El expresidente de Honduras busca citar a Biden, Trump, Obama y… al Chapo en su caso de drogas
El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández sentado entre sus abogados Daniel Pérez y Raymond Colón en el tribunal federal de Manhattan el martes. Foto: Jane Rosenberg/Reuters

El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández se declaró inocente ante un tribunal de Nueva York de los cargos de tráfico de drogas y armas y su abogado se comprometió a citar a tres expresidentes estadounidenses –y a un capo mexicano encarcelado– para que testifiquen en su defensa.

Hernández, que fue extraditado el mes pasado, llevaba grilletes en los tobillos en su comparecencia en Manhattan el martes, donde se declaró inocente de tres cargos penales, entre ellos conspiración para importar cocaína y posesión de armas.

Los fiscales estadounidenses acusan a Hernández, que en su momento fue considerado un estrecho aliado de Estados Unidos, de haber recibido millones de dólares por parte de los narcotraficantes a cambio de protección para no ser detenidos mientras gobernaba Honduras desde 2014 hasta enero de este año. Hernández utilizó el dinero para enriquecerse y financiar sus campañas políticas, indicaron los fiscales.

Afuera del tribunal, su abogado Raymond Colón señaló que planea citar a Joe Biden, Barack Obama y Donald Trump para que respondan por Hernández, quien fue el primer presidente hondureño en consentir la extradición de narcotraficantes del país.

“¿Por qué no? Puede que Biden esté ocupado dirigiendo el país, pero no puedo pensar en algo que Trump esté haciendo que sea importante y sé que el señor Obama está retirado, así que…” dijo Colón.
Colón también comentó que iba a citar al capo mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, que cumple una sentencia de cadena perpetua en Estados Unidos por cargos de narcotráfico.

Anteriormente, Colón le informó al juez que Hernández lleva tres semanas recluido en régimen de aislamiento como un “prisionero de guerra”.

“No pedimos que se le dé un trato especial por ser un exjefe de Estado, pero estas condiciones son psicológicamente debilitantes”, señaló. “Él no es un terrorista”, dijo Colón. “No hay violencia en su historial”.

El expresidente fue mencionado en una serie de casos judiciales en Nueva York, y los fiscales declararon ante un jurado que Hernández supuestamente conspiró con un conocido traficante para “meter la droga en las narices de los gringos”.

Hernández negó las acusaciones, retratándose como un feroz opositor contra los cárteles de drogas y acusando a los traficantes de desprestigiarlo para vengarse y reducir sus sentencias.

El gobierno de Trump ignoró las acusaciones mientras Hernández seguía doblegándose a la voluntad de su agenda migratoria. No obstante, el gobierno de Biden, que se comprometió a luchar contra la corrupción como parte de su plan para tratar las principales causas de la migración, evitó al presidente saliente durante sus últimos meses en el cargo.

Un vocero de la Agencia Federal de Prisiones confirmó que Hernández se encontraba recluido en el centro de detención de Brooklyn, pero se negó a realizar comentarios sobre “las condiciones de reclusión de cada recluso”.

El juez Kevin Castel fijó como fecha provisional para el juicio el 17 de enero.

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