder bolchevique Vladimir Lenin, luciendo su conocida barba de chivo y su bigote, volvía a estar en su pedestal, erigido por los soldados rusos.

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