Terremoto en Afganistán: los talibanes piden más ayuda mientras aumenta el número de muertos
Un grupo de personas busca entre los escombros a los supervivientes del terremoto en el distrito de Spera, en la provincia de Khost, Afganistán. Foto: Anadolu Agency/Getty Images

El gobierno de Afganistán, liderado por los talibanes, pidió mayor ayuda internacional mientras se esfuerza por hacer frente al devastador terremoto en una región montañosa del este del país, que ha dejado más de mil muertos y muchos más heridos.

Con un país devastado por la guerra y ya afectado por una crisis económica, los dirigentes islamistas de línea dura señalaron que las sanciones impuestas por los países occidentales tras la retirada de las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos, el año pasado, implicaban un impedimento en su capacidad para hacer frente al desastre ocurrido el miércoles en las provincias de Khost y Paktika.

El número de muertos aumentó constantemente a medida que se iban filtrando las noticias sobre las víctimas de las zonas montañosas de difícil acceso, en tanto que el líder supremo del país, Hibatullah Akhundzada, advirtió que probablemente aumentaría aún más el jueves.

El terremoto asoló zonas que ya sufrían los efectos de las fuertes lluvias, provocando el desprendimiento de rocas y deslizamientos de tierra que dificultan las labores de rescate. Dichas labores se reanudaron el jueves con personas que excavaban entre los escombros con sus propias manos en busca de supervivientes.

Faiz Muhammad Sameem, de 36 años, del distrito de Sharan, en Paktika, se encontraba ayudando en el hospital de la ciudad mientras las víctimas eran trasladadas en “ambulancias, helicópteros y motocicletas”.

Todos participan en el socorro, pero el hospital no tiene suficientes medios”, explicó. “Fue una escena espantosa. Hubo personas que perdieron a todos sus familiares. Algunos perdieron a 10 familiares o algunas personas perdieron familias enteras. Vi a un niño de cinco años que era el único superviviente de su familia de 13 miembros. No sé cómo sobrevivirá o si sabe qué es lo que ha perdido“.

La catástrofe ocurre en un momento en que Afganistán afronta una grave crisis económica a raíz de la toma del poder por los talibanes el año pasado. La preocupación sobre la capacidad de los talibanes y de las agencias internacionales para responder con rapidez al desastre aumenta rápidamente.

Aunque las principales agencias internacionales siguen trabajando en Afganistán, la toma del poder por parte de los talibanes provocó que otras agencias y gobiernos redujeran sus programas de ayuda en un país en el que alrededor del 80% de su presupuesto procedía de la ayuda extranjera.

Abdul Qahar Balkhi, un alto funcionario talibán, señaló que el gobierno “apreciaba y agradecía” la ayuda prometida por otros gobiernos y organismos de asistencia, como Médicos Sin Fronteras y la Cruz Roja.

No obstante, el terremoto de 5.9 grados de magnitud –inicialmente se informó que su magnitud fue de 6.1, y que es el más letal del país desde hace más de 20 años– causó daños y sufrimientos tan generalizados que se necesitaba más ayuda.

“Lamentablemente, el gobierno está sujeto a sanciones, por lo que no puede ayudar financieramente a la población en la medida en que se necesita”, señaló. “Es necesario aumentar la ayuda a gran escala porque se trata de un terremoto devastador que no se había experimentado en décadas”.

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El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, indicó que el organismo mundial se había “movilizado por completo” para brindar ayuda, al tiempo que los funcionarios de la ONU confirmaron el despliegue de equipos médicos y el suministro de medicamentos, alimentos, botiquines de trauma y refugios de emergencia en la zona afectada por el terremoto.

Tomas Niklasson, enviado especial de la Unión Europea para Afganistán, publicó en Twitter: “La Unión Europea monitorea la situación y está dispuesta a coordinar y proporcionar ayuda de emergencia de la Unión Europea a las personas y comunidades afectadas”.

Pakistán, país en el que, según dijeron las autoridades, murió una persona en el terremoto, señaló que enviaría ayuda de emergencia –incluidas tiendas de campaña– a través de la frontera.

Médicos Sin Fronteras informó que sus equipos presentes en Khost y en la capital afgana, Kabul, estaban colaborando con el gobierno talibán y con otras organizaciones para prestarles apoyo.

“Sabemos que muchas instalaciones de atención médica carecen de recursos, y un desastre natural como este llevará a las que se encuentran en la zona afectada a su límite”, dijo MSF Afganistán en un tuit.

La Cruz Roja británica señaló que sus equipos estaban organizando el envío de alimentos, medicamentos, alojamiento, agua y refugio temporal a la región, situada cerca de la frontera con Pakistán. Intersos, una organización de ayuda humanitaria sin fines de lucro que trabaja en Afganistán, manifestó que el desastre no podía haber ocurrido en un peor momento para los afganos y que los “médicos y enfermeras de la organización pronto llegarán para apoyar a aquellos que necesitan con urgencia tratamiento médico de emergencia”.

FOTO: Una ambulancia traslada a las víctimas del terremoto a un hospital en la provincia de Paktika. Foto: EPA

El desastre supone un gran desafío para los talibanes, quienes han aislado en gran medida al país como consecuencia de sus políticas islamistas de línea dura, particularmente en lo que respecta a la sumisión de las mujeres y las niñas.

Incluso antes de la toma del poder por parte de los talibanes, los equipos de respuesta a emergencias de Afganistán se veían sobrepasados a la hora de hacer frente a las catástrofes naturales que con frecuencia azotan el país.

Sin embargo, con solo unos cuantos aviones y helicópteros en condiciones de volar disponibles desde que los talibanes regresaron al poder, toda respuesta inmediata a la última catástrofe resulta todavía más limitada.

Karim Nyazai se encontraba en la capital de la provincia y regresó inmediatamente para descubrir que su pueblo había quedado devastado y que 22 de sus familiares habían fallecido.

“Estaba lejos de mi familia, que vive en un pueblo remoto situado en el distrito de Gyan. Fui allá en cuanto pude encontrar un auto en la madrugada”, comentó a The Guardian.

Todo el pueblo quedó sepultado. Los que pudieron salir antes de que todo se derrumbara se las ingeniaban para sacar los cuerpos de sus seres queridos de entre los escombros. Había cuerpos envueltos en cobijas por todas partes“.

“Perdí a 22 de mis (familiares), entre ellos mi hermana y tres de mis hermanos. Murieron más de 70 personas en el pueblo”.

Un superviviente, Arup Khan, de 22 años, que fue sacado de una casa de huéspedes derrumbada, describió el momento en que se produjo el terremoto. “Fue una situación horrible. Había gritos por todas partes. Los niños y mi familia se encontraban bajo el lodo”.

Estados Unidos, cuyas tropas ayudaron a derrocar el régimen inicial de los talibanes y que permanecieron en Afganistán durante dos décadas hasta que Washington las retiró del país el año pasado, se mostró “profundamente entristecido” por el terremoto, expresó la Casa Blanca.

“El presidente Biden está monitoreando los acontecimientos e instruyó a USAid (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) y a otros socios del gobierno federal que evalúen las opciones de respuesta de Estados Unidos para ayudar a los más afectados”, indicó el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, en un comunicado.

El terremoto del miércoles ocurrió alrededor de la 1:30 de la madrugada, hora local (2200 BST), a una profundidad de 10 kilómetros, a aproximadamente 48 kilómetros al suroeste de Khost, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.

El terremoto se percibió hasta la localidad paquistaní de Lahore, a 500 km del epicentro en Khost.

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